martes, 13 de julio de 2010

VOLVER (1-8)

“EL RETORNO”

Por: Alberto Galindo Jr.

A mi nieta: Lizzeth Andrea Galindo Atehortúa. Quién, solo, con su risa, llenó de alegría mis últimos años.

Marzo, de 2010.

Escritos, cargados de “notas”; inspiradas en el marco, de lo que creemos, que debe ser.

- “El futuro, será siempre, para los fuertes; y más, si se alimenta de bellas utopías”. - (M. de Cervantes.)

PRÓLOGO

Soñemos, en estos escritos resumidos (sacados de – “Notas al Margen” - obtenidas, de subrayados, hechos por mí, en los textos de mi biblioteca); y volemos nuestra imaginación, dentro de las “notas”; con lo que pudo haber sido, y creo que será o, estaremos perdidos. (Pues, todo… tiene reversa.) Dentro, de sus ocho capítulos, iremos viajando por la historia… ya que creemos, que el “tiempo” no existe; pues está solo en la mente del hombre. Existe, la interpolación del mismo; o sea, la inter-dimensión en el “tiempo”; que para hoy, se espera, que nos hará libres; y preparados, para los grandes acontecimientos del presente Siglo… (sin finales apocalípticos - por lo menos, no por ahora - ; solo, el fiel cumplimiento de “ciclos”, de miles de años) llamado, el Siglo XXI; el de la “era de la mente”; por medio de la cual, llegaremos (como los Mayas) a la suprema inter-dimensión de nuestro espíritu. A.G.

POR EL NACIMIENTO DE UN NUEVO MUNDO.

De: Harlan Cleveland. Ed. Aguilar1994. (Tomado en paráfrasis.)

En busca del gran equilibrio.

Bisagra histórica.

Acotación del autor de estas notas: Quizás (no lo sabemos); las crisis próximas, están ya desarrolladas… pues de pronto, las hemos creado… las respiramos… las vivimos… y hasta las sentimos… están representadas en los “desequilibrios globales”; y sin embargo, no las vemos (por la costumbre de ver nuestro presente); pero, resulta que ese futuro, ya está a las puertas; se está abriendo ante nosotros, en una forma desconcertante; y tomará forma luego, en nuestros hijos y nietos (aunque no creemos en la existencia del “tiempo”; solo, en la de las (21 descubiertas hasta ahora) dimensiones.)

Los grandes inventos, nos anuncian cual pregoneros; de una “nueva época”; a la que la agonía y muerte de la presente… se intuye… pues las obras de los seres humanos, comenzaron a sopesar más que las propias obras de la naturaleza. Y la humanidad ya empezó a consumir su medio ambiente… y para colmo, nos estamos destruyendo sin siquiera pretender destruir nada de lo que hace habitable nuestro planeta. Solo, su equilibrio hemos roto… sin querer, como niños asustados… estamos viviendo los resultados de la travesura.

La revolución, de los (verdaderos) conocimientos (gracias, al trabajo en equipo); comenzó en los años 80 del Siglo XX; fue, el punto culminante de un proceso largo, iniciado en el milenio pasado; precisamente, por la propagación del “conocimiento”. Fue, como se hizo posible, el modo de re-pensar en el “nuevo orden mundial”. Con el nacimiento de las “Naciones Unidas”; se transformó, el escenario del “nuevo orden mundial”; dentro del cual, hoy se vive y se pelea. La “ONU”., es pues, hoy, el ejército de la “Paz”, y de la “Democracia”; que, querámoslo o no, impone el orden (como policía); con el fin de evitar un colapso final (por miedo, a asistir, a una mezcla de doctrinas, generalmente, mal digeridas.)

Una vez, enterrado el “Socialismo-comunismo” ruso (bajo el recuerdo de millones de muertos de la era estalinista); mientras asistimos al delirante y moribundo sistema capitalista; una vez, el cambio de la China continental, se ha cristalizado; mientras la India y el Brasil, se preparan para su elevación, a potencia económica mundial; y finalmente, mientras vivimos el temor de la “era atómica” en manos del terrorismo; se vislumbra pues en el horizonte, la “nueva economía del canje”; mal llamada “economía comercial socialista” (cumpliéndose así, la teoría marxista; al llegar finalmente, a la etapa de la conclusión y el desarrollo); pues, no obstante, aunque ésta, existía desde siempre… pues, fue evolucionando poco a poco, en la conciencia de los humanos. Los mercados, según se afirma, ya existían desde milenios; antes de que apareciera el “capitalismo” (como hoy lo conocemos); pues, los “zocos”, los árabes y los centros de comercio… han estado constantemente; donde se congregan compradores y vendedores, para hacer negocios, con el intercambio del jade y las drogas; barnices y pinceles; verduras frescas y (hoy) Ordenadores y D. C., en fin (tal, como lo pronosticara J. Stalin); con toda clase de baratijas que llenan el planeta. Tanto, que hasta los dirigentes chinos, no consideraron, que su redescubrimiento (de técnicas de mercado); fuese motivo de importación de occidente; sino, solo, una recuperación de cosas.

Pero, lo que realmente descubrieron… fue una “actividad generadora de técnica”, de un gran mercado mundial de exportación de Occidente, a una escala jamás vista. Y, en una época más reciente; las decisiones, ya no dependerán de rígidos “cupones”; que suponen, una demanda centralizada y volumétrica de negocios, caca vez más especializados. Desde entonces, (la camarilla) los dirigentes chinos, vieron que ya no podían permitir, que la libertad de mercado de Occidente, condujese a la libertad de opciones; y así, mantener al mismo tiempo, el rígido monopolio del “partido comunista” en el poder.

Acotación del autor de estas notas: El pueblo (y los estudiantes); empezaron a pedir “democracia”; pues, esto fue lo que comenzó en la plaza de “Tiananmen” (en Mayo 1989); ya no fue, desde entonces, un idioma local; fue uno mundial. El leguaje de los “derechos humanos”; que retumbó por todo el planeta. Así, tanto en China, como en Rusia, al igual que en Europa (sin fronteras del idioma y otros obstáculos); fueron verdaderos centros de modernas tecnologías de información. Nace así, la era de la “información” (y de la “Red Internet”); pues, con ella, el “Nuevo Mundo”; derribó: muros, fronteras y todo lo que le supo a dictadura.

Desde entonces, el mundo, se halló ante dos fuerzas contrarias y enfrentadas… con la reforma desde arriba; y el estallido de la libertad desde abajo; impuestas, por el poder del pensamiento; en la “era de la mente”. Así, la “era del conocimiento”, ya no fue una “utopía”; sino, un verdadero resultado, emanado de circunstancias, que impusieron (por Ley) una mejor distribución (general) de “bienes y servicios”; bajo las firmes garantías (mundiales) de los “derechos humanos”; venciendo así, necesidades básicas insatisfechas, aplicando “Leyes” de avanzada, a toda la humanidad; desde ya, en todos los Países. Así, los estudiantes, no sepan; o, dominen: administración y gobierno (pero, se dan cuenta, de que los mayores, tampoco); dejando en claro, que tal circunstancia, se debe, principalmente: a abrir lo cerrado; y, sobre todo, a repensar; revelar; sustituir… lo infrahumano… por la libertad. Yendo de la periferia al centro; de donde nunca, se debió haber salido; y de abajo hacia arriba; de lo particular a los general.

Un movimiento humanista, democrático, mundial, que acaba con todas las clases sociales, e iguala al hombre (no para que todos aguanten); y que hoy, se expande por el planeta… habla con claridad meridiana… especialmente por la “Red Internet”; logrando, que millones de personas sepan de su destino, al saber elegir en las “urnas”; disponiendo así, su futuro en sus verdaderos representantes. Entonces, surgen nuevos delegados y gobernantes; como el presidente de los E. U. Baraco H. Obama (con millones de seguidores cibernéticos, a los cuales sigue conectado); que interpreta fielmente, las necesidades de su pueblo.

Un mundo de diferencia.

Revolución de la equidad.

Acotación del autor de estas notas: Las esperanzas, cada vez más unidas a los “derechos humanos”; ahora generaliza dos, con las necesidades más apremiantes de la gente. Una vez despejado el peligro (la guerra); hace pensar en la verdad; la utopía, que hoy se vuelve realidad… cuando temores e ilusiones renovadas, despejan el nubarrón de la extinción apocalíptica; para dar paso a la nueva “era de la mente”, en el Siglo XXI.

Y a lo largo de la historia… la equidad y su contrario… la discriminación; han estado siempre, determinadas, por el acceso al recurso principal de la civilización. En otras épocas, tal acceso, implicaba la posesión de armas recién inventadas. Pero, que supone… para la perspectiva de equidad, el hecho de que la “información”; algo tan abundante, tan susceptible de ser compartido y de tan fácil acceso… se esté convirtiendo ahora en el recurso predominante del mundo; por medio del cual, el “nuevo ser”, se esta gestando; y con él, la ¨revolución mundial de los derechos humanos¨.

Acotación del autor de estas notas: La equidad, depende de la educación; la cual, está basada, a su vez, en tres tipos de decisiones: 1 Decidir si las autoridades permiten o, prohíben, el derecho a pensar, debatir, escribir y publicar ideas poco ortodoxas o, corrientes (así sea, por Internet). 2 elección de políticas, consistentes en saber, si en todas las sociedades, se excluye sistemáticamente a los pobres… de la igualdad de oportunidades; en especial, respecto a la posibilidad de aprender a procesar y comunicar información. 3 Por último, determinar, hasta que punto, las políticas públicas, permiten que se trate a las personas, por categorías por sexo: forasteros; religiosos; infieles; en vez de cómo individuos, con derechos y sentimientos propios. Se cumple así la “Ley” de C. Marx: Síntesis, conocimiento y desarrollo en equipo.

Derechos humanos.

Acotación del autor de estas notas: La idea moderna, de los “derechos humanos”; habría sido calificada de “extraordinaria”; siendo, lo ordinario, lo conferido por Dios. Siendo superiores: por (creación) nacimiento; rango; raza; y/o, por la fuerza de las armas. Pero, sin advertirlo, ni expresarlo todavía, es muy posible que hoy, estemos viviendo, uno de los más profundos valores humanos, que se producen solo, una vez, por milenio. Por consiguiente, con la ilustración, se generalizó la idea, de que toda persona (joven o, vieja) tiene “derechos”; que no le son conferidos, por la sociedad; y que se deben reconocer e, incluso proteger.

Hoy, la declaración de los “derechos humanos”; aprobados por la ONU (en1948); que al parecer, nadie comprende a conciencia (pero que impone, en las urnas); ni aplica, seguro que por costumbre; pero, que se ha constituido, en el más alto alcance de la historia de la humanidad y de la filosofía política. La cual, se tiene que enarbolar con orgullo, por encima de todo; como si de verdad importara, y fuese fundamental en la práctica; pues, el núcleo tradicional de los “derechos humanos” internacionales, está formado, por los relativos, a la seguridad de la persona (inclusive de los abusos del Estado.) Primero que todo, la integridad personal. Igual, que con relación a la satisfacción de las necesidades básicas de cada persona. La reacción en cadena de los “derechos humanos”… y de los valores democráticos… está resultando explosiva; y, esa capacidad de detonación, está a punto, de hacer que se estremezcan, los mismos cimientos de la “política mundial”; al establecer claramente (y universalmente) cuán gigantesco, es el número de los necesitados; frente, al mínimo, de los pudientes desperdiciadores; visto de frente, a las ”urnas”; en una contienda, verdaderamente democrática.

Problema del desarrollo.

A pesar, del desmoronamiento de los antiguos sistemas del poder; y, del modo, tan radical en que se ponen en duda, desgastados supuestos témpanos de hielo… que se están empezando a derretir. Pero, sin embargo, los países ricos y pobres; están organizados de tal forma que todavía, se discrimina… haciendo la brecha cada vez más honda… y aunque duela… la ayuda a ciertos países… solo ha servido, para aumentarles su capacidad bélica (por aquello del ajedrez internacional.)

Acotación del autor de estas notas: No obstante, en el resto de mundo, otros centenares de millones de personas, han quedado excluidas del circuito cerrado del desarrollo. Incluso en los sitios donde se toman medidas especiales para dirigir la asistencia exterior hacia el “nivel rural”; las prestaciones no escapan a la presión hidráulica de las bombas sociales que impulsan los recuerdos desde los pobres marginados hasta los (ya muy) ricos y despilfarradores de las grandes ciudades, de todas las regiones de la Tierra. Sin embargo, siempre cabe la posibilidad hecha realidad en los últimos años; de que la gente no quiera ya más, esperar a que la riqueza empiece a generalizarse.

Mientras la ética del crecimiento, tuvo siempre dos importantes fallos. En primer lugar, fomentaba e crecimiento económico, como si éste fuese el objetivo fundamental de la vida y el trabajo, como un sustituto de la satisfacción de las necesidades básicas; y, remediadas ésta, de toda una variedad de deseos humanos, más que como un medio de conseguir tal satisfacción. Este razonamiento era como decir que el objetivo de una industria química, es fabricar productos químicos, sin tener en cuenta; por qué, ni para qué, se fabrican. En segundo lugar, el crecimiento económico parecía generar demasiada basura, peligros, trastornos y disensiones. En el mundo industrializado, la gente, cada vez más consciente del daño causado a la naturaleza, reaccionó cerrando filas, bajo la bandera de “hacer verde” la política y la industria. Pero, sin embargo, el principal problema del desarrollo, resulta de que los “ricos” de los países en vías de desarrollo, tienen más en común con los países industrializados ricos; que, con el destino, de los millones de compatriotas suyos, que viven todavía en la pobreza.

Luego, finalmente, hoy, la esencia del desarrollo, está estrechamente relaciona por tanto, con los asuntos internos de los países todavía soberanos. Abarca, no solo disposiciones económicas, dentro de los países; sino, también, problemas de justicia social; y, conflictos de identidad cultural. Es este, el rompecabezas, que hace necesaria, una nueva estrategia del desarrollo.

Problema de identidad cultural.

La equidad, es un asunto de todos los días, en la política de modernización; resulta, mucho más explosiva, cuando aparece combinada, como ocurre ahora, en la mayoría de las sociedades, con rencores y reacciones, expresadas en nombre de la identidad cultural. Entonces, la identidad cultural, es la década mundial del desarrollo cultural, declarado por las N. U. (1988-1997); así que existe desde esa época, una definición de la ONU., lúcidamente expresada en seis idiomas; mediante un documento de 1987; de la ONU., para la educación, la ciencia y la cultura (UNESCO.)

Acotación del autor de estas notas: La identidad cultural, es ante todo, nuestra comunidad lingüística local, regional y nacional; sus valores específicos (éticos, estéticos etc.); el modo en que adsorbemos su historia, tradiciones, costumbres y estilos de vida; nuestro sentimiento de estar experimentando, compartiendo o, modelando un destino común; el modo en que nos proyectamos en un ser colectivo; en el que vemos continuamente nuestro reflejo, adquiriendo la capacidad de construir nuestra personalidad; por medio de la educación; y, de darle expresión, en obras, que afectan a su vez, al mundo en el que vivimos.

Y la tradición cultural, suele ser un obstáculo para el cambio social. Tal es el caso, no solo, de los hábitos, mitos, ritos y costumbres antiguas; sino, también, de estrechas ideas culturales “modernas” (el concepto de prueba de los beneficios, la devoción al equilibrio de los economistas); que inhiben el pensamiento integrador, capaz de considerar la situación, como un todo y que constituye la esencia del liderazgo en la aplicación de políticas. Es aquí, donde las tecnologías de la información (los ordenadores, satélites y telecomunicaciones integrados en sistemas operativos) ejercen, especial influencia a la hora de despertar, en millones de personas; una conciencia común del medio ambiente mundial; y de crear normas comunes; tales como, la idea, de los “derechos humanos” inherentes.

La diversidad cultural, va de camino, no obstante, intentar un conflicto con otros valores, sobre los que tendrá también que estar fundamentado el Siglo XXI. Uno de estos, es el choque de los “derechos de grupo”; reivindicados, por ambiciosas comunidades culturales y raciales; con la ideología opuesta, de los “derechos humanos” individuales, e inalienables. Según esta última, una persona, tiene derechos, no porque sea miembro de “nación”, grupo, género, clase, categoría étnica o, incluso de familia; sino, en virtud de haber nacido en el seno de la humanidad. El otro desafío que se le presenta a la diversidad cultural, procede de la fuerza centrífuga de la ciencia y la tecnología modernas; que hace posible concebir el mundo, como una unidad, como un mercado global… de bienes y servicios y, dinero; como una biósfera integral, que tiene que ser controlada y protegida; como una comunidad global, en la que la desigualdad, la guerra nuclear y el hambre… podrían estar proscritas.

Acotación del autor de estas notas: Es así, como las personas, protegen su sentido de la individualidad de las incertidumbres de la naturaleza y de la impersonalidad de las grandes ideas (corporaciones, gobiernos, doctrinas religiosas rivales, teorías económicas y abstracciones como el ¨orden mundial¨.) Este, es el motivo, de que cada paso, cooperativo, que se da, hacia afuera de la vecindad, pueblo, estado o, nación; esté, en tensión, con la tracción centrípeta, que ejerce por naturaleza la comunidad. La carga de la prueba, corresponde siempre a quienes se proponen coordinar las políticas y costumbres del grupo, con otras ajenas.

Concepto, de aldea global.

Acotación del autor de estas notas: Es una mera combinación simple, de términos contradictorios; que no constituyen en absoluto, la mejor forma de pensar, en un sistema de cambio pacífico; para el próximo período histórico, que trascienda las fronteras. No obstante, tampoco, es muy probable, que la reconstrucción del ¨sistema¨, se derive, de la visión fragmentada, que tienen del mundo: los físicos nucleares, los oligo-polistas de recursos, los especialistas en patología botánica, los fanáticos religiosos, y aún, las grandes figuras del deporte.

En resumen, la tradición centrípeta de la comunidad, que nos proporciona a todos, parte de nuestra preciada identidad; es parte de la realidad; y también, lo es, el valor de cada persona, como individuo; y, también, lo es, la necesidad de dar forma a comunidades e instituciones más inclusivas, que sea posible; gracias, al conocimiento moderno. Lo que es “universal”, amenaza y está amenazado, por lo que es único. Por consiguiente, aunque celebremos la diversidad cultural y el cambio político que se está provocando ya, en cuatro continentes; es necesario, que nos dediquemos también, a pensar la manera de conciliarla, con los ¨derechos humanos¨ individuales; y las oportunidades humanas globales.

Falsa analogía.

Fracaso de los Estados-nación.

Acotación del autor de estas notas: Las esperanzas y los temores humanos; y las más recientes tecnologías globales; aún, la reciente ¨conciencia pública¨, han hecho necesario, un nuevo “plan” de actuación internacional. Tal “plan”, se ocupa, antes que nada, de viejos asuntos, con apariencia de nuevos: La petición del cambio sin violencia, y la solución de conflictos sin guerra, figura en él; la gestión de una economía verdaderamente mundial, que está a punto de sufrir una depresión nerviosa, por falta de instituciones capaces de hacer que el clima económico resulte previsible. En las dos terceras partes del mundo, se requiere nuevas formas de enfocar el desarrollo que tenga en cuenta, no solo las necesidades de crecimiento económico; sino, también, el anhelo de un impulso más equitativo y la pasión por la identidad cultural.

El “plan”, hace hincapié, también ahora; en la gestión, de las diversas partes del medio ambiente, del planeta (la alta mar, el fondo marino, la Antártida, el clima, el espacio exterior); y la protección de recursos físicos comunes (el suelo, los bosques, las pesquerías y el agua dulce); y los cielos naturales globales (como el calor, la humedad y la energía.) La acción colectiva y cooperativa, en esta variedad de asuntos, exige reconsiderar lo que entendemos por internacional; porque, todos ellos entran de lleno, en lo que ha sido fundamentalmente, el ámbito de los “asuntos internos” de cada País.

Lo que hace necesario, un nuevo “plan” de actuación internacional, en todos estos campos; y es el hecho, de que ahora sea posible; trescientos años de descubrimientos científicos e innovaciones tecnológicas, permitieron la propagación del conocimiento; y ésta, hace posible, que la gente, de casi todas las partes del mundo; tome, nuevas alternativas políticas, que decidan, como quieren ser gobernadas; por quien, y con qué fin. Debido, a estas intimidantes decisiones nuevas; las decadentes instituciones, las desgastadas normas; y, los anticuados supuestos de los años cuarenta, del Siglo pasado; van a necesitar cambios, bastante más profundos, de los que puede realizar la cirugía estética.

Acotación del autor de estas notas: Ahora, es natural, pero equivocado, creer que gobernar una “tribu” o, “nación”; sea, como hacerlo con el “mundo”; la mayor aproximación a ésta forma de orden, ha sido, el Estado-nación¨; y éste, se había atribuido el poder de gobernar… ejerciendo el liderazgo de unos de unos pocos… en nombre (con demasiada frecuencia, a costa) de la mayoría. ¿No ocurrirá lo mismo con la gobernabilidad, a escala mundial? ; La extrapolación de la historia, dice que si.

Por suerte, para el destino de la humanidad y por desgracia, para los planificadores; las expectativas y ambiciones de los hombres y mujeres reales (de este Siglo XXI); resultaron ser demasiado diversas, para las estáticas “estructuras de paz”; con autoridades centrales encargadas de imponer contribuciones, planificar y dirigir. Los conceptos de “arquitectura” del orden mundial; surgidos de la (II) guerra mundial; no sobrevivieron al ímpetu de la ciencia y la tecnología; los movimientos de masa de los pueblos, las rivalidades de las grandes potencias, las ambiciones, el despertar de las razas y clases sumergidas y la inoportuna toma de conciencia de personas sencillas que acabaron dando más importancia a sus derechos universales, que al orden universal y que se originaron para luchar por los beneficios de una modernización, que en su opinión, llevaban demasiado tiempo esperando.

Por último, los gobiernos nacionales, pierden poder por arriba; en beneficio, de organismos, acuerdos y planes internacionales. Esta tendencia, reduce la libertad de acción y el control de los gobiernos, que no pueden actuar, sin consultar antes, con sus socios; y, en ocasiones (como en el control de armamento); incluso con sus adversarios. Curiosamente, tal limitación, no implica necesariamente (ni siquiera normalmente); una perdida de soberanía. Ésta, no ha sido nunca, un derecho absoluto, tiene que ir siempre engranada con otros derechos. A menudo, es la combinación de soberanías, lo que permite a las partes, ofrecer la suya propia.

Luego, la mayoría, de los que mejor representan, la “cooperación internacional”; están donde las nuevas tecnologías hacen posible, las actividades colectivas y modernas; y, moderan el impulso, de los dirigentes políticos, a puntearse juntos; discutiendo asuntos; en vez de decidir que hacer juntos; lo que solo se puede hacer, de acuerdo juntos. Ahí está, la verdadera importancia de la “Asamblea General de las Naciones Unidas”.

SISTEMA INTEGRAL.

¿Qué es lo que funciona y por qué?

Acotación del autor de estas notas: Lo primero, que nos viene a la cabeza, cuando se piensa en asuntos mundiales, probablemente, no sea el concepto del “amor”; ni siquiera de tolerancia; humanidad; o, cooperación. La mayoría de las noticias, sobre cooperación internacional… tratan de la ausencia de esta desconfianza, sospecha, controversia, conflicto, terrorismo; o, guerra. Los logros de la colaboración, lo que está realmente funcionando; y, varias veces, aparecen resultados en la T.V., los periódicos, los libros de historia; que leen nuestros hijos o (enfrentémonos a ello, de una vez por todas); nuestros intereses personales.

El estudio, de la enseñanza de las relaciones internacionales, suele centrarse en lo que está mal, los disturbios y su represión; los golpes de estado militares; el trafico de drogas; las maquinaciones empresariales; la psicosis financiera; las carreras por armamentos; las guerras y los rumores de guerra. Sin embargo; si, se hecha una mirada retrospectiva al conjunto de la situación, aparecen toda clase de sistemas y disociaciones internacionales… que están funcionando de la manera que se supone que deben hacerlo.

Acotación del autor de estas notas: Luego, el mundo del futuro, será diferente; la mayor parte de la historia revisada… comenzó, en una época en que los E.U., era la iniciativa, en asuntos de gran envergadura; para lo que hacía falta, importantes recursos nuevos; y una ambiciosa visión global del mundo. En los años 90; y aún más adelante, los proyectos de cooperación mundial; dependerán inicialmente, de la iniciativa y el liderazgo de Europa y el Japón; y también se les presentará la oportunidad de desempeñar funciones directivas a potencias medias; como, China, Canadá, Brasil, India, Australia y Nigeria. A medida, que los sistemas de cooperación internacional… vayan madurando; podremos, también recurrir cada vez más, a los cargos ejecutivos internacionales… para que se encarguen, de esa función de catalizador; y estímulo, desempeñado recientemente, por el Secretario General, en asuntos políticos y militares.

Gestión de paz.

Acotación del autor de estas notas: Una “sociedad del conocimiento”, es una sociedad que aprende… y aprendimos mucho… sobre lo que debemos y no debemos hacer; durante, los primeros ensayos, del orden mundial. La “Sociedad de Naciones”, que siguió a la I Guerra Mundial; y las Naciones Unidas; y demás organizaciones, surgidas, después de la II Guerra Mundial. Ahora, en este momento nuevo, de la historia mundial; tenemos la oportunidad, de aplicar lo aprendido, al tercer ensayo; sin necesidad, de sufrir antes de la (posible) III Guerra Mundial (ni Dios, lo quiera.)

Para que la “Sociedad de Naciones”; hubiese tenido éxito, tendría que haberse creado un “Club de Países”; de similar mentalidad, decidido a tomar el mando. Pero, ni siquiera en sus comienzos (entre 1919 y 1920); consiguió atraer a un E. U., todavía aislacionista; y así, los miembros que se adhirieron al Club; no tardaron en darse cuenta, de que no tenían la capacidad, ni la voluntad necesarias, para hacer frente al crecimiento en número, de los quebrantamientos de la “Ley”. Primero, el militarismo Japonés; luego, el fascismo italiano; y en seguida, para colmo, el nazismo alemán, en sus ambiciones bélicas. Las doctrinas de “Paz”, quedaron pues, bloqueadas, por un sistema caracterizado, por la ausencia de cambio de maniobra negociadora y de resistencia; que solo, aplicaron, hasta que no hubo otra opción.

Pero, en aquella época, lo que iba a convertirse en una “revolución mundial”… de la equidad; que estuvo paralizada por la dominación colonial; el poder económico y la superioridad bélica naval. Entre tanto, los Países de similar mentalidad, hicieron algunos progresos, creando un lenguaje común, para hablar del tiempo atmosférico; controlando enfermedades contagiosas; y, poniendo de relieve, las condiciones del trabajo en Occidente. Sin embargo, la mayor parte de la humanidad, quedó fuera del radio de acción de estos Países. Pues, en Latinoamérica, África y Asia, prevalecieron sumisas subordinaciones; al igual, que para las demás Colonias y Protectorados del hemisferio occidental. O, para los miembros de la Commonwealth, merecedora todavía del calificativo de británica. En cuanto a la Unión Soviética, está todavía, esforzándose, por tomar la forma concebida por Lenin; absorta, a pesar de la retórica universal del marxismo, en la lucha cuerpo a cuerpo, entre los revolucionarios fundadores y la realidad de una profunda revolución interna.

La ONU. Supuestos erróneos.

Mientras, las N. U., no eran más que una coalición formada durante la II Guerra Mundial, para detener a Hitler; unos aliados a los que de momento, les preocupaba más, contra que estaban luchando; que para que luchaban. Sin embargo, aquellas N. U., se reunieron luego (1945) en San Francisco, para confirmar también la “Paz” de la Posguerra; partiendo de premisas similares, de la Sociedad de Naciones; un orden universal, mantenido por instituciones universales, que reflejaran derechos y deberes igualmente universales; que eran manifestaciones de una voluntad universal, de unión, contra los quebrantamientos de la “Ley”; cuyo funcionamiento, estaba basado en su estricta observación de las “Leyes” y en procedimientos seudo-parlamentarios.

Pero, la estructura resultante de estas premisas, era una “maquinaria del statu-quo”. Analizando la “crisis de madurez” del grandioso proyecto de la posguerra; se observó que los dirigentes políticos, a menudo, estaban convencidos de que “una vez que un objetivo político sea alcanzado… el tiempo se detiene”; y, el mundo ya no evoluciona. Y el mundo (posterior a 1945); era mucho mas fluido; la “Paz”, se presentaba con mayor claridad, como algo que dependía del cambio. La propia Carta, de la ONU., contemplaba cambios radicales y universales (autodeterminación de las naciones, y derechos humanos para todos.) Los miembros de la coalición victoriosa, divulgados por la “guerra fría”; enseguida, comenzaron a poner al servicio de su nueva rivalidad, las ambiciones políticas, en los cinco Continentes.

La arquitectura del “orden mundial”; construida, con la posguerra; no estaba preparada para asistir a los terremotos; que, pronto iban a sacudir, los todavía frágiles procedimientos de la ONU. De hecho, varios de sus supuestos fundamentales, tenían errores de base; estaban arraigados en metáforas occidentales; que no podían tener, ni que tuvieron, ninguna utilidad, cuando el escenario, se amplio a todo el mundo.

Una primera premisa de los fundadores de las N. U., era que, las principales potencias, al haber ganado la guerra; podían sofocar la segregación, para proteger la seguridad colectiva. La idea, resultaba acertada, en el caso del conflicto bélico, que acababa de terminar. Pero la “guerra fría mundial”, y los numerosos conflictos regionales consiguientes, igualmente “hors de categorie”; para la “Carta de las N. U.” Hasta la crisis de Irak (1990); la reacción típica del “Consejo de Seguridad”, a todo conflicto regional que se presentaba, consistía en:

1 No declarar agresor a nadie.

2 Aconsejar a las partes que dejaran de luchar y dialogaran.

3 Hacer los preparativos necesarios, para el envío de mediadores y fuerzas encargadas del mantenimiento de la “Paz”.

En otras palabras, utilizar modos de intervención, no estipulados, de manera explícita, en la “Carta”. La única excepción importante, fue la decisión tomada en 1950; de oponerse, a la agresión en Corea; y se debió, únicamente, a que la delegación soviética, en la ONU; estaba boicoteando, esa semana, al “Consejo de Seguridad”; en relación, con otro asunto, y no pudo variar de postura con la rapidez suficiente, para entrar a la “Cámara del Consejo” y así oponerse.

Un segundo supuesto erróneo, de los fundadores de la ONU; era que las instituciones de tipo legislativo, conocidas; podían implantarse, en la esfera intergubernamental; llamada “diplomacia parlamentaria”; que fueron, en cierto modo, sus escritos; al respecto, los que le convirtieron en brillantes analistas de relaciones internacionales; que el presidente electo, J. F. Kennedy (que no le conocía) estaba buscando, para el cargo de “Secretario de Estado”; tras las elecciones de 1960. En un verdadero “escrito legislativo”, los intereses opuestos, se defienden sin derramamiento de sangre; y una forma de mayoría, decide por todos. Pero, un comité de “Estados Soberanos”, no actúa así.

Un tercer concepto, de los fundadores de la ONU; era el que servía de base, a sus decisiones sobre gestión económica y monetaria, incluido el acuerdo de Breton Woods; por el que se establecieron, el Bco. Mundial y el F. M. I., que consistía, en considerar el equilibrio, como un fin en sí mismo. El “modelo del equilibrio” de los economistas, analogía “newtoniana” de las ideas de estasis de la medicina; daba por supuesto, que las turbulencias del mercado, cesaban, al llegar a un estado natural de equilibrio; entre las fuerzas contrarias, de la “oferta y la demanda”. Sin embargo, gran parte del “Plan” de actuación internacional; en materia económica, de los últimos 40 y pico de años; ha tratado, de asuntos de equidad, no de equilibrio.

Un cuarto supuesto, de quienes crearon el actual “sistema internacional”, era que los “Estados-nación”; serían los “únicos actores” verdaderos e importantes, que aparecerían en el escenario político internacional. Como los fundadores del mundo de la posguerra, eran todos líderes en sus propios “Gobiernos Nacionales”; tal idea, era una deformación profesional lógica; pero que condujo a una importante distorsión de la realidad; el empeño en tratar los problemas entre “Estados Soberanos”, en comités de representación sumisa; como si se pudiera establecer una clara distinción, entres asuntos internos e internacionales. Como, las negociaciones, sobre control de armamento, comercio, ayuda exterior al desarrollo, asignación de frecuencias de radio, control del tráfico aéreo, etc.

Un quinto supuesto. El sistema de las “Naciones Unidas”, fue concebido por occidentales, herederos de una tradición de optimismo, acerca de la inevitabilidad del progreso y la perfección del hombre. De todo ello, infería, que las organizaciones internacionales, tenían que ser consideradas, como pasos hacia el gobierno supra-nacional. En 1948; la Asamblea General, aprobó por abrumadora mayoría, un “Plan” de Estados Unidos, para dejar en manos de una autoridad internacional, las instalaciones nucleares, a la sazón de competencia exclusiva de E. U. El proyecto se tenía que llevar a cabo, sin que ninguna otra gran potencia le impusiese su veto. Pero la U. S., rechazó el ofrecimiento; a la vez que empezaba a construir su propio arsenal nuclear; pero, en última etapa, los E. U., se ahorró tener que decidir, si el pueblo estadounidense quería de verdad renunciar a la “bomba” que acababa de poner fin a la guerra con el Japón.

Acotación del autor de estas notas: Finalmente, Rusia, aceptó (con Brezhnev; y luego con Gorbachov) el “desarme nuclear conjunto”; a condición, de que los E. U., la surtiesen ampliamente de granos y cereales; durante, la racha de producción agrícola, que tumbó a N. Khrushchev (1964.)

Normas y criterios internacionales.

Acotación del autor de estas notas: Igual, que el mundo se hartó de “Reyes”; y “Emperadores”; se hartó también de dictadores y demás sátrapas… (verdaderos causantes de millones de víctimas); considerados como jefes privilegiados de diversas clases. Demostrando con ello, que lo fundamental, era preparar procesos adecuados a la gestión pluralista. Así, la gobernabilidad internacional… no tuvo porque estar en conflicto con la soberanía nacional. De lo que se trataba era de encontrar el modo de que las “Naciones y sus Ciudadanos”, aunaran sus conocimientos colectivos; compartidos en sistemas que beneficiaran a todos; y que permitieran alcanzar objetivos compartidos, sin que se produjese, por ello una homogeneización de las distintas identidades culturales, filosófica y aún éticas.

Algunos, objetivos (normas y criterios) comúnmente compartidos, que gozan hoy, de la aceptación general:

Integridad territorial; inviolabilidad de las misiones diplomáticas; no proliferación e inutilización de armas nucleares; inmunidad de la aviación y la navegación civil; obligación de ayuda a los refugiados; inadmisibilidad del dominio colonial; rechazo a la discriminación racial; igualdad innegable de la mujer; adopción obligatoria de los derechos del hombre, descritos en los derechos humanos (1948) y ratificados en Helsinki (1975).

Un tercer ensayo, señala primordialmente, que el problema, radica, en como hacer que los objetivos, sean operativos, por ejemplo:

Una tercera guerra mundial, es totalmente inadmisible; tanto que habría que descartar totalmente a las armas nucleares, en los conflictos políticos.

Siempre que sea posible, hay que evitar la intervención exterior en los conflictos locales, para que no se agraven. Pero en caso de que esto ocurra; todos los miembros de las N. U. y del Consejo de Seguridad, estarán obligados a tomar urgentes medidas colectivas; y desde luego efectivas… para la supresión de los actos de agresión.

Igualmente, no se debe utilizar la vida de espectadores inocentes, para ejercer presión política.

En todo el mundo, se debe proteger la calidad de vida humana, de la degradación catastrófica de la atmósfera y de la biósfera.

Finalmente, ningún niño del mundo, debe ir a la cama, con hambre.

Principio extra-nacional.

Resulta que, algunas de las ideas expresadas aquí, para reorganizar y reactivar el “sistema internacional”; no se pueden aplicar a las organizaciones y procedimientos ya existentes. Lo que tenemos ahora, son esencialmente asociaciones universales, regionales o, funcionales, de “gobiernos soberanos”, atendidas por funcionarios internacionales… de “gobiernos soberanos”; nombrados por estos; que obran colectivamente, y a los que se suman, a veces, a expertos, que actúan en calidad de tales; y funcionaros, en parte, con contribuciones, que varían de acuerdo con la capacidad de pago, de los gobiernos; y en parte, con fondos voluntarios; a los que solo, algunos de los miembros, de la asociación, contribuyen.

Acotación del autor de estas notas: Entonces, no nos dejemos engañar, por una analogía descriptiva; hubo, un tiempo… en que la “comunidad europea”, no aprovechaba todas sus posibilidades, más recientes; y hoy se ha convertido, en una dinámica fuerza motriz, de tendencia, a estrechar los lazos económicos, monetarios e incluso políticos; entre los ciudadanos de Europa Occidental; y su fuerte, influencia magnética, alcanza ya también, a “Europa del Este”. Pero no es nuestra intención juzgar aquí; como han resultado, en la práctica, las ingeniosas disposiciones del “Tratado de Roma”. Además, el asunto inacabado de la integración europea, es muy distinto; y, a pesar de todas sus complejidades, probablemente más sencillas que los problemas mundiales abordados en el “tercer ensayo”. Pero, el mecanismo más ingenioso de todos, quizá sea, cuando los gobiernos, tienen por fin que considerar una iniciativa de la comisión (después de todo el mundo); los ministros del consejo, no pueden hacer ninguna conexión. Si estos no quieren darle su visto bueno, tienen que devolverla, a la vista de todos, al foro público, de donde surgió el consenso, respecto a ella.

Impuestos internacionales.

Hasta no hace mucho, incluso los “programas” internacionales, considerados en general, como esenciales; sufrían crisis crónicas de financiación. Luego, será necesario, crear “fuentes internacionales” de ingresos, que no dependan del examen de conciencia, que parecen realizar todos los años, medio centenar de gobiernos. Financiar un mundo de cambio pacífico, resultará mucho menos caro, que la amenaza; o, el uso de la fuerza. Y hay gran número de sistemas internacionales y transacciones transnacionales; cuya viabilidad depende de una paz gestionada. El beneficio, que obtendrán de un modo lo suficientemente pacífico, como para hacer posible las transacciones, se vería reflejado, en los pecios que todos pagamos por tales servicios.

Ahora, es de sentido común, que la “recaudación de fondos” para funciones internacionales; debería depender, sobre todo de las actividades que más se beneficien, de un medio ambiente mundial, pacífico y previsible. Los viajes, el transporte, las comunicaciones; y, las transacciones internacionales, deberían depender, sobre todo de las actividades, que más se beneficien, de un medio ambiente mundial pacífico y previsible. Los viajes, el transporte, las comunicaciones y las transacciones internacionales, son las más evidentes. Parece lógico, que alguien que viaje mucho, por todo el mundo; y, haga un amplio uso de los sistemas de comunicación internacionales; pague una décima parte de los derechos de pasaporte; una fracción o, un suplemento sobre la factura de teléfonos, fax o, el envío de datos, a través de las fronteras internacionales; para contribuir, a financiar el privilegio, que supone la circulación de su persona y de sus pensamientos, por un nuevo mundo, que resultará mucho menos justo, más turbulento y peligroso; si el sistema internacional no funciona.

Pluralismo práctico.

Estas directrices del “tercer ensayo”; incluidos, el principio extra-nacional y la necesidad de crear fuentes de ingresos internacionales, con que sostener la capacidad de acción internacional; ¿qué implican, para el futuro, de las diversas organizaciones, establecidas en los años 40 y 50; para gestionar al “segundo ensayo”; especialmente para las N.U.? El futuro de estar siempre, basado por consiguiente; en a carta de la ONU., es un buen punto de partida. Hace algunos años, un diplomático destacado en la sede de las N. U., en N. Y., hizo una importante observación, sobre el asunto: “No hay nada malo, en la primera parte de la “Carta”; dijo… son las siguientes 50 hojas, las que estorban”.

Un segundo ejemplo, es que la “Carta” describe procedimientos de “votación”; pero, que solo se aplican cuando ésta tiene lugar. No dice, que sea necesario “votar”; y, como ya vimos, en la mayoría de las acciones con éxito, emprendidas por organismos de la ONU; cuando, ya se ha llegado al acuerdo “por consenso”; en los casos de este tipo, en que se han realizado “votaciones”; y estas, han servido, para confirmar acuerdos alanzados anteriormente por consenso; o, para dejar constancia de algo, sobre lo que no se ha llegado todavía, a total acuerdo; como el caso, del “Tratado del derecho del mar”.

Tenemos, un tercer ejemplo. Los “procedimientos” de la “carta”, describen una “organización” de miembros, que solo pueden ser “Gobiernos”. Las partes de una disputa, son solo “Gobiernos”. A juzgar, por el texto de la “carta”; las “amenazas a la paz; alteraciones a la paz y actos de agresión”; son cometidos solo por “Gobiernos”. El terrorismo internacional, no era un asunto desconocido antes de 1945; ni tampoco lo eran los carteles internacionales, no gubernamentales, dedicados al crimen, el narcotráfico, u otros fines en apariencia más respetables; tales como, la especulación monetaria y la fijación del precio de los productos. Estas actividades, no se consideran como asuntos de paz y seguridad; pero, hoy sabemos mejor, lo que en realidad son.

Consideradas las N. U., hoy son más necesarias que nunca. Si se pidiese a un “congreso internacional” de juristas; que volviese a redactar el preámbulo, el capítulo I de los artículos 55 y 73 de la “carta”, probablemente, no sabría definir mejor, la necesidad de ejecutar un cambio con “Paz”; y una “Paz” con cambio. Lo que hace fala, es crear nuevas formas de trabajo; para, haciendo caso omiso, no del propósito declarado en la “carta”; sino, de sus procedimientos desfasados:

1 Concebir, un sistema de seguridad mundial; para crear un “mundo, donde la diversidad, esté a salvo”. 2 Regular, los mercados mundiales; de modo que sean, no solo eficaces, sino también equitativos. 3 Impulsar, en todo el mundo, el crecimiento con equidad; por medios más dinámicos, que la ayuda a regañadientes, y malos préstamos. 4 Negociar tantos equitativos y variables a escala mundial, acerca del medio ambiente, que es un bien común de la humanidad.

Acotación del autor de estas notas: Luego, es urgente, construir un “sistema” acertado de “cambio” pacífico; para más pueblos, que nunca, en la historia actual del mundo; es ahora una meta, que se puede alcanzar; y poco a poco, y en la práctica, ya se han dado algunos pasos, en este sentido. Las pautas, que hay que seguir, son ya patentes. El problema, es muy complejo, pero no insoluble; radica, en como seguir avanzando, de manera sin duda desordenada y zigzagueante, para aplicar, lo que hemos aprendido en teoría, (conjuntamente y en equipo) por medio de tanteos, en el último Siglo. Y aplicables; desde, principios del nuevo Siglo XXI.

Todo, parece indicar, que la gestión de la “paz” a escala mundial; va a necesitar un mundo “madisoniano”; un mundo de tratos y arreglos entre facciones nacionales y funcionales; un mundo en el que las personas puedan llegar a un acuerdo, sobre lo siguiente que tiene que hacer juntas, sin sentir la necesidad (ni verse obligadas por un “gobierno mundial”) de estar de acuerdo sobre: creencias religiosas; modelos económicos; e ideologías políticas. Un pluralismo práctico; no un universalismo unitario; es hoy, el destino más probable, de la especie humana (también, lo dice la Biblia.)

Nuevo orden mundial.

Erosión de grandes potencias.

Acotación del autor de estas notas: El mundo, de los años noventa y posteriores; es fundamentalmente distinto, de todas la formas de relaciones internacionales, que se conservan en nuestra memoria cultural. Ninguna “potencia”, tiene ahora, capacidad para emprender bajo su exclusiva responsabilidad, la tarea de modelar un mundo, “donde la diversidad, esté a salvo”. Es evidente, que un mundo, sin nadie al mando, será más volátil y propenso, a la crisis que la terriblemente estable pero fatal en potencia, confrontación de grandes potencia nucleares, empeñadas en una constante vigilancia mutua, desde sus respectivos “bunkers”.

En Europa del Este, y en las Repúblicas de la antigua U. S., la democracia y el desarrollo económico; serán, sin duda, una carretera llena de baches. La aproximación de la “China Comunista”, a la modernización, por el camino ambivalente, de la educación y la represión; garantiza un participante agitado e inestable, en el sistema internacional. Las disensiones internas y las rivalidades regionales del sur de Asia; harán que Cachemira, el Valle del Indo, Sri Lanka y otras zonas conflictivas, sigan estando siempre, de actualidad. En Oriente próximo, las viejas heridas y los nuevos odios, combinados con la mala distribución geológica de la riqueza; parecen destinados, a mantener (y a aguantar) a monarcas y a déspotas dirigentes ricos y a pueblos pobres; a fundamentalistas islámicos y a musulmanes modernizados, judíos y árabes; empeñados en despedazarse mutuamente. En África, el desarrollo, el espíritu de empresa y la gobernabilidad moderna, están todavía compitiendo en desventaja con la pobreza, el tribalismo, el crecimiento demográfico, la incompetencia y la corrupción.

Acotación del autor de estas notas: Solo en Asia Oriental, se vislumbran, cada vez más, puntos luminosos; pero, incluso, aquí, el crecimiento económico, va muy por delante del “conocimiento de los gobernados”. Y cerniéndose, sobre el panorama mundial, haciendo cada problema, más difícil de resolver; y cada solución, menos esperanzadora; y está en continuo y rápido crecimiento el número de personas, nacidas en un nuevo mundo; donde como en Oriente, ha ganado todo individuo, que tiene derecho a la libertad de expresión y de culto; y, de estar libre de la necesidad y el miedo.

Primera prueba

La caída, del “muro de Berlín”… en Otoño de 1989; fue una metáfora del fin de una era y, por consiguiente, del comienzo de otra. El mundo, estuvo (según T. S. Eliot.) “palpitando entre dos vidas”. No tuvo que esperar ni siquiera un año, para hacerse a una buena idea de la “nueva era”. La invasión iraquí, a Kuwait, el dos de Agosto de 1990; proporcionó, la primera metáfora variada, ya que representaba un mundo de culturas variadas; lealtades étnicas y religiosas variadas e ideológicas, acerca de la gobernabilidad internacional. Pero, la naturaleza fundamental del cambio político mundial… quedó ilustrada por la nueva reacción del mundo al anticuado intento iraquí, de tragarse de un solo bocado, a su pequeño y rico vecino meridional.

Pero, resulta, que S. Husein, juzgó muy mal al mundo de la pos-guerra: Los soviéticos, cerraron el grifo de su tradicional ayuda militar a Irak; a las pocas horas de la invasión a Kuwait. Los norteamericanos, que aunque, recibían menos del 5% de su petróleo (del Irak y Kuwait juntos); tenían que importar el 46% de todo el petróleo que necesitaban; optaron enseguida, por adoptar un bloqueo; y los japoneses y los europeos, a pesar de que dependían mucho más, del crudo de Oriente próximo; tomaron en el acto, la misma dirección. Entonces, el “consejo de seguridad” de las N. U., que nunca debía de hacer nada, en asuntos como este; mientras duró la “guerra fría”; decidió activar el, raras veces, utilizado capítulo VII; de la “carta”; prohibiendo la exportación de petróleo y de “todas las demás mercancías y productos de Irak y Kuwait”; la importación de “armas y demás material militar”, y las “transferencias de fondos a Irak y Kuwait”; incluida la inversión extranjera. Y al día siguiente, Turquía, se sumó a la alianza, tomando la decisiva medida de bloquear el oleoducto que llevaba más de las ⅔ partes del petróleo iraquí; a un puerto turco del mediterráneo oriental; para su transporte por mar a consumidores de todo el mundo.

La coalición internacional y el consenso político de Estados Unidos; estuvo a punto de deshacerse, en el transcurso de unas cuantas semanas de un torpe militarismo; a finales de 1990; en ese intervalo, el presidente G. Bush, duplicó el contingente estadounidense del Golfo Pérsico; sin consultar antes, con los aliados, ni con el Congreso de los E. U. Y para proteger la operación del Golfo Pérsico, E. U., no tardó en recurrir a las N. U., y a la diplomacia unilateral, de la clave del consenso en la política estadounidense, y en la formación de la coalición. Enseguida se montó el escenario de la “Tormenta del Desierto”… cuando a la coalición se le agotó la paciencia (y el petróleo); las fuerzas concentradas en el Golfo, eran ya abrumadoras: la guerra aérea duró 40 día, la terrestre, cuatro. Se había defendido el principio de “seguridad colectiva”, si bien los problemas que había provocado la crisis, continuaron ahí.

El muevo plan, de actuación para modelar a un mundo, donde la diversidad este a salvo; se compone, de cinco conjuntos de acciones, cada uno de los cuales, está estrechamente relacionado con los demás:

1 Propiciar el desarme radical y la disuasión permanente del uso de las armas nucleares, para garantizar que cualquiera que sea su forma y tamaño; no tengan utilidad, ni se utilicen. 2 Disuadir, del uso de otros instrumentos de terror, no convencionales, como las armas químicas y biológicas; y sistemas de lanzamiento de misiles, que son más fáciles de conseguir, que las armas nucleares y de más utilidad en esferas limitadas. 3 Organizarse para: Prever, los conflictos regionales, intentar detenerlos y mediar en ellos; gestionar la crisis; mediar en las viejas disputas y aislar las que no puedan resolver todavía; para la guerra; cuando estalle; y, restablecer la “paz”, cuando ésta se quebrante. 4 Fortalecer los sistemas internacionales, para que den respuesta a las “crisis de la humanidad”; que se produzcan, dentro y entre, los países (las amenazas a la “seguridad” de quienes son victimas del terrorismo, la drogadicción, el incumplimiento de los derechos humanos; cualquier circunstancia que les obligue a abandonar sus hogares y vivir como refugiados, o el desencadenamiento repentino de desastres naturales, o no naturales.) 5 Desarrollar un sistema más amplio y flexible de liderazgo mundial; tal como un “club” de la democracia; cuyos miembros, estén dispuestos a actuar, agrupándose, de modo diferente, según los casos, conforme a los propósitos; sino, siempre, según los procedimientos, de la “carta” de las N. U.

Aparición, progresiva, del sentido común, en el problema nuclear.

Acotación del autor de estas notas: En todo el mundo, incluso en los “gobiernos”, se tiene claro que una “Nación”; no necesita tener en su arsenal; la capacidad de provocar muchas y grandes explosiones nucleares; para dirimir, un juego de información totalmente verosímil; un juego de amenazas y disuasión de amenazas, en el objetivo militar; es la mente del adversario; no su territorio, industria o, población. Las amenazas nucleares y su disuasión, son guerras que se hacen, con ideas e impresiones, con conocimientos de lo que los adversarios han hecho, e incertidumbre, respecto a lo que podrían hacer. Concebir las amenazas y la disuasión nuclear, no como montones de material, sino, como un juego de información, que se presenta como una luz nueva, en la cantidad y tipo de armas imprescindibles para jugar.

Es tal y tanto, el poder que ellas contienen, que ni siquiera dan campo a la “rendición”; sino, que apabullan y destruyen todo a su paso, sin que haya lugar, a establecer, un vencedor y un vencido. Hoy, el problema es la existencia de muchas bombas nucleares; todas con la capacidad de destruir totalmente, a la actual civilización; que solo un “loco”, utilizaría; y que al utilizarla, se destruiría, él también. Pero, hoy el problema, gracias a Dios, ya está superado; solo que existen por ahí regadas, algunas que podrían ser utilizadas por el “terrorismo internacional”. En tanto, que solo han servido (por ahora) para amenazar y desestabilizar al mundo; por parte de países como Corea del Norte; e Irán; que aún sabiendo que serían borrados del mapa; continúan anunciando, que las utilizarán, en el caso de que según ellos, sea necesario. No advirtiendo, además, que con solo sus amenazas; ya están incurriendo, en la “sanción” colectiva de los demás países del planeta; y que por lo demás, estos (gobernantes) “locos”; se están arriesgando, a ser apresados y llevados, siete pisos bajo tierra, para esperar su muerte.

Acotación del autor de estas notas: Es así como se ha ido difundiendo el “rumor” de que este tipo de armamento, ya no tiene ninguna utilidad; en el llamado “rompe cabezas nuclear” (igual, para las armas biológicas y químicas.) Tal es el poder, que hoy tiene la ONU y la OTAN (policía mundial); para no solamente, preservar la “Democracia”; sino defenderla, de todo “loco”, que pretenda siquiera socavarla. El mundo de hoy, ya no quiere más guerras, y se está alistando, para la “globalización”; dentro de la cual, se espera con esperanza, que el pasado guerrero de la historia, sea un mal recuerdo (con millones de vidas cobradas); para las nuevas generaciones; que ya tienen bastantes problemas, con el Planeta que heredaron; y que muy seguramente sabrán sortear (con ayuda de la Cibernética Inteligente); para bien de la humanidad.

RESTRICCIÓN QUÍMICA Y BIOLÓGICA.

Las armas químicas (agentes incapacitadores, tales como el gas mostaza y ciertas sustancias letales, que atacan al sistema nerviosos humano); tienen una historia larga y hoy están más perfeccionadas. No obstante los horrores de tales ataques recibieron gran publicidad (en su momento); especialmente, durante y después de la guerra, y la opinión pública, acabó comparándolos; con la terrible epidemia de gripe de 1917-1918; que se cobró más de 25 millones de vidas, e hizo patentes, los daños humanos, que puede llegar a infligir, la propagación de infecciones letales. En 1925; el rechazo en todo el mundo, de este tipo de métodos, condujo al “Protocolo de Ginebra”, firmado ahora por 130 Estados, y que prohíbe el uso (y la fabricación) militar, de gases asfixiantes, venenosos o, de cualquier otra naturaleza, así como de armas bacteriológicas.

Resulta, que, además, la guerra biológica, ofrece a los beligerantes, los instrumentos necesarios para superar las limitaciones técnicas que habían impedido hasta ahora, dar utilidad militar a las armas biológicas. Si se hubiese impuesto el interés militar en ello, por medio de la ingeniería genética, se podrían crear agentes patógenos, para aumentar su virulencia; para burlar el sistema inmuno-defensivo del blanco o, destino final; para aumentar la resistencia de agentes biológicos de modo que puedan almacenarse mejor, resulten más fáciles de envasar en municiones y, una vez liberados, soporten presiones medio-ambientales, tales como la sequías y la radiación ultravioleta; y (cabe pensar también aunque parezca exagerado) para dirigir su acción contra sectores específicos de la población (como armas étnicas, que a la larga, vienen infectando a todos: amigos y enemigos.)

En cuanto, a la tecnología de misiles, el enfoque aplicado hasta ahora, ha sido un cartel de proveedores. No hay ningún tratado, sino, el suscrito por siete países industrializados (más tarde, se le unieron cinco más); Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón); (Rusia, Brasil, Argentina, México y China); que en 1987, decidieron “limitar las exportaciones, que puedan contribuir a la adquisición de misiles con capacidad nuclear”. Se trata, de otro régimen a todas luces discriminatorio. No hay inspección internacional (al menos en el papel); sino, que cada gobierno cumple con la función que le corresponde, utilizando sus propios controles de exportación (lo cual, no funcionó en Irak, ni lo va a hacer, con otros Países, que amenacen; y se les compruebe su acción; pues la comunidad científica, siempre ha estado al tanto.)

Ahora… que no todos los que estén de acuerdo con el principio expresado en la ONU., se hallarán siempre dispuestos a ponerle el cascabel al gato, pero para una “coalición de los que están dispuestos”; se abrirá un amplio abanico de opciones. Es muy discutible, que la pena deba ajustarse al delito; pero, desde luego, la capacidad del transgresor, para hacer la guerra con armas, no convencionales (nucleares, químicas y biológicas, así como los misiles que las lanzan a los Países de los demás); deben ser eliminadas en seguida, con medidas internacionales (suscritas, por ya más de 20 países, altamente industrializados.)

Acotación del autor de estas notas: La amenaza, a la seguridad mundial y a los derechos humanos, es tal, que el antiguo, y a veces, todavía honroso principio, de la no intervención; tendrá, que ser desechado, sino, la victima podría ser, la propia civilización (por lo menos, en cuanto al narco tráfico, ya se ha roto. El caso, de Panamá, Irak y Colombia.) Solo falta esperar, hasta cuando, los E. U., se van a aguantar, que se les siga retando; como hoy lo está haciendo abiertamente: Corea del Norte e Irak, e inclusive (en menor grado) Venezuela. Pues se ha vuelto, de mala espina, que países… dizque, democráticos. Tengan estrechas relaciones, con países dictatoriales y opresores de los “derechos humanos”; que se gastan el “tesoro nacional” (no precisamente en obras sociales) sino, en armamentos innecesarios, para la defensa nacional; y que son claramente, ofensivos; alterando, la seguridad continental, de las naciones integrantes.

CAPÍTULO I

¨El hombre unidimensional¨.

Tomado del libro de Herbert Marcuse.

(Escrito… copiado, resumido, e indirecto; parafraseándolo, con observaciones personales.)

Acotación del autor de estas notas: La mejor satisfacción de las necesidades, es ciertamente el contenido y el fin de toda liberación; pero, al progresar hacia el fin, la misma libertad, debe llegar a ser una necesidad instintiva (y profundamente sentida) en cuanto, tal; debe mediatizar las demás necesidades inmediatas. De esta manera, en atención a nuestra naturaleza primordial, que se aleja de la pura naturalidad del reino de las causas y de los afectos unívocos y específicos; la libertad (verdaderamente profesada); es y así debe ser, el principal sentimiento, que nos comprende y determina. Cualquier, otra consideración, ha de ser entendida, a partir de esta condición básica (en una entidad sana); y solo ella, cuenta con las dignidades suficientes, para la evaluación y el juicio, de una modalidad social.

Así las cosas (en honor a la verdad) cuando miramos las nuevas formas organizativas de la sociedad industrial (y agraria); pese a la creciente conformidad (absurdamente hoy) muy común a la presencia universal de la conciencia feliz, y al éxito en las relaciones con la naturaleza y la productividad; no podemos engañarnos. Pues, más allá de las apariencias y de los prejuicios, la sociedad opulenta (que sigue pagando fortunas por su seguridad); conquistada por el capitalismo industrial contemporáneo (brutalmente cerrado); se ha constituido en la organización más taponada y autoritaria, de que se tenga memoria. Porque, en el lugar en donde, en otros tiempos históricos, campeaban… el terror, la intimidación y el despotismo, como fuente de autoridad y de poder; la sociedad industrializada ha entronizado la conformidad, la abulia, el control y la administración (oligárquica) de todas las pulsiones instintivas y generalmente, contradictorias, negadas asimiladas, absorbidas por la fuerzas del dinamismo histórico de la realidad que se ha tornado en algo absolutamente simple.

Si, la democracia, consolida la dominación, más firmemente que el absolutismo; y la libertad administrada y la represión instintiva, llegan a ser, las fuentes renovadas de la productividad. Más allá de la supresión de los agentes efectivos de la disensión y el conformismo; la sociedad unidimensional, ha conseguido algo, que en la luz de la historia, parecía imposible, reprimir y anular toda posibilidad de crítica, en una forma genuina. En efecto, si dentro de la claridad, eficacia y productividad, de la sociedad industrializada, los hombres, cómoda y suavemente razonables y democráticos, universalizan un proceso destructivo, en el ámbito planetario.

Acotación del autor de estas notas: Así es como la tecnología ha hecho posible conquistar las fuerzas sociales centrífugas, indispensables e irreverentes; debe entregar algo a cambio de semejante rendición. Ya que hoy, no es el terror, un argumento universalmente utilizado, en las etapas preindustriales; sino, la eficacia abrumadora y la calidad de vida. Por supuesto, la práctica de semejante propuesta, se sostiene sobre otra practicidad aún más abrumadora y simplista, como es, la sola posibilidad del despilfarro; la omnipresencia del deseo cumplido, de la avidez satisfecha, de la inacabable apropiación de necesidades falsas. Solo ahí, puede resignarse la conciencia crítica, a la entrega y el facilismo.

Únicamente, en el abandono de la voluntad engañada, en medio de la presunta libre escogencia de bienes y servicios, y en la conquista del lucro, puede abandonarse la vocación fundamental del ser humano. Pero, este mundo que ya se ha apoderado de las nuevas formas de control; que ha conseguido anular la contradicción y el erotismo, como fuerzas renovadoras y que ha logrado convertir en racional su propia irracionalidad; se sostiene sobre la anulación garrafal del mundo externo; sobre una abyecta expoliación de la naturaleza que debe proveer la abundancia que haga posible el despilfarro (causante, de todos los males económicos del planeta); y la relación libidinosa con la mercancía, con los artefactos motorizados agresivos (como la posesión de una sola persona y para su uso personal, de varias limosinas tan grandes como flotas) con la retórica falsa del supermercado. Igual que la diaria indumentaria millonaria, solo para ir de compras.

Las comunicaciones masivas, consiguen reunir de manera armónica, e incluso inadvertida al arte, la política, la religión y la filosofía, con avisos comerciales; que de esta manera, las hermanan, con un destino común, indiferenciado e integrador: a la condición de mercancías. Asimiladas, estas potencias abstractas del espíritu humano, que por definición, podrían transgredir en cualquier momento, los muy concretos límites del buen vivir; y del correcto desear, en la lógica global del mercado; así, se avanza hacia un designio fundamental: la construcción de una totalidad inmune a todo cambio. Se trata pues, de universalizar una forma de razón, desde la cual, diversas pulsiones irracionales del hombre moderno, sean absorbidas e integradas en la lógica implacable, del intercambio productivo.

Acotación del autor de estas notas: Ahora bien, el presupuesto fundamental de la sociedad unidimensional, que le permite, proponer su reduccionismo, como debe ser, inobjetable y universal, es su presunta racionalidad. Pues, dentro de las sociedades opulentas y el camino que se traza desde ellas, el cual habrá de ser seguido, tarde o temprano, por todos los pueblos de la tierra, el faro, es la fuerza omnipresente de la razón. Lejanos, ya, los días ominosos en que los hombres se trenzaban en inútiles confrontaciones sentimentales, instintivas o anárquicas; pues, las nuevas condiciones de la tecnología, hacen posible la racionalidad sobre la tierra.

Subjetividades, imprecisiones, prejuicios y demás vaguedades, desaparecen bajo la luz reveladora del funcionalismo y de la razón práctica. El resultado concreto de las historia, es la mejor comprobación de esta verdad. Las fuerzas, que en otro momento se manifestaban dentro del sistema social, e imponían sus incertidumbres, han sido suprimidas en la sociedad opulenta; y en esa misma medida es posible repartir los bienes, en una escala cada vez mayor; y usar la conquista científica de la naturaleza, para la conquista científica del hombre.

De esta manera, la sociedad industrial avanzada, ha alcanzado el logro más significativo de la historia social, al orientar las fuerzas sociales en términos de una racionalidad que involucra todas las esferas del hacer humano. Los dinamismos políticos, simbólicos y programáticos se orientan en el único sentido de preservar y mejorar el statu-quo; y con ese fin, los antiguos antagonistas, se aúnan en dirección de la razón técnica y funcionalista. Sin embargo, el protagonista de tal situación, no manifiesta de manera alguna, felicidad y salud verdaderas, en su actuar cotidiano.

Acotación del autor de estas notas: Los esclavos de la sociedad industrial, desarrollada; son esclavos sublimizados, pero al fin y al cabo, son esclavos; porque la esclavitud está determinada, no por la obediencia, ni por la rudeza del trabajo, sino por el status de instrumento y la reducción del hombre, al estado de ¨cosa¨. Esta es la forma más pura, de servidumbre; existir como instrumento, como ¨cosa¨. Pero, el hecho de que esa ¨cosa¨, pueda elegir sus objetos de consumo, y viva en la práctica una vida bella, limpia móvil; no lo rescata de su indignidad. El hombre unidimensional, desenmascara la naturaleza profunda, de su constitución espiritual y la del mundo en el cual vive.

Urge, entonces, desarrollar una nueva teoría crítica de la sociedad, que provoque y posibilite la bidimencionalidad; el enfrentamiento, la dialéctica que debe ser, y es, ya de hecho, el fundamento de todo lo existente. La circunstancia, de que en el mundo unidimensional, no se pueda establecer la diferencia; entre la necesidad genuina y la falsa; entre la conciencia verdadera y la errónea; entre el interés inmediato y el real; significa, que tal distinción, nos sea indispensable. Todo lo contrario, la vida misma de los hombres, el futuro de la vida sobre la tierra, dependen precisamente, de esta necesidad; de limitar lo verdadero de lo aparente.

Los resultados de tal confrontación, son impredecibles y sombríos. La misma denominación del ¨bárbaro¨, con toda su carga de valor, podría muy bien ser aplicada a los pulcros hombres unidimensionales, que naufragan en medio de su civilidad. De cualquier manera, abierta cuando menos la posibilidad, de que los extremos históricos se encuentren, esta vez, y los hombres más depauperados y explotados, armonicen con los más prósperos y desarrollados, de la modernidad; tendremos que coincidir con las palabras que Walter B., escribiera… en los principios de la era fascista:

¨Solo, gracias a aquellos sin esperanza, nos es dada la esperanza¨.

La contención del cambio.-

Acotación del autor de estas notas: Ya la teoría marxista clásica, veía la transición del capitalismo, como una revolución política. El proletariado, destruyó el aparato político del capitalismo; pero, ensayó el aparato tecnológico, sometiéndolo a la socialización. Pues, hay una continuidad en la revolución: la racionalidad tecnológica liberada de las restricciones y destrucciones irracionales, que se sostiene y consuma, en la nueva sociedad.

Pero, aunque el desarrollo de la tecnología, está sujeto a las leyes económicas de cada formación social; no termina como otros factores económicos, cuando dejen de actuar las leyes de la formación. Cuando en el proceso de la revolución, las viejas relaciones de producción, sean destruidas, la tecnología permanecerá; y, subordinada, a las leyes económicas de la nueva formación económica, seguirán su desarrollo con una velocidad cada vez mayor.

En el capitalismo avanzado, la racionalidad técnica, se encierra en el aparato productivo, a pesar de su uso irracional. Esto, se aplica, no solo a las industrias mecanizadas; sino también, a la forma del trabajo, como adaptación y manejo del proceso mecanizado; organizado, según la gestión científica.

Acotación del autor de estas notas: Marx, sostuvo que la organización y dirección del aparato productivo, por los productores inmediatos; introduciría un cambio cualitativo, en la continuidad técnica; esto es, que encaminaría la producción hacia la satisfacción de las necesidades individuales; que se desarrollarían libremente. Pero, la negación, es precisamente, una nueva conciencia, en este espacio interior; el espacio de la práctica histórica trascendente; el que está siendo anulado por una sociedad en la que tanto los sujetos, como los objetos, constituyen instrumentos, en una totalidad, que tiene su razón de ser; en las realizaciones, de su toda poderosa… productividad cuyo fruto, es acaparado por el acaudalado empresario.

En cuanto, a otros menos desheredados, la sociedad se ocupa de su necesidad de liberación; satisfaciendo las necesidades que hacen la servidumbre agradable y quizás incluso imperceptible; (como por ejemplo, distribuir parte de su ganancias) y así, se logra esto, dentro del proceso de producción mismo. Pues, bajo este impacto, las clases trabajadoras de la civilización industrial, están pasando por una transformación decisiva, que ha llegado a ser el objeto de una vasta investigación sociológica; bajo factores, como la mecanización; que cada día, disminuye en su intensidad, la energía física gastada en el trabajo. Luego, la buena nutrición, como herramienta productiva, fue haciendo del carácter del trabajador, algo positivo psíquico-somático.

Así que, en las fábricas más automatizadas, se subrayó la transformación de la energía física, en habilidad técnica y mental… habilidades de la cabeza, más bien que de la mano; más que del artesano; o sea, del nervio, más que del músculo; del experto, más que del trabajo manual; el encargado del mantenimiento, más que del trabajador. Así, el proletariado, de las etapas del pasado capitalista, era en verdad, una ¨bestia¨ de carga, que proporcionaba, con el trabajo de su cuerpo; las necesidades y los lujos de la vida; mientras vivía, en la suciedad y en la pobreza. De esta forma se convirtió en la negación viviente de su sociedad. En contraste, con el trabajador organizado, en zonas avanzadas de la sociedad tecnológica.

Entonces, se debe insistir en la estrecha relación, entre los conceptos marxistas de explotación y pauperización; a pesar de las nuevas definiciones posteriores, en las que la de pauperización llegó a ser un aspecto cultural; o hasta que punto relativo, puede aplicarse también al hogar suburbano; que connota la absoluta necesidad y exigencia, en su verter condiciones de vida intolerables; tal necesidad absoluta, aparece al principio, de toda revolución contra las instituciones sociales básicas.

A pesar de que la tendencia hacia la asimilación, se encuentra en la estratificación ocupacional. Pues, en los establecimientos industriales claves, la proporción del trabajo manual declina, en relación con la del elemento de ¨cuello blanco¨. El número de trabajadores separados de la producción, aumenta. Este cambio cuantitativo, remite a un cambio en el carácter de los instrumentos básicos de la producción. Ya que, en la etapa avanzada de la mecanización, como parte de la realidad tecnológica, la máquina no es una unidad absoluta; sino, solamente una realidad técnica, individualizada abierta en dos direcciones: la de la relación con los elementos; y la de las elaciones interindividuales con el aparato técnico.

Una perspectiva de contención.-

¿Hay alguna posibilidad, de que una cadena de productividad y de regresión crecientes, pueda ser rota?

Esto… requiere por lo menos, de un intento de proyectar siempre… los desarrollos contemporáneos hacia el futuro; asumiendo una evolución normal (marginando, la posibilidad de una guerra nuclear.) Pero, en esta, desde luego, es una suposición… el enemigo no dejará de ser casi que, permanente; o sea el comunismo; en coexistencia con el capitalismo y el fascismo. Y al mismo tiempo, el capitalismo, que en este esquema, será siendo capaz de incrementarse (y de subir el nivel de vida, especialmente para los más ricos); dejando por fuera a los más pobres, cada vez en mayor número; más que todo debido al despilfarro de los más ricos y su demanda salarial, cada vez más alta. En esto, no fue suficiente el descontento, materializado, en ya, dos guerras mundiales y las consecuentes hambrunas y el sacrificio de millones de vidas. Pero, no obstante, la creciente (productividad aparente) y el aumento de las tasas de natalidad, produjeron, naturalmente, un sistema dominante de economía a la defensiva, que ya nada, ni nadie podría socavar, ni menos detener.

Así, el sistema, lógicamente, tendería hacia la administración total; como la dependencia, de una administración con dirigentes y organismos públicos; tanto, dentro del gobierno, como en la empresa privada; y sus respectivos clientes y servidores; naturalmente, infiltrados en los respectivos congresos nacionales. Gestión, ya de si, inalterable. Entonces, solo la demanda, por cada día más escaso trabajo, será lo único que desestabilizará al sistema.

Acotación del autor de estas notas: Así, (lo pronosticó Marx) habrá dos tendencias centrifugas, interiores y exteriores; una de ellas, la automatización; que al llegar a límites de posibilidad técnica, se hará incompatible, con una sociedad basada en la explotación. En esta transformación, el gran pilar será el individualismo social. Tan pronto, como el trabajo humano, deje de ser fuente de riqueza; el tiempo de trabajo cesará; el valor del cambio, dejará de ser la medida del valor de uso. Luego, ésta ya no será la base del desarrollo, ni de la riqueza social. Se desplomará el valor del cambio y el patrón oro. Será, el caos económico y bursátil; y el paso, de la cantidad, sobre la calidad, romperá todas las cadenas impuestas.

Y… esta será la trascendencia histórica, hacia una nueva civilización; la civilización, del ¨neo-socialismo¨ del Siglo XXI; ya sin extremismos castrenses; ni satrapías, que lo impongan al acomodo de sus camarillas; será el verdadero socialismo democrático y cristiano; sin engaños ni mentiras subyugadoras. En el cual, sus dirigentes, sin intereses de clases, serán verdaderos sabios; y maestros, sistematizados, en el arte económico.

Esta posibilidad, se hará más realista, conforme la lucha entre el capitalismo y el comunismo, se deslice del campo militar, al campo social y económico. Mediante, el poder de la administración total y la automatización, que permitirá grandes logros en el nivel técnico. Igualmente, que por la desaparición, dentro del proceso, de la conciencia política, fuera de la acción independiente, entre los grupos, en el logro de identificar los verdaderos intereses del trabajador, ya más productivo, por el incentivo, de la repartición de ¨utilidades¨ por parte de empleador.

En esas circunstancias, y las perspectivas de una contención dinámica, de las tendencias centrífugas; dependerá esencialmente de la habilidad de los intereses creados; para ajustarse a sí mismos, y a su economía; a los requerimientos del Estado, en el bienestar colectivo. Así, una inversión y dirección gubernamentales, cada vez mayores en planificación; y en un programa de ayuda exterior, mediante una seguridad social total; y obras públicas a gran escala. Hará del ¨neo-socialismo cristiano¨ del Siglo XXI; la mayor oportunidad para la humanidad actual, que a la larga, verá su verdadera salvación, no solamente, en cuanto a su alma… sino, a su físico, y el de los suyos.

La conciencia feliz.-

Acotación del autor de estas notas: Según la creencia, de que lo real, es irracional; y de que en el sistema social establecido, se producen bienes; es lo que causa, una especie de conformismo general; faceta de la actual nacionalidad tecnológica, que se traduce, en una de las formas modernas, de conducta social. O sea, que se aguanta, solo por no perder conquistas adquiridas.

Esto es nuevo, en cuanto que es racional; hasta un grado (hoy) sin precedentes. Sosteniendo, a una sociedad que ha reducido la irracionalidad más primitiva, de los estadios anteriores, que (según esto) prolonga y valora la vida. Mas, que como ahora, abolidos los campos nazis y sucedido todos los horrores anteriores; siendo la guerra, lo de siempre; ya eliminada toda irracionalidad, que redujo la tortura a lo normal, pero que no sucumbe (por temor) en la aniquilación total; dejando, además, al margen a los países subdesarrollados; que hace, ahora, hasta, reinar a la completa paz.

El poder, sobre el hombre adquirió un valor inmenso, por esta sociedad, que olvidando sin cesar (debido a la productividad) fue capaz de demostrar un nuevo valor cultural. Del mismo modo, ha sido la destrucción de los recursos naturales; y la proliferación del despilfarro, como prueba de su opulencia, y de los altos niveles de bienestar; así la comunidad, la verdad, ya ni se preocupa… del caos que se avecina; y que lo previenen, las caídas de las bolsas económicas, de todo el mundo. Pues, hubo muy pocos para gozar y muchos para sufrir.

Lenguaje de la administración total.

Acotación del autor de estas notas: Pero, este tipo de bienestar, basado en la superestructura productiva, que a su vez descansa sobre la degradación de la sociedad, y las bases de la publicidad. Así, el lenguaje creado, aboga por la identificación, y la unificación, que aunados en una conducta unidimensional, expresa, al parecer, la promoción sistemática del pensamiento y el ataque concentrado a la tradición; surgiendo a la vez formas bidimensionales, dialécticas; y conductas tecnológicas, en los mismos hábitos del pensamiento social.

En la expresión típica de estos hábitos del pensamiento, la tensión entre apariencia y realidad; entre el hecho y el factor que lo provoca; entre distancia y atributo; hoy tiende a desaparecer. Los conceptos de autonomía, descubrimiento, demostración y crítica, dan paso ahora, a los de designación, a sección e imitación; son eventos mágicos autoritarios y hasta rítmales que cubren el idioma. Estas identificaciones que aparecen como un aspecto del operacionalismo; reaparecen, como rasgos del discurso, en el comportamiento social. En este punto, la funcionalización del lenguaje, contribuye a rechazar los elementos no conformistas, de la sintaxis, y se ven igualmente afectados. En lo que sería, en el futuro, el lenguaje binario y los cero errores.

Sin embargo, en los laboratorios de defensa y las oficinas ejecutivas; los gobiernos y las maquinas; los jefes, los expertos y los salones de los políticos, que conciben adecuadamente el idioma, que induce a la gente a actuar, comparar y aceptar, en formas, indicativos y símbolos de razonamiento tecnológico; el cual tiende a identificar las cosas y sus funciones. Así, el rasgo distintivo del operacionalismo, para hacer al concepto, sinónimo del campo de operaciones correspondientes; reside en la tendencia lingüística a considerar los nombres de las cosas, como si fuesen indicativos, al mismo tiempo de su manera de funcionar y los nombres de las propiedades y procesos; como símbolos del aparato empleado para descubrirlos o producirlos. Este es el razonamiento tecnológico, el cual tiende a identificar las cosas y sus funciones.

Así, la palabra y el concepto tiende a coincidir; o sea, que el concepto tiende a ser absorbido por la palabra y aquel no tiene otro contenido, que el designado por la palabra; de acuerdo con el uso común y generalizado, que a su vez se espera de la palabra; que no tenga otra implicación que el comportamiento común y generalizado. Luego la palabra se torna cliché, que gobierna al lenguaje; y su conjugación impide el desarrollo armonioso del significado.

En cambio, la situación se torna diferente, cuando, respecto a los términos, que denotan cosas o, sucesos, que aparezcan más allá del tipo de contexto incontrovertible; en este caso, la funcionalización idiomática, solo expresa una reducción del sentido que tiene; por ejemplo, una connotación política. Luego los nombres de las cosas, son no solo una forma actual; sino, que también, definen su significado, encerrado en una forma autoritaria, totalitaria de gobernar; que en la oración, se convierte, como en una declaración, que debe ser aceptada, rechazada; en la demostración, calificación y negación de su principal significado.

En los sitios claves del mundo lingüístico público, las proporciones con valor propio, analíticas; funcionan como verdaderas fórmulas mágico-rituales, machacadas en la mente del receptor, que producen el efecto de encerrar en un círculo, a las condiciones prescritas. Entonces… adjetivos, como libertad, igualdad, democracia y paz; implican analíticamente, un grupo especial de atributos que se presentan inevitablemente, cuando el nombre se escribe, o se menciona.

En este mundo del lenguaje público, éste se mueve, mediante sinónimos; o, tautologías que en realidad, nunca avanzan hacia una diferencia cualitativa. Pues la estructura analítica aísla al sustantivo principal, de todos aquellos significados que podrían invalidar el uso del sustantivo, aceptado en discursos políticos.

Los universales.-

La posibilidad de las alternativas.

Acotación del autor de estas notas: El compromiso de la filosofía analítica, con la realidad del pensamiento y el habla… se muestra claramente, en el tratamiento de los ¨universales¨. El problema fue referenciado, como parte del carácter general, inherente histórico y al mismo tiempo, trascendente, de los conceptos filosóficos. Pues el tema de los universales; revela la posición de una filosofía nueva, en la cultura intelectual y su función histórica.

Así la filosofía analítica contemporánea, se propone exorcizar «mitos» o «fantasmas» del orden metafísico; tales como: los espíritus; la conciencia; la voluntad; el alma; y el «yo»; disolviendo la intensión… de estos conceptos… en afirmaciones, sobre operaciones; actuaciones; poderes; disposiciones; propensiones y habilidades etc. Particularmente identificables. El resultado muestra, extrañamente la impotencia de la destrucción: por lo tanto, el fantasma sigue persiguiéndonos. Aunque cada interpretación o traducción, puede describir adecuadamente, un proceso ¨mental¨ del orden particular. Por ejemplo: el acto de imaginar lo que se quiere decir… cuando se dice «yo»; o lo que quiere decir el ¨cura¨ cuando dice que ¨María¨ es una buena chica. Pero, ni una sola de estas reformulaciones; ni su suma total; parecen captar; o, incluso, circunscribir el significado total de términos: como, el espíritu; la voluntad; el «yo»; y el bien. Estos ¨universales¨, siguen persistiendo, tanto en el uso común, como en el poético. Y cada uso, se distingue de diferentes formas de conducta; o, disposición; que, según el filósofo analítico, completa su significado.

Sin duda, tales ¨universales¨, no pueden alcanzar validez alguna, mediante la animación, del que denotan, una totalidad que es superior, y diferente, de sus partes. Y aparentemente lo son; pero esta «totalidad»; requiere un análisis, no mutilado, del contexto de la experiencia. Pero, además, si este análisis ¨supra lingüístico¨, es rechazado; si el lenguaje común, se toma como valor inmediato; esto es, sin un universo falaz, de entendimiento general entre la gente; se sustituye por el universo prevaleciente, de incomprensión y comunicación administrada.

Acotación del autor de estas notas: Los universales, en tela de juicio y puestos en cuestión, para bien o, para mal; son traducibles y sustancialmente mitológicos. Pueden ser disueltos, dentro de formas de conducta y disposición. Son obligados por las circunstancias, a identificar su espíritu, con el proceso mental del «yo»; para poder así, llegar a la realidad. Siendo uno de los problemas de la filosofía analítica moderna. Ya que, no son fácilmente correspondientes, con entidades particulares. Pero gozan de un perfecto sentido común. Algo así, como una universidad; compuesta por diferentes facultades, pero que forman una sola entidad particular o, sea, una universidad, que actúa por medio de sus representantes; y son tangibles, por medio de sus manifiestos. Pues, de lo que se trata, en últimas, es de aprender a vivir en comunidad, no de creer. Pero, si aún esto es necesario, bien sea integrado, solo como fe.

Sin embargo, incluso, si le damos tal realidad a los universales, por ejemplo, a los políticos ¿No tienen todos los demás universales, un status muy diferente? Lo tienen, pero su análisis es conservado muy fácilmente, dentro de los límites de la filosofía académica. La irreductible diferencia entre el universal y sus particulares; parece estar enraizada, en la experiencia original de la inconquistable diferencia, entre las dos dimensiones; del único mundo experimental. El universal se comprende en una sola idea; las posibilidades que están realizadas y al mismo tiempo, detenidas en la realidad.

Pero, la protesta, contra el carácter, al parecer vago, oscuro y hasta metafísico; de tales universales; la insistencia en una concreción familiar; y la protectora seguridad (aparente) del sentido común y aún del científico; revela algo, de la angustia primordial, que guió los orígenes conocidos, del pensamiento filosófico; en su evolución, de la religión, a la mitología, y de ésta, a la lógica; y de ella, al cientificismo. Y la defensa, y la seguridad, son todavía grandes apartados, en los presupuestos, tanto intelectuales, como nacionales. Sin embargo, la experiencia cruda, parece estar más familiarizada, con lo abstracto y lo universal; de lo que está, la filosofía analítica; al parecer incrustada, en un mundo metafísico (para muchos inalcanzable.) De aquí, la importancia, al escoger democráticamente (por el voto popular); a los verdaderos representantes del pueblo, en los congresos; pues, deben ser, aparte de honestos; seres muy bien dotados en inteligencia y sabiduría docente; tanto en lo filosófico, como en lo legal, económico y principalmente en lo científicamente humano; ya que la maldad, se cuela por tales vericuetos.

Los universales, son principalmente, elementos primarios de la experiencia; no como conceptos filosóficos, sino como las cualidades propias del mundo, con el que uno es confrontado diariamente. Lo que se experimenta por ejemplo, con la nieve, la vida, el calor, la lluvia en fin las cosas particulares en donde los sucesos, simplemente aparecen; ya que no pueden serlo, sin que su identidad se pierda. Es el terreno en donde viven y están precisamente estructurados, en esos universales; que al parecer, son la organización física de nuestro mundo. Pero, en esto, una cosa son los adjetivos, y otra, los sujetos. Una cosa, es la sustancia, y otra, la esencia. Sin embargo las cualidades son universales que están más cerca de las sustancias. Ahora, el carácter sustantivo de las cualidades, señala el origen relacionado con la experiencia (la madre de la sabiduría) de los universales sustantivos; la manera en que los conceptos se originan en la experiencia inmediata.

Acotación del autor de estas notas: La filosofía del lenguaje, subraya el carácter experimental del concepto, en su relación con el mundo; este le lleva a asumir un parentesco original, no solo, entre conceptos y palabras; sino también entre conceptos y sonidos. Por ejemplo, el habla, no es construida a partir de la palabra; sino, las palabras salen de la totalidad del habla. Así, el sujeto maneja la expresión, y no la expresión maneja al sujeto. Por lo tanto, en la interpretación del sujeto, con base en los universales (bien concebidos) nacen las ideas; no las ideas, salen de las palabras (casi siempre sin sentido.)

Así es como, el sustantivo universal, encierra cualidades que sobrepasan toda experiencia particular; pero, persiste en la mente, no como una invención de la imaginación; ni como posibilidades lógicas; sino, como el material, del que está hecho nuestro mundo. Luego, los universales, aparecen como instrumentos conceptuales, para la comprensión de condiciones particulares de cosas, a la luz de sus potencialidades. Son históricos o, supra-históricos; conceptualizan el material del que consiste el mundo experimentado; y lo conceptualizan con la imagen de sus posibilidades; a la luz de su limitación actual; su supresión y su negación. Ni la experiencia, ni el juicio son privados. Los conceptos filosóficos se forman y desarrollan dentro de la conciencia de una condición general, en una continuidad histórica; se elaboran desde una posición individual; dentro de una sociedad específica.

Los elementos de desorden, figuran entre los puros objetos del pensamiento. También ellos, están separados de una base social, y los contenidos de los que se abstraen; guían la abstracción. De este modo, se levanta el espectro del historicismo. Si el pensamiento, procede de condiciones históricas que siguen operando en la abstracción. ¿Hay alguna base objetiva, sobre la que se pueda hacer la distinción, entre varias posibilidades proyectadas por el pensamiento; entre formas de trascendencia conceptual, diferentes y en conflicto? Es más, la cuestión, no puede ser discutida, sólo, con referencia a diferentes proyectos filosóficos. Así, el término proyecto, subraya, el elemento de libertad y responsabilidad; en la determinación histórica: liga la autonomía, con la contingencia.

Conclusión

Acotación del autor de estas notas: La sociedad unidimensional, avanzada y altera la relación entre lo racional y lo irracional; contrastado con los aspectos fantásticos y enajenados de su racionalidad; así, el reino de lo irracional, se convierte, en el ámbito de lo realmente racional; de las ideas que pueden «promover el arte de la vida». Si la sociedad establecida, administra toda comunicación normal, dándole validez; o, invalidez de acuerdo con exigencias sociales; los valores ajenos a estas exigencias, quizá, no puedan tener otro medio de comunicación, que el anormal de la ficción. La dimensión estética, conserva todavía una libertad de expresión, que le permite al escritor y al artista, llamar a los hombres y a las cosas, por su verdadero nombre.

Pero, al reducir espacio, el aspecto romántico aportado por la imaginación; la sociedad fuerza la imaginación a probarse a sí misma, en nuevos terrenos; en los que las imágenes, se traducen en capacidades y proyectos históricos. La traducción será tan mala y deformada, como la sociedad que la realiza. Separada del dominio de la producción material; y las necesidades materiales; la imaginación sería un mero juego inútil, en el juego del reino de la necesidad, comprometida sólo con la lógica fantástica; y una verdad fantástica.

El carácter científico racional de la imaginación, ha sido reconocido, hace ya mucho tiempo, en las mismas matemáticas; en las hipótesis, y en los experimentos, aplicados a las ciencias físicas. Es igualmente reconocido, en el psicoanálisis teórico, de la aceptación racional específica de lo irracional; así, la imaginación comprendida, llega a ser orientada, en una nueva dirección; entonces, una fuerza terapéutica… puede ir mucho más allá, de lo que la cura misma de la neurosis; así lo aseguran los científicos.

Acotación del autor de estas notas: Luego, liberar la imaginación, para que se pueda disponer de todos los medios expresivos; presupone, una regresión de mucho de lo que ahora este libre, y perpetúe a la sociedad represiva. Tal reversión, no llega a ser asunto concerniente a la psicología; o, a la estética; sino, a la misma política; en el sentido en el que el término ya ha sido usado. Las prácticas, en la que las instituciones sociales básicas, son desarrolladas, definidas, sostenidas y cambiadas; luego, es cosa de los individuos, que sin importar su forma organizativa; deben plantearse, una vez más, las siguientes preguntas: ¿cómo los individuos administrados, y cuya mutilación está inscrita… en sus propias libertades y satisfacciones; así reproducidas a escala más amplia; libérense al tiempo, de sí mismos y de sus ¨amos¨ ? y finalmente; ¿cómo es posible pensar siquiera, que pueda romperse, este círculo vicioso?

En cualquier forma, la combinación de autoridad centralizada y democracia directa, está sujeta a infinitas variaciones, de acuerdo con el grado de desarrollo. La autodeterminación será real, en la medida en que las masas (predominantes) hayan sido disueltas, en individuos liberados de toda propaganda, adoctrinamiento; o, manipulación. Individuos (estudiosos) que sean capaces de conocer y de comprender los hechos; y de evaluar las alternativas. En otras palabras, la sociedad será racional y libre, en la medida en que esté organizada, sostenida y reproducida por un (buen) sujeto histórico, esencialmente nuevo.

Pero los hechos y las alternativas, son como fragmentos que no encajan; o, sea, que son como un mundo de ¨mundo-objeto¨… sin un sujeto; sin la práctica, que movería a estos objetos, en una nueva dirección. La mayoría dialéctica, no es rentable (políticamente); y tampoco puede ofrecer el remedio. No puede ser positiva. Sin duda, el concepto dialéctico, al comprender los hechos dados; los trasciende. Este es el signo de su verdad. Define las posibilidades históricas, incluso las necesidades; pero su realización, solo puede estar en la práctica, que responda a la teoría; y en el presente, la práctica, no da tal respuesta.

Acotación del autor de estas notas: Y, no importa que pueda manifestarse tan claramente, el carácter irracional de la totalidad. Y con él, la necesidad, nunca ha sido suficiente; para utilizar las posibles alternativas, enfrentadas, a la omnipresente eficiencia del ¨sistema¨ de vida dado. Las alternativas, siempre han de ser parecidas, utópicas. El discernimiento de la necesidad, la conciencia del mal estado, no serán lo suficiente; incluso en la fase en la que los logros de la ciencia; y el nivel, de la productividad (gracias al obrero) hayan eliminado, los aspectos utópicos, de las alternativas; cuando, sea utópica la realidad establecida, más bien que su opuesto.

¿Significa esto, que la ¨teoría crítica¨ de la sociedad, abdica y deja el campo libre a una sociedad empírica, libre de toda guía teórica; excepto, la metodología que sucumbe a las falacias de una concreción mal situada; realizando, así, un servicio ideológico, al tiempo que proclama la eliminación de los juicios de valor? ; ¿Los conceptos dialécticos, muestran una vez más su valor, comprendiendo su propia situación, como la de la sociedad que analiza? ; ¿Puede entonces, su crítica, vencer, precisamente, en el punto de su mayor debilidad; y su incapacidad para demostrar la existencia de tendencias liberadoras, dentro de la sociedad establecida?

Por ende, es su estado más avanzado, la dominación funciona como administración; y en las áreas súper-desarrolladas de consumo de masas; la vida administrativa , llega a ser la buena vida de la totalidad, en defensa de la cual, se unen los opuestos. Recíprocamente, su negación, parece ser la ¨forma pura¨ de la negación. Todo contenido perece reducido a la única petición abstracta del fin de la dominación: única exigencia verdaderamente voluntaria; que daría validez a los logros de la ¨civilización industrial¨. Ante su eficaz negación, por parte del ¨sistema¨ establecido; esta negación, aparece bajo una forma políticamente impotente, de la ¨negación absoluta¨ ; una negación que parece más irrazonable, con forme el ¨sistema¨ establecido, desarrolla aún más, su productividad y alivia las cargas de la vida.

Pero, si el carácter abstracto de la negación, es el resultado de la reificación total; el fenómeno concreto para la negación, puede existir todavía; porque, hoy, la ¨reificación¨, es pura ilusión. Por el mismo motivo, la unificación de los opuestos, en medio de la racionalidad tecnológica, debe ser, en toda su realidad, una unificación ilusoria, que no elimina la contradicción, entre la creciente productividad, y por su uso represivo; la necesidad vital, de resolver la contradicción. Sin embargo, la lucha por una solución, ha sobrepasado las formas tradicionales. Las tendencias totalitarias de la ¨sociedad unidimensional¨ hacen ineficaces las formas y los medios de protesta tradicionales, quizás, incluso peligrosos, porque preservan la ilusión de la soberanía popular. Esta ilusión, contiene una verdad: ¨el pueblo¨; que anteriormente, era el fermento del ¨cambio social¨, se ha elevado, para convertirse, en el fenómeno de la cohesión social. En este fenómeno más que en la redistribución de la riqueza y la igualdad de clases, se encuentra la nueva estratificación característica de la ¨sociedad industrial¨ avanzada.

Acotación del autor de estas notas: Sin embargo, bajo la base popular conservadora y liberal; se encuentra el sustrato de los proscritos; y los ¨extraños¨; los explotados y perseguidos (de siempre); los de otras razas y colores; los parados y los que no pueden ser empleados. Ellos existen fuera del proceso democrático; su vida es la necesidad más inmediata; y la más real; para poner fin a las instituciones; y condiciones intolerables. Así, su posición, es revolucionaria, incluso, si su conciencia no lo es. Su oposición golpea al ¨sistema¨, desde el exterior; y por lo tanto, no es derrotada por el ¨sistema¨; es una fuerza elemental, que viola, las reglas del juego; y al hacerlo, lo revela, como una partida truncada. Cuando se reúnen y salen a la calle, sin armas; sin protección alguna, para pedir por sus derechos civiles más primitivos, saben que tienen que enfrentarse a perros, bombas, cárcel; campos de concentración, incluso a la muerte.

Su fuerza está detrás de toda manifestación política, a favor de las víctimas de la ¨Ley¨; y del Orden¨. El hecho de que hayan empezado a negarse a ¨jugar el juego¨, puede ser el hecho que señale, el ¨principio del fin¨ de un período. Pero ¨nada¨ permite suponer que sea un buen fin. Las capacidades económicas y técnicas de las sociedades establecidas, son suficientemente grandes, para permitir ajustes y concesiones a los parias, y a las fuerzas armadas; que están suficientemente entrenadas y equipadas, para ocuparse de las situaciones de emergencia. Sin embargo, el espectro está ahí, otra vez dentro y fuera de las fronteras de las sociedades más avanzadas.

CAPÍTULO II

-Tomado en paráfrasis de: ¨Capitalismo, socialismo y democracia¨. Por: J. A. Schumpeter. Ed. Didat. 2005

El problema de la gerencia burocrática.

Acotación del autor de estas notas: No puede representarse, en las condiciones de la sociedad moderna, una organización socialista, en forma distinta de la de un aparato burocrático enorme, que llegue a todas partes. Todas las demás posibilidades, significan (de pronto) un fracaso; y un derrumbamiento. Pero, seguramente, no causará horror a nadie, que se dé cuenta, de lo lejos, a que ha llegado, la burocratización en la vida económica; y de la vida en general; que supo, abrirse paso, entre esa naturaleza de frases, que han crecido alrededor del tema. Y lo mismo, en el caso, del ¨monopolio¨; gran parte de la influencia, de estas frases, ejercen, su mayor influencia, en el nacimiento del ¨capitalismo¨.

La burguesía, se afirmaba, en primer término, luchando contra los poderes territoriales, representados por una burocracia ¨monárquica¨; a través de la cual actuaban. La mayor parte de las medidas que el mercader; o, que el fabricante consideraba, como una interferencia irritante; o, torpe, se asociaba, en la mente colectiva, de la clase capitalista, a esta burocracia; de funcionarios civiles. Una asociación mental, de esta naturaleza, es algo sumamente duradero; está asociación de ideas particulares, se mostró tan perdurable, que incluso, los mismos ¨socialistas¨, luego, tendrían miedo, a ese ¨coco¨, y se apartarían a menudo del camino; para asegurarse de que no hay nada más alejado de sus planes, en el futuro, que la idea de un régimen burocrático. Pues, la burguesía al parecer (antes) en ese campo, no hay malos ¨trabajadores¨, lo que hay, son malos ¨gerentes¨; o, jefes, encargados de hacer cumplir metas.

Ahora, el método ¨burocrático¨, de llevar los negocios, en una atmósfera moral, que difunde y ejerce frecuentemente, una influencia depresiva; sobre los espíritus más activos. Seguramente, que debido a dificultades inherentes a la misma máquina burocrática; de reconciliar la iniciativa individual, con el propio mecanismo de su funcionamiento. Pues, con frecuencia, esta máquina, deja poco lugar para la ¨iniciativa¨; y mucho lugar para los intentos (a veces) mal intencionados; destinados a asfixiar. Lo cual, llena de frustración a los funcionarios. Aunque, muchas ¨burocracias¨, gozan de reconocimiento por su trabajo. No es difícil, si embargo, insertar el elemento ¨humano¨, de procedencia ¨burguesa¨, en su lugar, dentro de una ¨burocracia socialista¨ que reconfigure, hábitos de trabajo, muy arraigados; que luego, se transfirieron (políticamente) en el nivel de lealtades.

Acotación del autor de estas notas: Pero, la satisfacción personal, la comunica, solamente, el trabajo cumplido a cabalidad; pero, su dirección, al perseguir solo, que se muestre ventajoso, un sistema re-compensatorio, al menos en el campo ¨social¨; lo torna, absolutamente, peligroso. Por una parte, la experiencia enseña, lo difícil que es hallar al ¨altruista¨, que funcione con una elevada lealtad, solo con el deseo de agradar y de cumplir (deseo, absolutamente capitalista); luego, este no puede eliminarse, solo con frases y consignas; sin embargo (al parecer) resulta muy fácil tratar este tipo de ¨egoísmo individual¨; en una forma, que resulte aleatoria con los servicios prestados; al estilo castrense; con medallas y ¨menciones de ¨honor¨; más bonos pecuniarios, como premio.

De esto, se desprende, curiosamente, que en el ¨socialismo¨ (puro); no se necesite ¨imponer¨; en una revolución de los valores de la vida, tan grande, como la que hubiese necesitado aplicar hace un siglo. Además (la verdad) el móvil del ¨prestigio¨; más que ningún otro, puede ser un modelo, mediante un simple reconocimiento; y hoy puede concebirse, que los hombres, que han realizado (en concurso) prestaciones afortunadas; se sientan casi tan satisfechos, con el solo privilegio, de poder tener, siquiera, la oportunidad de cumplir (hecho que generalmente, también, es premiado con dinero; o, con bonos.)

Acotación del autor de estas notas: Ahora, naturalmente, que los ¨fariseos¨ de la economía, al llevarse las manos a sus cabezas y rasgar sus vestiduras, con ¨santo¨ horror (en beneficio suyo); al demostrar, que tienen la sartén por el mango; y que por lo tanto puede aplicar sus tesis, disimuladamente, y ya sin escrúpulos; en toda la orbe ¨comunista¨; hoy copiadas en gran medida, por el ¨capitalismo¨ (democrático.)

¿Puede funcionar el socialismo?

(Ahorro y disciplina)

Finalmente… ¿qué, puede decirse de las funciones desempeñadas en la actualidad por la burguesía; y, de las que un régimen socialista, debería desplazar?

Bajo esta premisa, veremos dicha problemática. Ya que, con relación, a la función a desempeñar enteramente de la ¨burguesía¨; y especialmente, sus categorías superiores. No se podría, entonces, argumentar: que ahorrar es innecesario; tampoco el ahorro. La contribución, no obstante, no tiene que ser olvidada; pero, sería suficiente; a no ser, que se imagine a la ¨economía¨ del socialismo (moderno) como cuasi-estacionaria. Pero, la autoridad centralista, puede realizar mucho más eficazmente; todas las inversiones que ahora se hacen a través del ¨ahorro¨ privado; asignando directamente, parte de los recursos nacionales a la construcción de nuevas fábricas y equipos. La experiencia, no puede ser concluyente, en muchos puntos; pero, si lo es, en cuanto a esto.

En cuanto a la disciplina, hay una relación obvia, entre la eficacia del ¨sistema económico¨ y la autoridad sobre los empleados que la misma ¨sociedad mercantil¨ le confiere al ¨patrono burgués¨; por medio de las instituciones de la propiedad privada y de la ¨libre contratación. Ya que esto, no es un simple privilegio conferido a los ¨poseedores¨; a fin de posibilitarles la explotación a los ¨poseedores¨. Ya que en el nuevo ¨sistema socialista¨, desde luego, que todos son ¨poseedores¨.

Acotación del autor de estas notas: Ahora, será a caso conveniente, sustituir la expresión ¨autoridad¨, por una más precisa ¨disciplina¨, tirana (del pasado); empleada, para dedignar el hábito inculcado, a la sazón, por agentes distintos, de los mismos individuos, sujetos a la disciplina (de siempre); de obedecer y de aceptar de buena gana (a lo eslavo y por costumbre); la supervisión y la crítica. No existiendo, remuneración por derecho; ni distribución, entre los trabajadores, de algunas regalías y bonos, por el exceso de utilidades. Partiendo del supuesto, de que obedecer y aceptar como ¨disciplina de grupo¨; sea el mero resultado de hábitos sumisos del pasado.

Pero aunque, desfiguradas (por idealismos absurdos); haya otras opciones; al suponer al ¨obrero¨, con suficiente cultura, como para poder discernir tal situación; no solamente por intuición y algún sentimiento humanístico; es aprovechada por mentes preparadas y afiladas, capaces de adivinar el futuro, que solo los lleva a mal interpretar tal situación, y a fundar esperanzas mal habidas por distracciones, que aplicadas en seres iletrados, hacen su agosto castrense.

Acotación del autor de estas notas: En esto, ocurre como en la Biblia; que en vez de ser un libro de ¨libre¨ interpretación; se le implica (por avezados e interesados conductores) interpretaciones que a la luz de la ciencia, no tienen ningún agarradero; al tiempo, que se le implican otros pensamientos de fariseos, lejanos a la verdad; y, al acomodo del ¨tirano¨; despierto, solo al oportunismo embaucador y fundamentalista; que lo único que tienen de verdad es, solo la de ellos.; y lo que no tienen, es amor y caridad; que sin sometimiento, solo aplican feracidad religiosa, creyéndose profetas.

Acotación del autor de estas notas: Ahora, es de suponer que el orden ¨socialista¨ obtendrá aquella lealtad moral, que se niega cada vez más al hoy vencido ¨capitalismo¨ atrabiliario y decadente (como, al socialismo barato); luego, hoy es necesario destacar que un sentimiento así, será capaz iniciar al trabajador, por lo menos una actitud saludable con relación a sus deberes sociales, ya como condueño y empresario. Ya no ahogarlo en la ¨lealtad empresarial¨ que solo le trajo esclavitud y miseria o sea el derecho a ser (todos) pobres y sin esperanza. Ocasionando, solo la muerte, y la desolación, entre naciones hermanas, al querer extender su frustración y su golpe, motivado por su jerga insensata.

Luego, una mueva política económica será encausada, racionalizada y sobre todo, enseñada; desde el punto de vista general, para todos, absolutamente para todos, sin excepción alguna. Igualmente, serán rechazadas las fuentes del despilfarro … origen de todos los males que acosan a la humanidad, como lo es la moda; la ambición; el coleccionismo; el lujo desmedido; y sobre todo, las clases favorecidas por la suerte; luego será un ambiente de igualdad; fraternidad y amor. Todo abrazado, en la colaboración y la humildad; conceptos, que nos recuerdan, las enseñanzas de Jesucristo y su legado de bondad. Solo pues, nos basta con creer en Dios. Así, veremos como las huelgas, serán historia; así como el descontento… al desaparecer de nuestra psiquis el ¨thimo¨; o sea, solo el intenso deseo por colocarnos por encima de los demás. Abolido esto, como la causa de la verdadera esclavitud económica del pasado; como única referencia de la evaluación personal y el culto a la esta. En esta forma, el mundo globalizado, verá nacer, un: ¨Nuevo Estado Socialista Cristiano¨.

La disciplina autoritaria del socialismo, fue una lección Rusa.

Primero: Producida por la autodisciplina, resuelta en una mala interpretación de la teoría marxista; al igual que sucede con los libros sagrados. Lo cual, nos lleva pensar, que en la medida, en que tengan lugar; o que tuvieron; pudo existir, en un mundo en el cual, hubo más autodisciplina; y por tanto, menos necesidad de una disciplina autoritaria. Esto sería lo correcto. Lo incorrecto, estuvo en la interpretación dada por Lenin y sus secuaces, como Stalin y demás seres de la camarilla. El uno, por carecer de voluntad, para imponer las enseñanzas del maestro; y el otro, por física ambición de poder.

Pero, sea como fuere, el pueblo amaba a sus amos; esto está comprobado históricamente. Las grandes revoluciones, se dieron, por física hambre (también, del saber); nunca, para eliminar a sus monarcas; y menos para matarlos.

Segundo: La capacitación. Una tremenda necesidad de educar al obrero, realizada por una prestación infra-normal; referida a un amplio margen de la población (25%); y más tarde aplicada en su total capacidad. Se debió principalmente, con el fin de atacar, sobretodo, al analfabetismo (necesitaban, que la gente supiera leer su propaganda.) Ya que difícilmente se puede resolver este problema; o, enfermedad social, tan sólo mediante una disciplina autoritaria de grupo… que puede ajustarse, en una forma funcional ajustable, al menos en parte, a través de grupo que forme parte del elemento a transformar.

Acotación del autor de estas notas: (Naturalmente que dicha capacitación fue inducida, para el propio beneficio del sátrapa de turno; como lo fue J. Stalin; de quien se dijo hasta, que fue un gran letrado. Desconociendo, que lo que hiso, fue copiar, a su amo Lenin; a quien posteriormente rapara el poder.)

Tercero: Aunque pueda esperarse, que desaparezca en parte, el interés profesional, por la mera agitación social; hay que dar tiempo al tiempo, para que existan motivos, para creer que ésta no desaparecerá completamente. Ya que los arribistas, seguirán haciendo carrera (estando en su elemento); naturalmente, movidos por las circunstancias; los egoístas e idealistas (baratos), sumados a los descontentos (cada día más numerosos); que dentro de una humanidad socialista, siempre tendrán mucho que hacer. En definitiva, solamente se eliminaría una parte de entre todas las grandes fuentes de controversia. Prescindiendo de la verisimilitud evidente, por la supervivencia parcial, de los intereses localistas; tanto geográficos como industriales. Ya que pudo haber colisiones de opinión, frente a la gran empresa (el estado) y a su política de acumulación.

Acotación del autor de estas notas: Finalmente, baste con recordar, lo dicho a cerca de la indeterminación del ¨socialismo¨ (que en Rusia, no se sabía, si era socialismo; o, comunismo; si era, el presidente Lenin; o, el dictador Stalin.) En general, las camarillas, dentro de los regímenes socialistas, nunca obran bien, para apreciar, que han dejado saber, y a qué atenerse, en materia econo-filosófica.

Acotación del autor de estas notas: Bien, para apreciar la capacidad gerencial del ¨socialismo¨, debemos compararla, con la capitalista; tanto, del ayer, como del mañana. Ya que en el ¨capitalismo¨, puede esperarse, el funcionamiento de una etapa (paradójicamente) más avanzada en el campo del ¨socialismo¨ (puro.) Pues, sus bases sociológicas y psicológicas, en cuanto a la ¨obediencia¨ del trabajador, han permanecido como una disposición (natural) del hombre, a realizar ¨obediencia empresarial¨; debido a los incentivos económicos, que esto conlleva. En esto lo uno (en el socialismo) fue por miedo; y lo otro (en el capitalismo) fue por convicción habitual (tal como también lo es el ahorro.) Y para el futuro, ya se espera, una mayor participación activa del trabajador, en las utilidades (sobre todo cuando haya exceso de ellas.)

Dentro de lo paradójico.

Acotación del autor de estas notas: Pero, al reconocerle su ¨valor¨ al trabajador (el de la ciudad); la burguesía, sacrificó la ¨ventaja¨ heredada del régimen ¨feudal¨, que lo acostumbró a obedecer, como ¨esclavo¨ (quien, llamaba a los Zares, ¨padrecitos¨); y al combatir al estado ¨protector¨; para así aceptar, cierta igualdad política; indistintamente, han desaparecido, la mayoría de los medios para mantener dicha, odiosa, disciplina; y aún mas, la posibilidad de volver a utilizarla. También, ha desaparecido el apoyo moral, que la comunidad había acostumbrado, conceder al ¨patrono¨; quien reprimía las ¨infracciones¨ disciplinarias. Luego, poco a poco; se fue (enseñando) acostumbrado, a ser parte de la igualdad negociadora, por la vía legal. Así, de la neutralidad inicial, se pasó al ¨derecho¨ igualitario; como organización eficaz de negociación. Entonces, la actitud de los empleados; o, nuevos trabajadores: a sabiendas de que ya no luchaban por intereses particulares; sino públicos; y admitiendo su ¨deber¨; se formó luego, por la vía de la educación¨ y la leyenda de la proyección ¨socialista¨; con el único medio de mantener el orden jurídico, repercutiendo, en la balanza de la producción.

Ya Kant, lo había profetizado, en su famosa ¨sistematización socialista¨. Pero, en primer lugar, la ¨gerencia socialista¨ tendría que poner a su disposición, instrumentos de la antigua disciplina (de los que nunca tuvo el capitalismo.) Por ejemplo: la amenaza de la ¨destitución instantánea¨; como pacto que se hace, y se disuelve por partes iguales. Además, dicha amenaza, significaría; el retiro en forma fulminante; perdiendo todos los derechos ganados. Más recia. Aún, que en el ¨contrato capitalista¨ (que deja, vericuetos legales.) Lo cual, le otorgaría ventajas para el desarrollo. Así, dentro de la ¨atmósfera socialista¨; la nueva admonición, surtiría un efecto trascendentalmente certero.

En segundo lugar: la ¨gerencia socialista¨ encontrará más fácil; el empleo de cualesquiera de los instrumentos disciplinarios, que pueda tener disponibles. Y ya, entonces, no habrá poder que interfiera. Aquí, lo duro del sistema… puesto, que antes, se ha ¨enseñado¨ y entrenado, al ¨obrero¨: llegando hasta, dentro de un marco, ¨medicinal¨; que trate al ¨obrero¨ recalcitrante, como si fuese un enfermo; antes, que tratar medidas extirpadoras de raíz. Luego, la mendicidad, la vagancia, y sobre todo, la drogadicción (suprimiendo, las cárceles, y cambiándolas por hospitales, especializados, para el cuerpo mental del individuo; e incrementando, iglesias cristianas, para la buena salud del alma.) Además, es de esperar, que así, los intelectuales, como grupo, ya no sean hostiles; pues será contenido, por una sociedad que volverá a creer en sus propias normas. Una sociedad tal, se espera, que se mostrará especialmente, considerada, pero, firme, en cuanto a guiar a la gente joven. Finalmente, la opinión pública, no soportará por más tiempo, prácticas que ella misma considere ¨ casi criminales¨; en una palabra, en una sociedad tal, una huelga podría ser calificada de ¨motín¨, ya que entonces, se supone, que los motivos para ello, carecerían de valor.

En tercer lugar: su grupo dirigente, tendrá razones para prestar más apoyo a los ¨gerentes de empresa¨; que, al gobierno, dentro de un ¨sistema capitalista¨. Por ejemplo hoy, la actitud de los gobiernos, con respecto a las empresas; es semejante, a la actitud que en la vida política, se asocia con la oposición. Es crítica, paralizadora y fundamentalmente, irresponsable que, el dominio del ¨Nuevo Liberalismo¨ (económico); vaya a ocurrir, dentro del ´Neo-socialismo¨ del Siglo XXI. Luego, sería responsable, el ministerio de ¨producción¨; ya que tal responsabilidad, ya no correspondería al campo político.

Acotación del autor de estas notas: No obstante, el interés, que pueda tener el ¨sistema¨; en tomar partido, contra las ¨empresas¨, tendrá que ser eliminado; y sustituido, por un móvil más poderoso; para tender siquiera, a conseguir el ¨éxito¨; con el fin, de que las “necesidades básicas insatisfecha” (NBI) del ¨pueblo¨ dejen de ser cosa prolija; y los intentos, por paralizar el trabajo, e indisponer al trabajador con su labor; serían considerados como un ataque violento contra el ¨sistema¨; lo que produciría, en el acto, una reacción total; entonces, y solo entonces, veremos, como el ¨neo-socialismo¨ del Siglo XXI; apabullará, electoralmente, al ¨Nuevo-liberalismo¨.

Fue así, como en la ¨revolución rusa¨ de 1917; el pueblo, víctima de un mal llamado ¨socialismo¨; que más fue un comunismo brutal; castrense; o, bolchevique; llevó a una total desorganización el ¨proletariado industrial¨; entonces, las huelgas, ayudaron a imponer el nuevo orden chauvinista; que lograron, que el ¨sistema¨, se tomara posesión de las fábricas, dirigidas por ¨consejos obreros¨ completamente politizados; y ¨sindicatos¨ militaristas (tal como en la revolución francesa); curiosamente, dos siglos más tarde; como hoy, en el mundo del Siglo XXI. Y por ende, casi un siglo, de aquellos días nefastos, en los que se impuso, la lucha de clases; y los sindicatos reincidieron, con sus actitudes avasallantes y de camarilla. (En esto, sí que es bueno, el recodar a la historia, para que no se repita.)

Acotación del autor de estas notas: Y en 1932; debido al ¨plan quinquenal¨; y aún más disciplinado el ¨proletariado industrial¨, bolcheviquita; lo sacó adelante, con la imposición del sátrapa J. Stalin. Entonces, los miembros de los sindicatos, fueron aumentados, como verdadero instrumento disciplinario; en una actitud, muy diferente, a la de los sindicatos capitalistas. Finalmente, la destitución, que significó: privación; traslado definitivo; sinónimo, de deportación; constituyeron, procedimientos de gobernantes autónomos, de fina índole traumatizante y anti-humana. Con el único objeto, de asegurar la prestación, de futuros servicios (obligatorios); con la única compensación, con base a los famosos ¨bonos¨.

Acotación del autor de estas notas: Así, pues, aún prescindiendo de los méritos; o, desméritos de los ¨planes básicos¨; una comparación, con el sistema ¨capitalista¨; sujeto a trabas; no resulta desfavorable para la alternativa ¨socialista¨; que emplea la educación y la psicotécnica política; con una exitosa verosimilitud. Además, las desviaciones, respecto del ¨plan básico¨ del ¨sistema¨; no son, por supuesto, menos probables; que los de una sociedad mercantil; y pueden resultar más graves; y menos susceptibles de autocorrección. Pues, estas, son objeciones, no ya al ¨socialismo¨ tal como se le define hoy; sino, a los rasgos característicos, que pueden presentar algunos ¨tipos¨ particulares del ¨socialismo¨ capaz de funcionar. Lo demás, sería… demostrar que el ¨sistema socialista¨, es, o, no, compatible con la democracia.

I. La transición.

La transición, del orden ¨capitalista¨, al orden ¨socialista¨; plantea, de hecho, problemas sui-géneris; pero, a la naturaleza y la gravedad de las dificultades presentadas; se debe esperar, a que estas, difieran, tanto, según el ¨estadio¨, de la evolución ¨capitalista¨; en la que se realice una transición; según los métodos, que el grupo ¨socialista¨, pueda emplear, y que, en este, sea conveniente construir modelos diferentes; a fin de tipificar conjuntos; en diversas circunstancias. Pero, esto, al parecer, es más fácil de aplicar, ya que existe una relación manifiesta, entre el cuanto y el cómo; pero esto, será tratado, con referencia al ¨capitalismo¨… y desde luego denominados entonces… como ¨casos¨ de socialización madura, y pre-natural.

Pero, la mayoría de los argumentos… pueden resumirse en la ¨tesis¨ de Marx: de que el proceso económico, tiende a la larga a socializarse a sí mismo; y a socializar también al alma humana. Con esto, sabemos, como, las condiciones previas de ¨organización mercantil¨ administrativas y sociológicas del ¨socialismo¨, tienden a cumplirse con el tiempo. Entonces, ahora, podemos imaginar que el estado¨, dentro de un sinnúmero de ¨motivos¨ vislumbra en el futuro, una proyección sobre sí mismo, la tendencia ¨socialista¨. Así, la vida económica, puede denominarse (excepto el sector agrícola); como un pequeño número de sociedades anónimas (burócratas.)

Entonces, el ¨progreso¨, se ha amainado, ahora, mecanizado y planificado. El tipo de interés, converge hacia ¨cero¨; no solo temporalmente, bajo la presión de la política gubernamental; sino, permanentemente; a causa del agotamiento de las oportunidades, para la inversión. La propiedad y la dirección industrial; se ha despersonalizado; esto es, que la propiedad ha evolucionado, en la mera posesión de acciones y obligaciones; y los ¨directores¨ de industrias; han adquirido hábitos mentales, semejantes a los de los funcionarios civiles. Las motivaciones y las normas capitalistas se han marchitado casi por completo. La consecuencia de ello, en cuanto a la transición a un ¨régimen socialista¨; realizada en el transcurso de tanto tiempo, es obvia; pero, hay dos puntos que merecen mencionarse:

Primero: Los distintos hombres, incluso, los distintos socialistas; diferían unos de otros; tanto, en la apreciación del grado de evolución que crean, que debe ser alcanzado, para realizar el paso al ¨socialismo¨; de una manera satisfactoria, como en su diagnosis, del grado de apropiación, que haya alcanzado, efectivamente la sociedad, en cualquier época dada, a tal estadio de evolución. Estas diferencias de opinión, son muy naturales; porque el progreso hacia el ¨socialismo¨; que es inherente, al proceso ¨capitalista; marcha tan lentamente que no pasará nunca sin detenerse en ninguna señal que sea reconocible y que muestre con exactitud, cuando el camino está despejado. El espacio para diferencias de opinión, se ha ampliado por el hecho adicional de que las condiciones que se requieren para el éxito; necesariamente, no se desenvuelven todas.

Segundo: Aún suponiendo, que haya avanzado una situación inequívoca de madurez; la transición, requerirá todavía, una acción especial, y planteará todavía, una serie de problemas. El proceso capitalista, configura las cosas y las almas, para el ¨socialismo¨. En el caso límite, podría llevar esta configuración, a tal plenitud, que el paso final, no sería más que una formalidad. Pero, aún entonces, el orden ¨capitalista¨, no se convertirá por sí mismo, en ¨socialista¨; esto es, la adopción oficial del ¨socialismo¨, como la ¨Ley¨ de vida, de la comunidad; tendría, que ser dado en forma; por ejemplo: en una reforma constitucional, que en la práctica, sin embargo, la gente no esperará, el caso límite, para su implantación.

II. La socialización, en una situación de madurez.

Acotación del autor de estas notas: En el caso de la socialización, en una situación de madurez; las dificultades, con las que tendría que enfrentarse el ¨socialismo¨; no solamente, no son insuperables, sino, que ni siquiera son muy graves. La madurez implica, que la resistencia, será débil; y que se logrará, una cooperación, de la mayor parte, de todas las clases sociales; síntoma, de la cual, será precisamente, la posibilidad de llevar a cabo su implantación; mediante una ¨reforma constitucional¨; esto es, por un medio pacífico, sin una ruptura de la continuidad legal. No solo, reducirán, la oportunidad, para un sesgo revolucionario; de una parte, la ausencia total de una resistencia organizada; y de otra, la de una excitación violenta; sino que también, habrá un grupo de hombres experimentados y responsables; dispuestos a empuñar el ¨timón¨ los que puedan y quieran mantener la disciplina; y emplear métodos raciales, que reduzcan el choque a un mínimo. Estarán, asistidos por las burocracias (pública y privada) bien capacitadas; habituadas, a acatar las órdenes de las autoridades legales; a favor de los intereses ¨capitalistas¨.

Para empezar, los problemas de la ¨transición¨; se pueden simplificar (no aludiendo, por ahora, al sector rural); Pero, puede esperarse también, la conciliación de los hombres, en torno a las industrias socializadas; también, podría permitirse, al pequeño artesano (durante algún tiempo, por lo menos); trabajar en su oficio, por un pequeño lucro; y al pequeño comerciante, vender lo mismo, que vende al estanquero en la actualidad; en los países en los que, por ejemplo, el tabaco y sus productos, estén monopolizados por el ¨estado¨; podrían igualmente, ser tomados en consideración, los intereses personales; del hombre, cuyo trabajo, cuenta individualmente; por ejemplo: en la dirección, y para evitar tropiezos serios; en el funcionamiento, del mecanismo económico. Ya que, una ejecución drástica de los ideales igualitarios, podría por supuesto, estropearlo todo.

Esto, caracteriza, suficientemente, un método factible de socialización, después de la promulgación del ¨socialismo¨, que en las circunstancias consideradas; podría esperarse, que realice, la tarea de la transición, de una manera firme, segura y tranquila; con un mínimo de pérdida de energía, y de perjuicio, para los valores culturales, y económicos. Las ¨gerencias¨, de los ¨concerns¨; en gran escala, solamente, serían reemplazadas, en caso de que hubiese razones específicas para ello. Y si en el momento de la transición, se encontrasen aún, entre las empresas por socializar, compañías de tipo personal, serían, primeramente transformadas, en compañías anónimas y después, se socializarán, de la misma manera que las demás.

Los bancos, se convertirán todos, en verdaderas, ¨oficinas sucursales¨ del ¨Banco Central¨; en esta forma, podrían aún, conservar, algunas de sus funciones mecánicas; que les seria encomendadas casi necesariamente; una parte, al menos, de las de ¨contabilidad social¨; sino, posiblemente, también algún poder sobre las ¨gerencias de sus industrias¨; que podría consistir, en la facultad de conceder, o denegar ¨créditos¨; de ser así, el ¨Banco Central¨, podría permanecer independiente del ¨Ministerio de Producción¨ mismo; y convertirse, en una especie de inspección general¨. De un ¨socialismo¨ de este tipo, puede esperarse, sin caer en el absurdo, que realizaría, en el tiempo, todas las posibilidades, de prestación superior, inherentes a su ¨Plan Básico¨.

III. La socialización, en una situación de madurez.

Primero. Ninguna prognosis de este tipo, es posible, en la adopción prematura del principio del ¨socialismo¨. Puede definirse, este caso, como una transición del orden ¨capitalista¨, al orden ¨socialista¨, en una época en la, que se ha hecho posible, para los socialista; obtener el dominio de los ¨órganos centrales¨ del ¨estado capitalista¨; mientras, que las cosas, y las almas, están, sin embargo, sin preparar todavía, para el orden ¨socialista¨. La situación a largo plazo, se hace cada vez más favorable, para las ambiciones ¨socialistas¨. Es todavía más importante que puedan sobrevenir situaciones a corto plazo; en las que la parálisis temporal de los ¨estados socialistas¨; y de sus órganos; ofrecería oportunidades tentadoras (la situación alemana 1918-1919; es un buen ejemplo; otro, sería la americana de 1932.)

Segundo. Se puede juzgar fácilmente, lo que significa, esa no preparación; o inmadurez de las cosas y de las almas; volviendo la mirada, al cuadro de una situación madura; que ha sido trazado. Sin embargo, se puede añadir, unos pocos toques, para el caso particular de los E. U. en 1932. La inmadurez se demostró también, en la organización industrial y mercantil. No solo, era aún considerable, el número de las empresas pequeñas y medianas; y estaba muy lejos de ser perfecta su cooperación, en las acciones sindicales, etc., sino, que el desarrollo de la misma, gran empresa, aunque, fue objeto, de mucha admiración y hostilidad; estaba desprovista de carácter crítico. No había progresado bastante, para nuestro método de ¨socialización¨; resultante, de una aplicación fácil y segura. Si se establece el límite de la empresa en gran escala; en las que tengan un activo del 53.3 % del total de los negocios nacionales; era poseído, por grandes compañías anónimas; sólo el 36.2%; si eran excluidos los negocios financieros y de socorros mutuos; y solo el 46.2%; en la rama de las fábricas.

Pero, las ¨sociedades anónimas¨, no sobrepasaban, por lo general, tan fácilmente, a la ¨socialización¨; no puede esperarse, entonces, que continuasen funcionando; en el caso de una ¨socialización¨, en su forma actual. Si, no obstante, descendemos a un límite del 67.5 %; o del 52.7%; y aún del 64.5 %; respectivamente. La simple tarea de ¨hacerse cargo¨, de un organismo estructurado, como éste; habría sido formidable. La tarea más tremenda aún, para hacerlo financiar y perfeccionar, habría tenido que ser emprendida, sin una burocracia experimentada, y con una ¨mano de obra¨ tan imperfectamente organizada y dirigida; que se escaparía muy probablemente de sus manos.

Sin embargo, no obstante, a los agricultores, les disgustaba el ¨socialismo¨; tan solo un poco menos que a la ¨gran empresa¨, en general; y en los ferrocarriles, en particular; si bien, se trabajaba bastante por convencerlos; mientras que el apoyo prestado a la ¨socialización¨, hubiese sido débil y en la mayoría de los casos, ruidosamente interesado; o por el contrario, tibio; la resistencia, habría sido fuerte. Habría sido la resistencia, de los que honestamente, sentían que lo que hacían, no podía hacerlo, nadie, tan bien, como ellos; y, memos aún, el propio ¨estado¨; y que, al resistir a la ¨socialización¨; luchaban, no ya, sólo por sus intereses; sino, también, por el bien común; esto es, por la luz absoluta; y en contra de la oscuridad absoluta. La burguesía americana, ya estaba perdiendo su vitalidad.

Acotación del autor de estas notas: En este caso, es por supuesto, tomar en consideración a los ¨socialistas ortodoxos¨; la mayoría de los cuales, serían incapaces de conformarse, con algo menos fascinador, que la muerte espectacular, del ¨dragón capitalista¨; por el ¨San Jorge¨ proletario. Sin embargo, no es la primitiva ¨ideología burguesa¨, por la que vamos a pasar revista; a las consecuencias resultantes, de la combinación, de la oportunidad política; con la no preparación económica; sino a causa de los problemas característicos, del acto de ¨socialización¨; tal como se la entiende usualmente, y que se plantea, solo en este caso.

Tercero. Supongamos que el ¨pueblo revolucionario¨; durante la revolución bolchevique; convirtió esta denominación, en una especie de título oficial, al modo, de la de un ¨Rey Cristianísimo¨; entonces ha conquistado la ¨oficina central¨ del gobierno; los partidos no ¨socialistas¨; la prensa no ¨socialista¨ etc., e instalado en ellos a sus hombres. El personal de estas oficinas, así como el personal de los industriales y comerciales; se ve en parte, arrastrado a una cooperación involuntaria; que reemplaza en parte, a los dirigentes obreros, por intelectuales; que se precipitan, desde el café, a estas oficinas. A la nueva ¨oficina central¨ tendremos que concederle dos cosas: Un ejército lo bastante fuerte para sofocar a la resistencia abierta; y reprimir los excesos.

Acotación del autor de estas notas: Hoy, las ¨socializaciones¨ improvisadas, especialmente (salvajes) totalitarias, cargando (según les convenga) tanto a la derecha, como a la izquierda, sin distinción alguna; y con bastante sentido, como para dejar en paz a los campesinos y agricultores (olvidándolos); no se hace ninguna hipótesis, en cuanto al grado de racionalidad; o, de humanidad, en el trato reservado a los miembros, de que ha sido el estrato gobernante. En realidad, es difícil concebir como podría ser posible en tales circunstancias, un trato que no fuese más cruel (y dictatorial.) La verdad, es que difícilmente, serían capaces de dejar de comportarse con especial ferocidad, y criminalidad, frente a sus adversarios; mientras que a sus seguidores, solo les pide, su áulica reverencia y manifestación; nada más, sin importar, si trabajan o no (ya que son los mantenidos y consentidos del estado.)

Lo inicial, que hacen, es llevar a cabo una inflación. Los bancos deben ser confiscados; combinado o, coordinado con la ¨tesorería¨; y la ¨oficina central¨ o, ¨ministerio¨; que debe crear depósitos y ¨billetes de banco¨, utilizando métodos tradicionales; en cuanto sea posible. Al parecer, así la inflación, es inevitable; pues aún no se ha hallado a ningún socialista¨ que reniegue o, discuta, si se paraliza el proceso económico; lo que en consecuencia, la tesorería y los centros financieros estarían escasos de liquidez financiera. Sin, el ¨sistema socialista¨ de contabilidad y de cálculo de ¨unidades de renta¨; el gobierno, carecerá de recursos y tendrá, que seguir una política análoga, a la de funestos intentos del pasado, repitiendo inexorablemente la historia (se comieron sus recursos, hasta quedar en la ruina.)

Cuarto. Después, ¨socializar¨ la discusión de los problemas habituales, por medio de interminables conferencias (radiales); con trasnochadas tesis (comunistas); que más daño, que bien hacen a sus oyentes (mal llamados dirigentes); entonces, muchos ¨socialistas¨ a la sazón, piensan (suprimido Dios) al parecer, que para respetar la pureza de la fe; y la verdadera creencia, en la eficacia de la gracia ¨socialista¨, ahora, deben defender la ¨socialización total¨, en todas las circunstancias; y despreciar a los débiles (opositores); que en este punto, se encuentren embarazados por residuos, tóxicos, de un inconveniente sentido de responsabilidad (ya que hasta a los hijos, se los ha entregado al estado.)

Acotación del autor de estas notas: Entonces, ya no se va a discutir la política de transición, en un ¨sistema capitalista¨; ya que, ese sería, otro problema, del que se trataría solo, dentro de una ¨socialización¨ gradual, en el marco del ¨capitalismo democrático¨ que ya no es posible, sino factible; pues se verá la política de transición… distinta; que luego se debe seguir, después de haber establecido (democráticamente, en unos casos) un régimen ¨socialista¨… seguramente, mediante, una revolución inicial; o sea, que se verá venir, a la buena, o a la mala. Finalmente, se espera, que aún cuando, no haya más que el mínimo de excesos, inevitables; una ¨mano fuerte¨, que imponga un procedimiento relativamente ordenado; pues, resulta difícil imaginar, una etapa, en la que estén ¨socializadas¨; algunas de las grandes industrias; y se espera también, al mismo tiempo, que las demás, continúen, funcionando, como si no hubiese pasado nada; bajo un gobierno revolucionario, que tuviese que vivir, de acuerdo al menos, con algunas, de las ideas difundidas en los días de ¨irresponsabilidad¨; podría, suceder perfectamente, que todas las industrias derivadas, dejasen de funcionar.

IV. La política socialista, antes de la promulgación, del socialismo, en Inglaterra. -

¿Tenemos, ¨realmente¨, que concluir, que ahora, y por espacio de otros (+) 50 años; los ¨socialistas¨, no pueden hacer otra cosa, que predicar y enseñar?

Bien, el hecho, de que esto sea, más de lo que pueda esperarse… de todos los partidos (imaginables); y que sus miembros, quieran conservarlos, a pesar de burlas y críticas (no habiendo más, con mi mujer me acuesto); que emanan de esta fuente, la de Marx; o, sea, que su argumental tesis: desarrollo, conclusión y síntesis, sea más, de lo que ya pueda dar tiempo al tiempo, como argumento (conclusión) irremplazable. Incluso, hoy, podría argumentarse, de una manera completamente lógica, que los ¨socialistas¨; tienen interés, en proponer un desarrollo, que trabaje para ellos; y por lo tanto, librar de trabas al ¨capitalismo¨; más bien que crear nuevas trabas.

Acotación del autor de estas notas: Aunque, ahora, no se trate, de que los ¨socialistas¨, no tengan, nada más en que pensar; al menos, en las condiciones de nuestro tiempo. A pesar, de que en las circunstancias actuales, en las grandes naciones; acarrearía el fracaso, la imposición inmediata del ¨socialismo¨ (así, para algunos casos, sea esto; o, nada. Pues, el avasallamiento y la riqueza, ya han desbordado, a la pobreza; sumiéndola en el hambre total.) Ya hoy, definitivamente, no sea, un fracaso del concepto, como tal; sino, un fracaso de grupo. Aunque, en consecuencia, una política ¨socialista¨, después, de la gran promulgación del ¨socialismo¨; por todo el planeta; éste, al parecer hoy, ofrece oportunidades exitosas; tanto, en el campo, como en la ciudad.

Además el pueblo inglés… en su totalidad, se ha lanzado al ¨estatismo político¨. Los obreros ingleses (campo-ciudad), están muy bien organizados y por lo general, conducidos de una manera ¨responsable¨, a una burocracia de un nivel ¨cultural¨ y ¨moral¨ importante… e irreprochable… podría confiársele, la misión de asimilar a los nuevos elementos requeridos para (ejecutar) una extensión de la esfera de acción del ¨ estado¨. La incomparable, intensidad, de una clase directiva… que es única (en el mundo); en capacidad y civismo; allanaría muchas dificultades, que serían insuperables, en cualquier otra parte del planeta. Así, en tales condiciones, es prácticamente… inconcebible… (ejercer) una política de ¨socialización¨… que en el remoto caso, de llevarla a cabo… un ¨amplio programa de nacionalizaciones¨; podría (en ese caso y solo en ese) de una parte, dar un gran salto (o, paso) hacia el ¨socialismo¨; y de otra, haría posible, dejar intactos y sin perturbación, durante un tiempo indefinido, todos los intereses y actividades, incluidos, en ese ¨programa¨.

Estos, en realidad, podrían, estar libres de muchas trabas y cargas fiscales; y de otra índole; que ahora los embarazan. Además, en primer lugar, su sistema bancario, se encuentra, ya, maduro, para la ¨socialización¨. También, lo están, las cajas de ahorro y crédito ingleses. En segundo término, el ramo de los seguros, se encuentra listo, para su respectiva ¨nacionalización¨. En tercer lugar, habría poca gente dispuesta a poner dificultades a la ¨nacionalización¨. En cuarto lugar, la ¨nacionalización¨ de minas, la tratan de una manera satisfactoria, en el nivel obrero. En quinto lugar el sistema ¨energético¨, vería exitosa tal medida. En sexto lugar, la ¨socialización de las industrias del hierro y acero, se hallan dispuestas. En séptimo lugar, con la no aceptación de los profesionales de la construcción; que serían los únicos, que no la apoyarían; pero, sus obreros, se hallan en una posición muy diferente. En general, la ¨guerra¨, sería el único motivo, que alteraría tal situación, que haría posibles, muchas cosas; e, imposibles otras.

CAPÍTULO III

Libertad de elegir.

(La historia es cíclica.)

Por: Milton & Rose Friedman.

Ed. Planeta. 1993

Copia-resumen, parafraseado.

I Poder del Mercado.

(En diferentes aspectos.)

Acotación del autor de estas notas: Cotidianamente, analizamos un sinfín de ¨bienes y servicios¨ (básicos); revestidos de protección de los elementos; suponiendo, que los podemos tener, con solo desearlos; pero, analizando, el número de personas necesarias, para producirlos; y ganar lo suficiente, para adquirirlos. Aceptando, además, que alguien, debe dar las órdenes para fabricarlos, en condiciones precisas y necesarias, de disponibilidad y sitio. Se dirá, además, que en el ¨Siglo XXI¨; la ¨inteligencia artificial¨; estará, en condiciones de realizarlos; utilizando, un reducido mando jerárquico; dentro de una economía centralizada; ya que a este ¨tipo¨ de economía, autoriza a los trabajadores (fijos) de las empresas ¨estatales¨; al cultivo de la tierra; o, la cría de ganado; en pequeñas explotaciones ¨privadas¨.

Ahora, en el ¨mercado de trabajo¨; rara vez, se utiliza, a los ¨trabajadores¨, para tareas específicas; pues su reclutamiento, casi nunca se lleva a cabo, con esa intención. Lo que suele pasar, es que se ofrecen salarios, para ejecutar varias tareas; y los demandantes, las utilizan; al igual, que en los países ¨capitalistas¨; donde una vez contratados, pueden, sin embargo, ser despedidos más tarde; o. ir a buscar un trabajo preferido por ellos; pues han de ser numerosas, las restricciones impuestas; ya que las personas, no pueden emplearse como ¨patronos¨. Pues, las asignaciones, son en gran escala y con carácter de ¨obligatoriedad¨; no siendo posible, la completa supresión de las actividades empresariales; pues, suelen ocurrir oportunidades ¨extralegales¨; en las que ganan, tanto, el trabajador, como el empleador.

Sin embargo, este ¨tipo¨ de elementos en el ¨mercado laboral¨, surgen, pese, a la incompatibilidad, con la teoría ¨marxista¨… haciendo de este ¨tipo¨ de economía; poco eficaz. Igualmente, ninguna sociedad funciona completamente, con base, en el principio jerárquico; tampoco ninguna, que lo haga de manera exclusiva, con base a la ¨cooperación¨ voluntaria; ya que, toda sociedad, cuenta con algunos elementos impositivos; que generalmente, adoptan varias formas; optadas, por la ¨legislación¨ vigente; y no se conoce, algún ¨tipo de economía¨ que prospere, sin este principio dominante de organización.

Papel de los precios.

Así como, en la fabricación de algo, interviene, solo, el deseo de obtener ¨bienes y servicios¨. Un ¨intercambio voluntario¨, entre dos partes, es la clave, de la ¨riqueza¨. Luego, el intercambio (que es base, del mecanismo de precios); desempeña tal misión. Y como resultado, el ¨sistema de precios¨; permite que los individuos, cooperen pacíficamente en él; estableciéndose éstos (los precios) en las transacciones voluntarias, entre vendedores y compradores (en su propio beneficio); o ¨mercado libre¨; en el que la oferta y la demanda es el factor de equilibrio. Entonces, los precios, desempeñan tres funciones: La primera, transmitir información económica. Segunda, aportar estímulos, para adoptar ¨medios de producción¨. Tercero, determinar, quién obtiene las distintas cantidades del producto; o sea, la ¨distribución de la ¨renta¨.

Nota del autor: “Con el fin de estudiar, cómo reversar el sistema económico; nos hemos propuesto, estudiar las bases de la economía, para ver, si esto es posible”.

Transmisión de información.

Al aumentar la demanda; aumenta la producción; y los precios del mercado suministran, tal información mecánicamente. Pero ésta transmisión, mediante un ¨sistema de precios¨ queda resuelta. Hoy, ¨sistemas de información¨ especializados, publican electrónicamente, al instante, las variaciones, de las diferentes bolsas de valores, reflejando su estado al mundo; lo que permite, un equilibrado control, oferta-demanda financiera. Fijando precios y acordando una correcta distribución de productos en el mercado; se dispone, de los pedidos y de los envíos a tiempo, para ser empacados y consumidos; según el ¨sistema de precios¨.

Así, por importantes que sean, las distorsiones privadas del ¨sistema de precios¨; el ¨estado¨, es el principal ¨foco¨ de interferencias con el ¨sistema de mercado libre¨; por medio de aranceles y otras medidas de regulación de la ¨política de precios¨ interior y exterior; con reglamentaciones; para, las medidas monetarias y fiscales; que evitan y controlan la inflación.

Incentivos.

La transmisión efectiva, de la información correcta; a menudo se desperdicia; a memos que las personas adecuadas, tengan un ¨incentivo¨ (pecuniario, como, la directa participación en las utilidades) para actuar de acuerdo con dicha información. Ya que esta ¨función¨, está relacionada, con la determinación de la distribución de la renta del productor; o sea, la diferencia, entre lo que cobra por la venta productiva; y los gastos para llevarla a cabo: Entonces, tenemos que el efecto de ¨incentivación¨; se manifiesta, también, sobre los trabajadores y sobre, los propietarios.

Acotación del autor de estas notas: Ahora, la ¨información¨ sobre los precios, tratándose de salarios, en distintas actividades; la rentabilidad de la tierra; o, los rendimientos del capital; a partir de distintas utilizaciones; no es la única ¨información¨, que tenga interés, para decidir, como emplear determinado recurso. Y puede que ésta, no sea la ¨información¨ más importante; sobre todo, en lo referente, a como emplear la ¨fuerza personal¨ de trabajo; y el interés pecuniario; y no pecuniario; de un empleo. Así, vemos como la ¨satisfacción¨; produce una ¨tarea¨; que puede hasta, compensar los ¨bajos salarios¨; y los ¨altos salarios¨, pueden, hasta compensar un trabajo ¨desagradable¨; ¨desempeñado¨ completamente, en el futuro, por los ¨robots¨. Además, y por último, ya, se está probando, como principal incentivo; la distribución (anual) de ¨utilidades¨ entre los trabajadores, que se destaquen en sus respectivas labores, llevadas a cabo, al parecer, bajo una completa satisfacción en lo que hacen.

Distribución de la renta.

Acotación del autor de estas notas: La renta, que cada persona obtiene a través del mercado, se determina, mediante la diferencia, entre lo que ingresa por concepto de la venta de ¨bienes y servicios¨; y el costo, de dicha producción. Así los ¨ingresos¨ consisten principalmente; en pagos directos, por trabajo, por los recursos productivos que poseemos; siendo, el caso del productor, distinto, en cuanto a su forma; pero, no en cuanto a su fondo. Igualmente, en cuanto a su renta; depende de lo que ingresa, por el recurso productivo que posee, y de lo que le paguen, o sea, el precio, que el mercado establece, para los servicios de dichos recursos; aunque en su caso (el del productor), el recurso productivo más importante, que posee, puede ser su capacidad para organizar una empresa; coordinar los recursos que emplea; asumir riesgos etc.

El productor, además, puede poseer, igualmente, otros recursos productivos, utilizados en la empresa; en cuyo caso, parte de su renta, se deriva del precio que fija el mercado, para sus servicios. De un modo parecido, la existencia de la ¨gran empresa¨ moderna; no cambia las cosas; o sea, la ¨renta¨ de la empresa; o, de la compañía, que obtiene ¨beneficios¨ pecuniarios. Así, la empresa, es un intermediario, entre sus propietarios (los accionistas); y los recursos distintos del ¨capital¨ de los accionistas; cuyos servicios adquiere. Únicamente, las personas; tienen rentas y las obtienen, a través del mercado; por medio de los recursos que poseen; ya sea en forma de acciones; de sociedades; de obligaciones; de terrenos; o, de su capacidad de trabajo.

Los campos más lejanos, siempre parecen más verdes; y con esta visión, criticamos al ¨sistema¨; ahora, basado en órdenes: envidia e insatisfacción; que apuntan a los gobernantes. Y que además, en un ¨sistema de mercado libre¨; apuntan al mercado. Como consecuencia de esto; se ha tratado de separar esta función del ¨sistema de precios¨ (la distribución de la renta) de las demás funciones (transmitir información; y procurar incentivos) pero, gran parte de la actividad gubernamental, durante las pasadas décadas, en los países de ¨economía de mercado¨; ha tenido por objeto, adelantar la ¨distribución de la renta¨, generada por el mercado, con el fin de lograr, una ¨distribución de la renta¨, distinta y más equitativa. Pero, la íntima conexión, existente entre las tres funciones del ¨sistema de precios¨; se ha revelado de un modo diferente, en los países con régimen ¨comunista¨. Así, resumiendo: toda su ideología, se basa en la supuesta explotación de la ¨mano de obra¨, en los países ¨capitalistas¨; y en la superioridad, de una sociedad basada en los dictados de Marx: «De cada uno, según su capacidad; y a cada uno según sus necesidades»; en los países ¨socialistas¨. Que hoy, en lo concerniente a los recursos físicos, han llegado lejos; convirtiéndolos en propiedad del ¨estado¨. Y en lo referente a los recursos humanos, no han sido capaces de hacerlo, pues en la práctica fracasaron.

Visión más amplia.

Ahora, tomemos en consideración, el ¨lenguaje¨; que es una compleja estructura, que se ha estado desarrollando y cambiando, en forma continua (como en el orden económico, a través el mercado); que posee un precepto definido, pese a que no fue planificado por ningún organismo central. Nadie, decidió qué palabras deberían ser admitidas; cuáles reglas gramaticales; cuáles adjetivos y cuáles nombres. La academia francesa, trata de controlar y registrar los cambios producidos; pero esta es reciente; tomada tiempo después de que el ¨francés¨ fuese estructurado; y su misión consiste en poner un sello de legitimidad a los cambios que escapen a su control; lo mismo para las otras lenguas; como el ¨español¨; el cual está regido por la ¨Real Academia de la Lengua Castellana¨.

Acotación del autor de estas notas: Palabras, como por ejemplo: endógeno; exógeno; sustentable; sindéresis; catarsis; intrínseco; extrínseco; aleatorio; autárquico; y, tantas otras; usadas, en las diferentes clases de ciencias económicas; preferidas indistintamente, por cada una de ellas. Igual, la ¨modernidad¨, encargada de aumentarlas; a través, de escritos y publicaciones. Los valores de la sociedad; su cultura, sus convenciones sociales, se desarrollan en el mismo sentido; mediante el intercambio voluntario; la cooperación espontánea; la evolución de complejas estructuras científicas; su aceptación y rechazo por ¨ensayo y error¨. El interés personal, no equivale, al egoísmo miope; sino, que engloba todo cuanto interesa a los particulares, en la vida económica; en la que todo es valorado con relación a los objetivos perseguidos. El ¨acreditado¨, que intenta ensanchar las fronteras de la ¨disciplina científica¨; el filósofo; el misionero; el filántropo; en fin, todos ellos, procuran colmar sus intereses personales, de acuerdo con sus propios valores.

Papel del ¨estado¨.

El ¨estado¨, es una forma de cooperación voluntaria; una forma que eligen las personas; pues, es la manera más eficaz de alcanzar sus objetivos, cuando se tiene libertad, de escoger su lugar de residencia. Se puede preferir vivir en una comunidad determinada; pues, es la clase de servicios que dispensa el ayuntamiento. Si emprende actividades, con las que no se está conforme; o, por las que no se debe pagar; lo que se puede hacer, es irse a vivir a otra parte. Pero, el ¨estado¨ es un organismo legítimo; al que se le atribuye, un monopolio del empleo legítimo de la fuerza; o de la amenaza, de emplearla, como un medio por el que unos, podemos imponer limitaciones, a otros.

Sin embargo, en una sociedad, cuyos participantes, deseen alcanzar un grado de libertad más alto, para elegir como individuos; como, familias; como, miembros de grupos voluntarios; como, ciudadanos de un ¨estado¨ organizado. Entonces ¿qué papel se le debe asignar al gobierno? Se debe imponer naturalmente, la ¨libertad¨. Que tiene tres obligaciones; primera, la de proteger, a la sociedad; de la violencia invasora, de otras sociedades independientes; segunda, proteger a cada uno de los miembros de la sociedad, de la injusticia; y de la opresión que puedan recibir de otros miembros de la sociedad; tercera, realizar y conservar determinadas instituciones públicas, cuyo interés, no sea particular; o de grupo, sino general.

Mandato limitado.

El importe, del ¨gasto público¨, sirve para medir el papel del ¨Estado¨; por ejemplo: al margen de las guerras importantes, entre los años 1800 y 1929; los gastos del ¨gobierno¨ no superaron el 12%; de la ¨renta nacional¨; ⅔ de la cifra, fueron gastados por el ¨gobierno de los E. U.¨, y las ¨autoridades locales¨; principalmente, en la construcción de escuelas y carreteras. Incluso en 1928; los gastos del ¨gobierno federal¨, representaron alrededor, del 3% de la ¨renta nacional¨. Pero el éxito de los E. U., se suele atribuir, a sus abundantes recursos naturales; y amplios espacios abiertos. No cabe duda de que influyeron en parte; pero, si su importancia hubiese sido crucial. ¿Qué explicaría el éxito de la Gran Bretaña, y del Japón; durante del S.XIX; o, el éxito de Hong Kong en el S. XX?

Una ¨política económica¨, basada en la limitación de la ¨intervención pública¨, era aplicable, en los E. U., en vía de asentamiento del S. XIX; pues, el ¨estado¨ debió asumir un papel mucho mayor; incluso, predominante. En una ¨sociedad industrial¨ moderna y urbanizada: ¨nuestra sociedad, es tal y como la hacemos¨. Es lo que demuestra, que podemos modelar a nuestras instituciones. Las características físicas y humanas, limitan las alternativas de que disponemos. Pero, nada impide, edificar una ¨sociedad¨ basada esencialmente, en la ¨cooperación voluntaria¨; para organizar, tanto, las actividades económicas; como, las demás actividades; entonces, una ¨sociedad¨ que persevere y estimule, la ¨libertad humana¨; que mantenga al ¨estado¨ en su sitio; haciendo que sea nuestro ¨servidor¨; y no dejando que se convierta, en nuestro ¨amo¨.

II Tiranía del control.

Acotación del autor de estas notas: Tanto, en el comercio interior, como exterior; es de interés, para el «gran conjunto poblacional»; el hecho, de comprar, a quien vende más barato; y vender, al que pueda comprar más caro. Pero, la «retórica interesada»; ha dado lugar, a retribuciones… sobre lo que se puede comprar, y a quienes; y sobre lo que se deba vender, y a quienes. Igualmente, sobre, a quienes dar empleo; o, para quienes, se pueda trabajar. Y dónde, se pueda decidir: comer, beber, y vivir, en general. Siendo esto, como un laberinto de restricciones; que hacen a los pobres, más pobres; y a los ricos más ricos.

Así, que la mayoría, no se beneficia de tales medidas. Así, por ejemplo: en el ¨comercio internacional¨, en donde, las ganancias obtenidas por los ¨productores¨, gracias a los ¨aranceles¨ y otras restricciones; quedarían compensadas por las pérdidas sufridas por otros productores; y especialmente por los consumidores, en su gran conjunto. Luego, la ¨libertad del comercio¨; no solo, procura bienestar general; sino, que también promueve ¨paz¨ y ¨armonía¨, entre los pueblos; y de paso, elimina, la ¨competencia interna¨. Luego, los controles, al comercio, tanto, interior como exterior; se entrelazan (como todo en economía.) Y finalmente, estos controles, es de anotar, que han sido defendidos, principalmente, por los países en desarrollo.

Acotación del autor de estas motas: Tenemos la esperanza, de que podamos salir nuevamente, a la total libertad del sistema económico.

Comercio Internacional.

Acotación del autor de estas notas: Es el punto, que origina más desacuerdo, entre los economistas; pues, la disparidad de intereses es muy grande, debido a la polaridad existente entre ellos. En esto, por ejemplo: no se tiene en cuenta, el valor de la ¨mano de obra¨; y los ¨aranceles¨ y ¨acuerdos¨, son la ¨regla general¨. Hoy, países como la ¨China¨ continental; con su moneda baja; hacen, un apuntalamiento económico, imposible de sostener. Con su ¨socialismo¨ a la ¨China¨, o sea, netamente, ¨colaboracionista¨ (verdaderas enseñanzas de Confucio); con multinacionales (populares); que se acerca a sus 60 años; de mandato unipartidista, ininterrumpido.

Se juntan, a esta gran potencia económica (hoy quizá la primera): La India; y varios países asiáticos; cuyo secreto, fue mejorar su ¨mano de obra¨ barata; con materiales de primera; que los hacen verdaderamente competitivos. Y que, al grupo de los ¨ocho¨; «hoy, de los veinte»; (paradójicamente) les son indispensables, especialmente para: los E. U., y la U. E., pues, en esos países, con respecto al ¨hambre¨: ya no se trata, de que ¨todos¨ la ¨aguanten; ahora: ¨todos¨, ya no la aguantan. Puesto, que aún, en todos los rincones del planeta; ya cualquier País, se está globalizando; y el ¨neo-socialismo¨ del Siglo XXI; como política económica, dispone un intercambio de productos, en forma colaboracionista; y no de grupo; siendo su principal fin, la correcta nutrición de los pueblos. Así, fue como (recodemos) recientemente Rusia, dejó sus ¨misiles¨, a cambio de comida; solucionando de paso, el peligro atómico (por lo menos, entre las grandes potencias; con su famoso, acordado ¨desarme nuclear¨.) Igualmente, pasa entre la mayoría de los países latinoamericanos; cuyos acuerdos para combatir el ¨hambre¨; son una ¨carpeta urgente¨ para cada uno de ellos.

Libertad del comercio.

Las principales, ¨razones económicas¨, para esto; son, que la voz del consumidor ¨individual¨ se pierda; debido a la inmensa ¨retórica¨ interesada, por parte de los comerciantes e industriales; lo cual, distorsiona toda la problemática. Por ejemplo, los partidarios de los aranceles: consideran indiscutible, la creación de más puestos de trabajo. Lo cual se traduce en más ¨bienes y servicios¨ a consumir.

Igualmente, otra falacia, dentro el problema: es que las exportaciones sean buenas; y que las importaciones son malas. Esto, claro, sin tener en cuenta: los ¨equilibrios económicos¨, naturalmente, deseados entre las partes (donde, lo uno es ahorro neto; y lo otro, es alto beneficio; representado; en que lo uno, ahorra ¨divisas¨; lo otro, a veces las malgasta.)

Acotación del autor de estas notas: Pero, la engañosa terminología empleada conjuntamente, refleja además, el ¨ideal económico¨; pues, una ¨balanza comercial¨ favorable; es la que irradia fielmente, las monedas, en que se paga, a los trabajadores. De ahí las ventajas y desventajas, para los países que intervienen; agravadas, por ¨políticas industriales¨; de mejores (copias con) materias primas de calidad; que hacen: no competitivas (económicamente) determinadas producciones, de algunos países.

Luego, finalmente, en toda la voluminosa literatura, escrita sobre la ¨libertad del comercio¨ y el proteccionismo; se expone resumidamente, así: primero, por seguridad nacional (aranceles menos costosos); segundo, industrias nacientes, de competencia leal; por industrias veteranas. Tercero, una explotación, que justifique el proteccionismo. Y cuarto, libertad de comercio exterior, para todos los países, sin restricciones, e igualdad de condiciones.

Razones, para la libertad de comercio.

Interdependencia. Es una característica, en el mundo moderno; más, dentro de la esfera económica. Pero, cuando los gobiernos intervienen, la situación difiere. Pues, entran las subvenciones; bien en forma directa; o, de aranceles; u, otras restricciones al comercio. Así, se generan disputas y roces; entre los gobiernos y sus encargados. Que las hacen convertir en ¨políticas correctivas¨; dentro de cualquier negociación comercial. Volviéndose conflicto, lo que normalmente, sería una negociación.

Así, las ¨transacciones privadas¨, fueron imposibles, entre los ciudadanos, en una ¨economía de mercado¨; dentro de un ¨estado colectivista¨. Cuando, una parte, está representada por funcionarios gubernamentales; las consideraciones políticas son ineludibles; pero las fricciones se minimizan, cuando los gobiernos de las ¨economías de mercado¨, dan a sus ciudadanos, una máxima libertad de acción; para hacer sus propios negocios con ¨gobiernos colectivistas¨. Tratando de emplear el ¨comercio¨, como arma política; o, las ¨medidas políticas¨, como un medio, para incrementar el ¨comercio¨, con los países ¨colectivistas¨; pero, solo se consigue, empeorar las fricciones políticas.

Libertad del comercio exterior-competencia interior.

El grado de competencia, en un país; está íntimamente relacionado, con las disposiciones comerciales internacionales. La protesta pública, contra los «trusts» y los «monopolios»; a finales del S. XIX; provocó la creación de la: ¨Comisión de Comercio Internacional¨; y la promulgación de la ¨Ley Anti Monopolio¨. Que tuvo aspectos ambiguos; y en algunos casos: incrementos competitivos, y hasta, a veces, negativos. A pesar, de que fue, un problema grave, el hecho de existir muy pocas ¨empresas¨ (firmas); especialistas en determinada labor, como por ejemplo: en la fabricación de autos (siempre, protegidas por el ¨estado¨; como grandes generadoras de empleo.)

Acotación del autor de estas notas: Así que, fue un mundo (en la práctica) independiente… del ¨libre comercio¨; y así, los ¨carteles¨ internacionales, no podrían desaparecer; aún en un mundo sin ¨restricciones comerciales¨; mediante la unilateralidad de sus atribuciones y la eliminación, de los peligros del ¨monopolio descarado¨. Al colmo, de llegar (en circunstancias apremiantes) sus directores (quienes ostentaban fabulosos sueldos); en sus propios aviones, a pedirle préstamos al ¨estado¨ (así, se eleve su deuda); con el fin de evitar sus respetivas quiebras económicas.

Acotación del autor de estas notas: Es urgente, un replanteamiento del sistema, con el fin de evitar su colapso total.

Planificación económica central.

Se descubre, también, que la actividad económica, se halla organizada principalmente, a través del ¨mercado libre¨; en todos los sitios, en los que el ¨estado¨, se encarga, de controlar minuciosamente… las ¨actividades económicas¨, de sus ciudadanos (de campo-ciudad); es decir, en todos los países, en los que rige, una… ¨planificación central¨, pormenorizada… los ciudadanos ¨ordinarios¨; están políticamente… encadenados; tienen un ¨nivel de vida bajo¨… y un escaso poder para controlar, aún, su propio destino.

Así, el ¨estado¨, puede prosperar y hasta construir monumentos; las clases privilegiadas, pueden gozar de todas las comodidades materiales; pero, el común de la población, no es más que un instrumento utilizable, para conseguir los fines del ¨estado¨; y no reciben, más de lo estrictamente necesario. «Pobreza colectica». Ejemplos: La antigua y comunista: Alemania del este; La antigua Rusia y China; Yugoslavia; Irán; Malasia; Singapur; y Corea del Sur; y otros tantos.

Aunque, estos ejemplos, solo constituyen una muestra… si ilustran lo que la ¨libertad¨ es ante todo, cualquier cosa que conduzca a ser una parte de nuestras vidas; pero que en lagunas partes del planeta se halla truncada; y, no es lo que podría decirse ¨absoluta¨. Solo, controlada (hoy); inclusive en forma ¨científica¨; con el objeto de poder vivir en una sociedad interdependiente. Entonces, algunas limitaciones son menester; y son consideradas como necesarias, para evitar otras restricciones todavía peores; sin embargo, se ha ido aún más lejos; se tiene la imperiosa necesidad (según, grandes eventos multinacionales) de eliminar barreras para lograrlo, no aumentarlas; y al parecer, el mundo, está de acuerdo con esto. Solo que la mal llamada ¨democracia¨, se encuentra en vía de extinción; para ser reemplazada por el ¨neo-socialismo¨ del S. XXI.

Comentario del autor de éstas notas: Sé que llegaremos a la meta, partiendo de lo particular a lo general; o sea, de abajo hacia arriba.

Anatomía de una crisis.

La depresión, que empezó a mediados de 1929; fue una verdadera catástrofe, cuyas dimensiones, sin precedentes en la historia de los E. U., lograron que la ¨renta monetaria¨ del país, se redujera a la mitad; antes de que la economía, alcanzara el punto más bajo de la crisis en 1933; cuando, la ¨producción total¨ disminuyó en ; y el desempleo, alcanzó la cifra sin precedentes del 25% de la población total activa. Para el resto del mundo, la recesión no fue más suave; a medida que se extendía a otros países; la producción bajaba, el desempleo aumentaba; el hambre y la miseria campeaban por todas partes.

En el ámbito de las ¨ideas¨; la depresión, convenció al ¨hombre de la calle¨, de que el ¨capitalismo¨ (principalmente por su despilfarro); era, un sistema inestable y decadente (como lo es hoy, después de casi un siglo); destinado a sufrir una crisis muy seria; y, cada vez, con más graves consecuencias. Luego, el ¨estado¨, tenía que desempeñar un papel más activo; e, intervenir decididamente, para compensar la ¨inestabilidad¨ provocada por la ¨actividad privada¨ incontrolada; y actuar, como un ¨volante de regulación¨, para proveer estabilidad; y, asegurar bienestar para todos.

Sin embargo, el cambio que produjo en la visión, que la gente tenía, por una parte, del papel adecuado, que debía desempeñar la ¨empresa privada¨; y por otra, del que correspondía al ¨estado¨; desde entonces, un catalizador muy importante, del rápido crecimiento del ¨intervencionismo¨, en la ¨administración central¨. La ¨depresión¨, también provocó un cambo duradero, en la opinión económica, profesional. Pero, la crisis económica del momento, hizo añicos la creencia sostenida durante mucho tiempo; y, reforzar en la década de los años 1920-1930; que la ¨política monetaria¨ constituía un potente ¨instrumento¨, para alcanzar la ¨estabilidad económica¨.

La revolución ¨keynesiana¨… no solo prendió, en la profesión; sino, que suministró, también, una justificación atractiva, para una serie, de medios, que condujeron, a una amplia intervención pública. Hoy sabemos que la ¨gran depresión¨ (de la década 1920-1930); no se debió, a un fallo de la ¨empresa privada¨; sino, más bien, a un fracaso de la ¨administración estatal¨ (según, la constitución de los E. U.); en la zona, de actuación; en la que ésta, desde el principio, se había asignado la responsabilidad de «acuñar moneda; regular su valor; e, igualmente, el de la moneda extranjera». Pero, además, este, no fue un acto de esa época; sino, de la actual.

Origen, del sistema de la reserva federal.

Cinco meses, después, de la ¨gran recesión económica¨ de 1907 (100 años después de la actual); los bancos de N. Y., empezaron a mostrar dificultades financieras; hasta obligar a su cierre, con el respectivo ¨pánico financiero¨; y el de todos los ¨ahorradores¨; que naturalmente, también (como hoy) quisieron retirar sus fondos. Pero, esta situación, duró, relativamente poco, ya que los ¨bancos¨, empezaron a pagar (devolver fondos); en los comienzos de 1908; y poco después, la ¨recuperación económica¨ fue una realidad. Pero, dicho suceso, provocó la aprobación de la ¨Ley de la reserva federal¨ de 1913. Lo que convirtió, determinadas actuaciones, en el campo monetario y financiero; en grandes decisiones políticas, esenciales; sistema, que desde entonces, ha actuado como una ¨autoridad monetaria ¨ clave.

Primeros años, del sistema de reserva federal.

Empezó, a funcionar a finales de 1914; meses después del estallido de la guerra europea; que cambió, drásticamente el papel y la importancia, del sistema de la ¨Reserva Federal¨; de cuando ésta se creó en la Gran Bretaña, centro del mundo financiero (que, pasada la guerra, éste, pasaría a los E. U., con el patrón dólar.) Tanto, que el ¨patrón oro¨, en la práctica, era la ¨Libra Esterlina¨; que consideraba principalmente al sistema de la ¨R. F.¨; como un medio, para evitar el ¨pánico bancario¨; y para facilitar el ¨Sistema de Comercio¨; y luego, como el ¨Banquero del Estado¨. Luego, se daba por sentado, que se movía dentro de los límites del ¨patrón oro mundial¨; reaccionando ante los acontecimientos externos, sin siquiera intentar deteriorarlos.

Así, el S. R. F., ya no era un organismo secundario, que reaccionó pasivamente, ante los acontecimientos. Se había convertido, en una importante fuerza independiente, que determinaba la ¨estructura monetaria mundial¨. Así, se demostró el poder del S. F. R., y desde entonces… la ¨máquina de imprimir billetes de banco¨, se utilizó, cuando los bancos de la R. F. compraron ¨títulos¨, al ¨tesoro¨ de los E. U., efectuando el abono, con ¨billetes¨ de la R. F. Pero el F. E. D., pagó los ¨títulos¨ que había comprado; mediante, un abono al ´tesoro; de su importe, en la cuenta, que se mantenía en los bancos de la R. F. El ¨tesoro¨, extendió cheques, sobre esta cuenta; para pagar las compras, que realizó, cuando los receptores de los cheques; los depositaron en sus propios bancos; y, estos a su vez, en el banco de la R: F; los depósitos, del tesoro (FED); se transfirieron, a los bancos comerciales; aumentando, sus reservas.

Este aumento, permitió al ¨Sistema Bancario Comercial¨, crecer, mediante la compra directa de ¨títulos¨ de la deuda; o, a través de la concesión de préstamos a sus clientes, para que compraran estos valores. Así, la época dorada del Sistema, se produjo durante el resto de la década 1920. Pero, nadie suponía en ese entonces, la lucha por el poder económico, que se desataría posteriormente; que se convertiría luego, en el primer paso de un proceso acelerado, de desplazamiento; del poder del mercado privado, a la administración local; y de ésta, a la estatal; y de allí, a la federal. En fin, cada cual cuida sus intereses; y aún más, dentro del sistema capitalista.

CAPÍTULO IV

CRECIMIENTO Y DESARROLLO.

Por: Pierre Vilar.

Ed. Planeta 1993

Copia del original, en forma resumida y parafraseada. Además, con comentarios y deducciones personales.

Acotación del autor de estas notas: Un proceso que se abre, mediante plataformas; y nuevos modelos económicos. Planificación, a escala mundial, en el campo agropecuario; y en general, en el económico y social.

El Marxismo en la Historia.

Acotación del autor de estas notas: Hoy, no resulta indiferente, comprobar que la coyuntura intelectual, sobre todo, desde hace unos 15 años; está dominada por una discusión implícita; o, explícita, del pensamiento marxista. No haciendo alusión, bajo el término de ¨honorable¨; al ordenamiento en el trabajo de obstaculizar en el corto o, en largo plazo, las entregas a la prensa ¨burguesa¨ (dueña, del capitalismo explotador y despilfarrador; aquel, que hace, a los ricos más ricos; y, a los pobres, más pobres); despojarse del barro cotidiano y de las calumnias por doquier; movidas por intereses oscuros, afirmaciones incontroladas y a veces fingidas. Que desde luego hacen parte de la historia; dentro de un mediocre papel polémico, y característico de los textos en serie. Creando una obsesión sensible, de los éxitos; por ejemplo y principalmente: de Rusia y China; primero que todo, tildándolas, de lo que ya no son… de ¨comunistas¨. Movidos por el problema fundamental, en esos y en otros países; que representa el ¨hambre¨; hoy día esta si colectiva. Pues no respeta credos, edades, ni clases sociales. El ¨hambre… es hambre¨. Igualmente, las necesidades básicas insatisfechas; como complemento, de la pobreza aguda, que infecta, a todas las naciones del planeta; se encuentra sometida a una ¨teoría¨, únicamente, de las sociedades en evolución; y a la verificación de la experiencia. ¿Puede cambiar de sentido, la relación de dependencia del hombre, con la historia? ; ¿Ha cambiado ya?

Ahora, al llegar a este extremo, ello constituye más que una fascinación, una necesidad. Pero una fascinación de la historia, sobre los historiadores (no pagos); y del marxismo; sobre los anti-marxistas (por intereses privados, oscuros y soterrados.) De tal manera, que los historiadores de profesión (o sea, de los que viven de eso); y los verdaderos marxistas militantes; no hayan entrado en absoluto, en la discusión, poco inclinada a dialogar, en un leguaje extraño a la experiencia vivida. Desdén, que se concibe, pero, que no se deja de comportar, dentro de unos peligros, a veces insalvables, debido a la terquedad de la gente, en unos caso, en otros a la ignorancia, y en los mas, al desconocimiento de la verdadera teoría marxista, que frecuentemente, se confunde, con la comunista de: de V. I. U. Lenin y de J. Stalin.

O, sencillamente, al ¨desdén¨. Aquel, que se concibe, pero que no deja de comportar peligros. De hecho, ante un único desafío: la imposición de doctrinas llamadas a recoger, por su quiebra histórica; y, su mal proceder, ante los verdaderamente necesitados; que hoy (son millones) claman y tiene ¨voz y voto¨; y, que fácilmente, se dejan caer, en el apabullante militarismo. Es ante esto, que no se puede ¨alzar de hombros¨, ante la incontinencia verbal, de filósofos; economistas y hasta curas; que pueden hacer de las suyas, ante la solemne pedantería de la juventud. Fallas, que fácilmente, nos llevan a creencias erróneas; y, faltas de fondo, por carecer del calor humano; y, de la sabiduría del pensador humanista. Poniéndose, de moda, catalogar lo incómodo, en marcos incomprendidos de religión y ciencia. Pero, moda, nunca significa argumento; moda, es seguir… como asnos al redil; como ganado al matadero de la ignorancia.

CASUALIDAD HISTÓRICA.

Acotación del autor de estas notas: Históricamente, olvidemos épocas de no muy gata recordación. Igualmente, olvidemos que la historia, es una serie de acontecimientos; no una cadena (aprisionadora) de lo intangible; de lo superfluo que nos hace tremendo daño, como asilo de nuestra ignorancia, que se ensaña en realidades individuales, oscuras y personalistas, por de mas egoístas y absolutistas despilfarradoras, capaz de comprender directamente de los hechos, no de las ¨Leyes¨; que aunque humanas, son lo único, en lo que podemos confiar. Pero, esta empresa, exige una argumentación, muy cercana a nuestros propios deseos. A los cuales también, tenemos derechos inalienables.

Tal es, no obstante, el tipo de la causalidad histórica, puesto que si el historiador, abandona los acontecimientos, para preocuparse y detenerse, en las regularidades; se le enviaría, al estante de la sociología. Luego, no hay que precipitarse, a juzgarlo como pueril; ya que, la distinción escolástica, entra reguladora; y los acontecimientos; entre la sociología, y la historia, preparan el hecho, como una jugada de prestidigitación: que permite edificar, una filosofía crítica de la historia; sin citar, una obra válida del historiador; y proclamar impensable, una historia, que se ha definido de antemano, como el residuo, inintegrable, a las regularidades observadas. Pues se sabe de antemano, que toda historia, quiere ser sobretodo, sociológica; y por esto, deja de invocar su pretendida analítica de la casualidad histórica; para hacerse aplaudir con fines ya vistos.

La introducción, nos sitúa también; por ejemplo: con plena lógica, en un problema como la grandeza y la decadencia de España; que está planteado, en dos líneas; y tratado, en cinco. El aflujo del ¨oro¨, permitió la hegemonía pasajera de España; pero la necesidad, que le asignaba en Europa, un papel de segunda fila, acabó por triunfar … Banalidad, caos, ofrecido, ante todo, ¨sabio¨, que no fuese precisamente, hacer pensable, aquello, que previamente, no era más que un caos.

Acotación del autor de estas notas: Tanta evidencia y tanta casualidad… es más que eso.

RESIENTE HISTORIA DE LAS CIENCIAS HUMANAS.

Es probable, que lo que sorprenda, en la historia intelectual (1870-1930); sea, la extraordinaria distancia, en el seno, de lo sea, la gran ciencia académica; entre una parte, del esfuerzo de erudición de los historiadores; el esfuerzo de tipificación de los sociólogos; el esfuerzo de abstracción de los economistas. Y, por otra parte, la escasez y la incoherencia de los resultados obtenidos. Pero, el hecho de que tantos ¨trabajos¨ y ¨talentos¨; hayan llegado, a tan pocas concepciones comunes; y, a orientaciones eficaces; constituye, la base para argumentar, con peso, por parte de los filósofos; con el fin de poner en duda, el triunfo de la ciencia, en estas interpretaciones subjetivas; y en trabajos sin aplicación.

Acotación del autor de estas notas: Todo ensayo, de análisis ideológico, que se refiera al S. XX; debería someterse a reglas del mismo género, y no escindir artificialmente, las ciencias humanas, de la realidad histórica; en la que se insertan; y además, respetar, la iniciación cronológica; sobretodo, dar al ¨marxismo¨, su lugar exacto. Como que C. Marx, fue el ¨economista-filósofo¨ de todos los tiempos (tal como A. Einstein, en las matemáticas.) Igual, se puede agregar de J. M. Keynes (1883-1946) con relación al ¨Capitalismo¨.

Acotación del autor de estas notas: Finalmente, no podemos desconocer que C. Marx, reconoció y enseñó en forma sistemática, como la teoría económica, puede convertirse, en análisis histórico; y como, la exposición histórica, puede convertirse, en historia razonada. Pues, no es dado, confundir, lo uno con lo otro. Por ejemplo: Capitalismo; con Desarrollismo; o, con Democracia; Comunismo; con Socialismo (desconociendo de plano, que para ser Comunista, se tenía que pasar por el Bolchevismo). Así, como igualdad humana; con igualdad de oportunidades; Movimiento del trabajador; con Movimiento obrero; Fundamentalismo con Misticismo; etc.

Aunque muchos saquen provecho de tales confusiones; especialmente, la tendencia moderna, de confundir Islamismo; con, Terrorismo (hoy Yemeníes declarados.) Confusiones, que le han costado muy caro a la humanidad; por ejemplo: cuando el Nazismo, hizo creer al pueblo alemán, que el ¨Holocausto¨ judío, era la respuesta, al sacrificio de Jesucristo en la cruz; en lo que técnicamente, fue confundir (después, de cerca de dos mil años); a judíos, con palestinos; o, más exactamente, Jerusalenitas. Cuando, ¨bíblicamente¨ sabemos: que lo que verdaderamente purgó Cristo en la ¨Cruz¨; fue haberlo declarado ¨Rey de los Judíos¨; cuestión, que con su entrada triunfal a la ciudad, el ¨Domingo de Ramos¨; determinó, por parte de los ¨Escribas y Fariseos¨; repartir dinero, entre el pueblo residente en Jerusalén; para preferir a Barrabás, como el preso libertado, por la efemérides, y no Cristo; además, sabemos, que fue el mismo Jesucristo, quien mandó a Judas, a que lo entregase; para que así, se cumplieran las ¨Sagradas Escrituras¨.

Pero, la verdad: ¿Qué fecha tiene, la intervención de C. Marx, en la historia? Primero: Antes de Marx, se nos dice, que los historiadores, se habrían limitado a describir cronológicamente, hechos políticos, diplomáticos y militares; y los economistas (historicistas) alemanes, al amontonar monografías; habrían acabado por comportarse… como historiadores. Y debemos señalar, la definición del historiador, a los ojos del economista. Segundo: El fracaso de éste historicismo estrecho; habría conducido a un materialismo más amplio, que habría culminado, en el ¨gran obra¨ de C. Marx. Tercero: Después de Marx; he aquí, cual, habría sido, la suerte del marxismo; y, las cuales las conclusiones que ahora, merecen ser citadas; aquí, así sea, someramente.

Acotación del autor de estas notas: Cabe sorprenderse, de que Marx, aportara así, un estímulo a sus adversarios, empujándolos, en sus ¨clásicos¨; por la vía del marginalismo; y a los historicistas; por la vía de la interpretación económica de la historia; para ejercer, sobre sus discípulos (modernos); un temor reverencial, rayano en la parálisis. Tal es, el resplandor de sus tesis; tanto, que se dice, que quien lo lee (y lo entiende); queda como si hubiese mirado al sol… encandelillado, de por vida; igual, quedaron los matemáticos, con A. Einstein; mientras, sus teorías, no sean rebatidas; cuestión, que al parecer, no se efectuará nunca; más ahora, que se ha comprobado (mediante, el efecto Doppler) que la expansión, infinita, del universo, es un hecho científico. Y curiosamente, lo mismo pasa con Jesucristo; y sus enseñanzas de ¨amor¨. Resumiendo: Para la humanidad, es esto; o, es la nada; y la nada, es nada.

Mientras que la escuela clásica, ha dado nacimiento, al ¨marginalismo¨ y al ¨neo-marginalismo¨; seguidos del ¨keynesianismo¨; a su vez, completado y prolongado, por las teorías dinámicas; que dan la impresión; de que a este respecto, no bastó un siglo, para cambiar las cosas; y que por el contrario, las ¨tesis¨ de C. Marx; son cada día, más fuertes y necesarias en su aplicación; además, hoy descritas, como la salvación financiera de la humanidad.

Acotación del autor de estas notas: Ahora, tomemos la definición del ¨marxismo¨ (incompleta, pero no inexacta): «Es, principalmente, una conversión de la ¨teoría económica¨, en el análisis histórico; y, de la exposición histórica, en ¨historia razonada¨». El campo de experiencia del ¨marxismo¨; es pues la historia (la economía también, claro está; pero, no una economía en sí; una disciplina aislada.) Bien, en este campo inmenso, de lo histórico, el ¨marxismo¨, no se ha limitado a explicar; ha actuado; ha intervenido. E, inmediatamente, al enfrentarse con la realidad, se ha modificado y enriquecido, calificándose así como una ¨teoría¨ verdadera. Hasta el extremo de que este pensamiento, pretendidamente, ¨bloqueado¨; ha sido sin cesar, acusado por sus adversarios: de ir en contra del espíritu de sus maestros; siendo invocado Marx, por los falsos marxistas, de ir contra la posibilidad de la ¨revolución rusa¨. Y Lenin, contra la ¨revolución¨ del ¨socialismo¨; y esto, en un solo país.

Pero, cada vez más, se ha podido ver de qué lado estaba la ¨parálisis¨; y, de qué lado estaba la ¨superación¨; de qué lado la fingida referencia, respecto a los ¨fundadores¨; y, de qué lado la ¨fidelidad a sus análisis¨. El hecho, de que un excelente especialista del pensamiento económico contemporáneo, pueda pasar cerca de estas evidencias, sin siquiera advertirlas; no puede carecer de significación. Y, lo que atañe, a nuestro propósito, es precisamente, al parentesco objetivo, el que reúne, frente al ¨marxismo¨; y, a la historia; a la vez, dos actitudes subjetivas muy diferentes: el tranquilo aplomo del ¨economista moderno¨; y la conciencia inquieta del filósofo ¨crítico¨.

¿Cómo, puede afirmarse, en efecto; que, antes de Marx, la historia, no era más que una cónica? No, la síntesis ¨histórico-económica¨ de Marx; concluye y culmina; tanto como innova, integra y supera; tanto como contradice. Que la burguesía ascendente, en el tiempo en que se analizaba, a sí misma, objetivamente; había abierto las puestas, a ciencias humanas verdaderas, cuya herencia reivindicaba Marx; por completo.

Pero, el ¨capital¨, elaborado, a partir de todo el ¨pensamiento económico-histórico¨, desarrollado, desde el S. XVI; obliga a la ¨economía política¨; a contradecirse; o, a condenar al ¨capitalismo¨. Que no podía ser aceptado, como ¨teoría¨; más que por la clase, y los ¨espíritus revolucionarios¨. Ante esta ¨historia razonada¨; los demás, se dieron a la fuga. Fuga… ante la historia: Fue la teoría ¨pura¨. Fuga… ante el ¨razonamiento¨: fue el ¨historicismo monográfico¨, el refugio, en la ¨teoría pura¨ – se reconoce sin lugar a dudas, por los historiadores del ¨pensamiento económico¨, como una reacción provocada por C. Marx.

Sin embargo, la negación ¨metafísica¨, de la ¨metafísica¨; si bien, marca el lugar de la sociología alemana; en la vía, que va, del positivismo del S. XIX; a los neo-positivistas, de nuestro tiempo – más pretensiosos – y tiene, para las ciencias humanas; implicaciones, epistemológicas, muy distintas, que para las ciencias de la naturaleza. La visión mecanicista, de la ciencia, ha podido acompasarse, en efecto, durante mucho tiempo; con el espíritu positivista, en la investigación. Pero, ¿qué pensar? de una ¨sociología¨ que es incapaz de discernir, las aberturas de la dialéctica, hacia la ¨creación y la libertad¨; que prefiere buscar refugio, contra el ¨determinismo radical¨; en el ¨espíritu de las ciencias positivas¨.

Acotación del autor de estas notas: Es necesario, volver sobre las consecuencias ¨epistemológicas¨, de las ¨instintivas¨; reacción, contra los ¨gigantescos sistemas¨ de Hegel y de Marx; reacción, que no puede limitarse exclusivamente, a la ¨sociología¨ alemana.

Primero: Una tendencia a escindir la realidad, ha condenado a la economía, la sociología y la historia; a un perpetuo juego de escondite. La economía, en su búsqueda del equilibrio ¨puro¨; ha considerado al individuo fuera del grupo; lo económico, fuera de lo social; y, el impulso histórico, como factor ¨exógeno¨. En historia, la búsqueda del pequeño ¨hecho verdadero¨; ha transformado el medio; en fin, el trabajo es erudito, admirable y necesario; pero, es instrumento y no ciencia.

Segundo: una concepción de la investigación puramente, empírica, en historia; y puramente, conceptual en economía; pudo entonces, consagrar el divorcio, entre las dos disciplinas. Por una asimilación, totalmente incorrecta, el establecimiento de un hecho histórico, singular y temporal; se asimiló, en la historia, al establecimiento del hecho científico, elaborado por todo un proceso de pensamiento; a partir de la repetición experimental. Por una asimilación de pensamiento, no menos incorrecta; el apriorismo fecundo, de la teoría y de la hipótesis; fue confundido, con una falta de ¨objetividad¨ en la observación.

Tercero: una concepción estadística del hombre, aparecía, en el fondo de esta reacción intelectual. Una economía válida para todos los tiempos y para todos los lugares; supone, una inquebrantable psicología. Que hace de la historia, un repertorio de formas; traspone en el plano social, la misma creencia, en las estabilidades. Excelentes historiadores, han intentado, en un momento dado; aplicar, a diversos tiempos de la historia y las concepciones. Lo mismo, que no existen, una economía y una sociología ¨pura¨; tampoco existen una economía y una sociología ¨eterna¨. Es la historia, la que es objeto de ¨ciencia¨; porque, la historia crea continuamente, su objeto. La ¨historia es ciencia¨ de las sociedades. La historia, ciencia del cambio. La historia, ciencia de las sociedades en cambio; y por ello mismo, rebelde a todo ¨estructuralismo¨ no dinámico; que rechaza, todas las sociologías estáticas.

Cuarto: una concepción subjetiva de la ciencia, completaba, estos rasgos dominantes de las ciencias humanas. La historia se enorgullecía de no existir más que como reflejo de espiritualidad del historiador. El marginalismo, renunciaba, en economía, a la noción de ¨valor objetivo¨; gran conquista de los fundadores del pensamiento económico clásico. Ahora bien, construir una teoría de la ¨economía social; sobre la conducta subjetiva del individuo; era partir, ya sea, de frágiles banalidades; ya sea, de una observación ¨microscópica¨ en el nivel de los individuos; tarea casi imposible. Era sacrificar, varios siglos de reflexión en materia de ¨tablas¨ macro-estructurales; y, de investigación histórico-inductiva.

Acotación del autor de estas notas: Fue así, como vimos estupefactos (dentro del estudio de la historia); como surgieron y hasta se fraguaron calumnias, y espectaculares silencios, contra el ¨fabuloso¨ escrito de Marx, denominado ¨El Capital¨. La ligereza, con la cual, la ciencia económica ¨universitaria¨ trató (1920-1940); a la herencia científica de C. Max; constituirá, el objeto, de una de las páginas más bochornosas de la historia intelectual de Occidente. Y, entonces, un derrumbe económico (de esos que suceden de cuando en cuando, por culpa del despilfarro; y, de la ostentación capitalista); procuró el advenimiento de cuantos ¨sátrapas¨ lograron subir al poder; e, instalarse, muchos hasta hoy (o, sus herederos); cuyo comportamiento, ha sido fiel reflejo, de sus mentalidades negativas; y, de sus cerebros del mal.

Pero en 1960; ¿Están las ciencias económicas más cerca de Pareto, que de Marx? Desde 1932-1936; se han transformado singularmente los métodos; y cabe, entonces, afirmar: que sus ¨revoluciones¨; empezando por la Keynesiana¨; han sido, sobretodo, redescubrimientos parciales, de verdades clásicas, de las que Marx y solo él, tuvo, la genialidad de elaborar: ¨La Teoría General¨. Además, hemos asistido a la re-introducción de ¨macro-estructuras¨; en el análisis, y la reconsideración de los cálculos económicos globales (lo que ha reducido el marginalismo, de la explicación universal; a simples procedimientos de cálculo, con investigaciones ¨vía satélite¨; hemos visto, además, la obsesión del equilibrio, abandonado por la dinámica; entonces, hemos presenciado el reverdecimiento de las teorías sobre población y desempleo; que han hecho posible, la verdadera planeación a escala mundial; en el largo, mediano y corto plazo.

Y, ante el evidente declive del ¨capitalismo competitivo¨; ha sido preciso, elaborar teorías… como las del ¨oligopolio¨; reconociendo con ello, el título… del proceso de ¨concentración¨. Luego, se ha debido volver a encontrar para esta época… del imperialismo rampante, agonizante; el equivalente de los viejos ¨análisis mercantilistas¨; sobre las ¨economías dominantes¨: los efectos de dominación, generalmente dictatoriales; los de ¨polos de desarrollo¨; e intercambios onerosos; y los desarrollos desiguales.

Acotación del autor de estas notas: El estudio económico de los distintos productos nacionales; escalas de cuadros; mapas superpuestos de las regiones y sus productos con proyecciones… estadios econométricos en el largo plazo, de los diferentes productos regionales, representados geográficamente… ha conducido, a elegir el tiempo de trabajo simple, contenido… por producto, localizado (fotográficamente) en el terreno. Criterios de decisión y selección; en el desarrollo económico y social planificado. Para concluir, que solo después de haber buscado largamente la formación en ¨teoría pura¨; los conceptos y procesos del crecimiento… se han reconocido ampliamente; cada día más, que el mero análisis socio-histórico total; sea capaz de explicar por cada caso, que solo el ¨análisis causal¨; y no, el ¨análisis alternativo¨ puede revelar… las relaciones recíprocas, dialécticas, entre las coyunturas estructurales. O sea, que se ha procedido, ¨desde lo particular a lo general.¨

Solo, que, un conocimiento ¨serio¨ y a tiempo; de la ¨teoría marxista¨; hubiese aclarado todos y cada uno de los puntos, sobre el desarrollo de la ¨economía socialista¨. Y un verdadero marxista o, socialista económico; o, un historiador… por definición; y no, una cosa; o, la otra; podría limitarse a contar los puntos… buenos; ante tantos descubrimientos que hoy serían una ¨panacea mundial¨. En su apología a los hombres olvidados, J. P. Sartre. (1905-1980); reconoce la advocación de Marx «La unidad y el carácter sintético del proceso social».

Acotación del autor de estas notas: Pues, hubo un tiempo, en el que los marxistas, tildados de ¨comunistas¨ erróneamente; y, por mortal ignorancia; no tenían para ellos más que desprecios; y a menudo injurias y persecuciones (C. Marx, las sufrió en carne propia, tanto que su vida, fue martirizada, hasta con el hambre familiar.) En actitudes, ciegas y envenenadoras de la burguesía; y, su ciencia despilfarradora y ostentosa; ésta, también, causante de verdaderos ¨holocaustos económicos¨ en el mundo. Pero, que hoy, por fortuna, la gente de bien, se ha dado cuenta de la brutalidad cometida. Para poder darse cuenta, de que la filosofía y la ciencia van de la mano; y, que han funcionado durante mucho tiempo; pues, no obstante, después de todo, la verdadera ¨teoría marxista¨, es cualitativamente nueva, en experiencia en el tiempo. Solo que hasta ahora, ha salido del vacío, en la que fue lanzada. Y puede, aún no ser perceptible, aún para los nuevos y mejores espíritus. De ahí que el diálogo entre marxista y no marxista, constituya para las ¨futuras ciencias¨ humanas, una esperanza y una necesidad. Ya que es esto; o, es la nada; y la nada… es nada.

No se es lo bastante buen filósofo; como, para poder decidir y aclarar: si podemos hablar ¨con fundamento¨; sobre conocimientos sin fundamento; como, tampoco, de fundamentos sin conocimiento. Pues, sin duda, no se trata más que de una formación demasiado absoluta; de una indicación útil; y se crea, que las ciencias económicas, históricas y sociológicas, de los últimos años, han podido, fuera del marxismo, constituirse parcialmente. Pues, como dijimos, no son conocimientos sin fundamentos; sino, conocimientos sin teoría general, Ya que no se puede reducir al marxismo del S. XX; a un leninismo; y muchos menos a un estalinismo. Por lo mismo que no se puede confundir socialismo con comunismo. Y esto, se debe aplicar, en el presente, aún joven, que ya ha recorrido, casi diez años; y emplearlo, en lo que se ha denominado el ¨neo-socialismo¨ del siglo XXI.

Acotación del autor de estas notas: Debemos, tener siempre presente que, el (verdadero) socialismo de Marx, es ¨teoría pura¨; el de Lenin, es ¨idealismo voluntarista¨ que permitió la revolución rusa, para luego, instalarse en el poder, mediante su ¨bolcheviquismo¨, de bolsillo; que lo llevo irremediablemente, en compañía de J. Stalin (ex clérigo venido a más); a la dictadura más horrenda, criminal y absolutista, de que se tenga noticia. Dicho esto, no es inexacto, decir y pensar, que el ¨marxismo de acción¨, ha tenido más fuerza, en su fundamento, que finura en sus formas prácticas de aplicación. (Ahora, si el pueblo ruso, tenía hambre, los comunistas; solo pan le dieron.); y sus éxitos históricos, provienen de un análisis histórico fundamental; lo mismo, que sus éxitos económicos; y los nefastos ejemplos, de pasadas revoluciones… en las que: cada ¨loco¨ ambicioso, (hizo, hace y hará) lo que le venga en gana.

Finalmente, tenemos que la ¨teoría económica marxista¨ se apoya principalmente en: Primero, la demostración y comprobación, de que en materia de utilización de los medios modernos (inclusive el electrónico); la rapidez de los progresos socialistas, es generalmente bastante grande. Segundo: Una estrategia económica, al servicio de una previsión competitiva, no puede informar más que técnicamente (y no fundamentalmente) a la ¨estrategia planificadora, que los puede realizar; más, que contra la propia naturaleza¨. Tercero: Porque la previsión económica, no es aún, desgraciadamente, la estrategia única (ni siquiera, la estrategia dominante); exigida del ¨socialismo¨. Es, la historia ¨de las contradicciones, entre los hombres; no, entre hombres y naturaleza¨; lo que constituye, tal vez, aún por mucho tiempo, el campo de la ¨praxis¨. Así, la resistencia de las viejas estructuras; en el conjunto del mundo, no forma parte, de una estrategia materializadle. Ni el peligro de ¨guerra¨ que ella comporta.

CAPITULO V

REVELIÓN DE LAS MASAS.

Por: José Ortega y Gasset.

Ed. Altaya (1992)

Tomado, en paráfrasis; resumiendo y comentando personalmente.

Una necesidad generalizada, de educación.

Las masas.

Cual ninfas de bellos senos,

Se descubren airosos e inocentes.

Mostrando su mortal inocencia,

Pues, aunque vulgares son francas.

Venidas de olorosas campiñas,

Sobrevives, como sea, todos los días.

Pero, al imponer tu voluntad, tus derechos,

Pondrás fin, a tu desventura, a tu sufrir.

Llevadas al matadero por los oligarcas,

Que las violan y las gozan, explotándolas.

Por ignorantes, inocentes e incultas,

Vírgenes, cual flores de jardín.

Masas de almas vulgares, que así lo divulgan,

Tu ingenuidad riegas por doquier.

Es tu fas, es tu esencia y tu vida,

Masas cándidas, llenas de espontaneidad.

Te sabes así, pues así creces,

Al afirmar tus derechos, aunque prosaicos.

Son tuyos como tuya es la caída,

Y por ello, y con ello, también gozas.

Hasta cuando, masas vulgares e incultas,

Hasta cuando, será tu suplicio.

Hasta cuando, tú sufrir sin parar,

¿Será, hasta que triunfes en las urnas?

A. G.

El hecho, de las aglomeraciones.

Acotación del autor de estas notas: Hoy, existe, un hecho, que para bien o, para mal; es el más importante, en la vida pública. Se trata, del advenimiento de las ¨masas¨ al pleno poderío social (seguramente, debido, a su ya desmesurado, número de componentes.) Y como tal, las ¨masas¨ (por definición); no deben, ni pueden, dirigir su propia existencia; y menos regentar, a la sociedad (lo que quiere decir la crisis); de pueblos; naciones; y culturas, que les cabe padecer. Pero, resulta que esta crisis, ha sobrevenido más de una vez. Su fisonomía y consecuencias, son ya muy conocidas (debido principalmente, a la ¨Red Internet¨.) Desde luego que se conoce su nombre como: ¨La rebelión de las masas¨.

Para la inteligencia del formidable hecho, conviene, que se evite dar a las palabras ¨rebelión¨; ¨masas¨; ¨poderío social¨; etc., un significado, exclusiva o, primariamente, político. La vida pública, no es solamente, política; sino, que a la par (y, aún, antes que todo) es intelectual; moral; económica; religiosa; y, colectiva. Que incluye, la moda y el disfrute de la vida (como derechos fundamentales.) Pero, tal vez, la mejor forma, de acercarse a este ¨fenómeno¨; consista en referirnos a una experiencia (visual); que subraye una facción de nuestra época. Anunciarlo a todos los vientos (analizando) sin tapujos… lo que se denomina aglomeración, ¨lleno¨; pues las ciudades (y el campo); están llenas de gente; las casas de inquilinos; los hoteles de huéspedes; los trenes y sistemas de transporte masivo, de viajeros; los cafés; los paseos; o, bulevares; los hospitales y clínicas; las salas de cine; los espectáculos; las playas y hasta las cárceles, etc.

Y, lo que antes, solía ser problema; ahora, lo es, pero de continuo; son largas colas (para todo) y encontrar puesto, es de por sí, ya una molestia. La ¨muchedumbre, como tal, se posesiona de todo, ya no hay sitio en ninguna parte. En las ciudades… el asfalto, las construcciones, la gente, todo… es el caos, en las horas ¨pico¨. Es lo que llamamos ¨civilización¨; y sorprendernos de ello, es ya empezar a entender el problema, para darle solución. Pero, el concepto ¨muchedumbre¨, es netamente cuantitativo, y es visual. La sociedad, es siempre una unidad dinámica de dos factores: ¨minoría y masa¨. Así, que las ¨minorías¨, son individuales; o, grupos de individuos, especialmente cualificados. La ¨masa¨, es un conjunto de personas, no especialmente cualificadas.

Ahora bien, existen en la ¨sociedad¨; operaciones; actividades; y funciones; del más diverso orden; que son, por su misma naturaleza, especiales; y, consecuentemente, no pueden ser bien ejecutadas, sin dotes también especiales. Por ejemplo: ciertos placeres de carácter artístico y lujoso; o bien, las ¨funciones de gobierno¨; y, de ¨juicio político¨, sobre los ¨asuntos públicos¨. Antes, eran ejercidas estas actividades especiales, por las minorías calificadas (por lo menos en pretensión); la ¨masa¨, no pretendía intervenir en ellas; se daba cuenta de que, si quería intervenir, tendría, congruentemente, que adquirir esas dotes especiales, y dejar de ser ¨masa¨; ya que conocía su papel, dentro de una saludable ¨dinámica social¨.

Pero, nadie, deplorará, que las gentes gocen, en mayor medida y número, que antes; ya que ahora, tienen para ello, el tiempo, el apetito y los medios necesarios. Lo malo de esto, es que la decisión tomada por las ¨masas¨; de asumir actividades, propias de las ¨minorías¨; no se manifestará; ni puede manifestarse; no solo en el orden de ¨placeres¨, sino, que es una manera general, de ¨pasar el tiempo¨.

Acotación del autor de estas notas: Luego, estas innovaciones, solo significan, el triunfo político de las ¨masas¨. Ya que, la vieja ¨democracia¨, permanecía templada, por una abundante dosis de ¨liberalismo¨; y de entusiasmo por la ¨Ley¨. Y al servir, a estos principios, el ¨individuo¨, se obliga a sostener, en sí mismo, una disciplina difícil; al amparo del principio ¨liberal¨; y de la ¨norma jurídica¨; ya que así, podían actuar y vivir las ¨minorías: pues, ¨Democracia y Ley¨; en ¨convivencia legal¨, eran sinónimos. Luego, asistimos a una victoria, de la ¨hipertrofia¨; en que la ¨masa¨ actúa directamente sin ¨Ley¨; por medio de materiales y presiones; imponiendo, sus aspiraciones, y sus asuntos. Se le llama, además, ¨híper democracia¨. Que actúa, por lo menos aparentemente, ya que, no porque al ¨parlamento¨ puede llegar, cualquier representante auténtico del ¨pueblo¨; no deja, ni dejará de brillar allí… tanto hijo de… la oligarquía.

Lo propio, acaece, en los demás órdenes; especialmente, en el ¨intelectual¨. Tal vez, parece erróneo, pero el ¨escritor¨, para poder escribir… sobre cualquier ¨tema¨ (estudiado, larga y detenidamente); debe pensar (de antemano); que nunca, se ha detenido a ocuparse del asunto. Pero, si lee (por, lo menos, de tiempo, en tiempo); no es con el fin de ¨aprender¨; sino, de enterarse, y así poder sentenciar, lo que no le cuadre. Luego, es posible, pensar que si los individuos integrantes de la ¨masa¨, se creyesen dotados… se tendría más de un caso de error personal; pero, nunca, una subversión de tipo ¨sociológico¨, que es la vulgaridad; lo ordinario; y la bebida.

SUBIDA DEL NIVEL HISTÓRICO.

Este, es el hecho formidable, de nuestro tiempo; descrito, sin ocultar la brutalidad de su apariencia. Es además, una absoluta novedad en la historia de nuestra civilización. Si hemos de hallar algo semejante, tendríamos que brincar fuera de nuestra historia; y sumergirnos en un orbe, en un elemento vital, completamente distinto del nuestro; tendríamos que insinuarnos, en el mundo antiguo; y llegar a su hora de inclinación. Pues, la historia del ¨Imperio Romano¨; es también, la historia de la ¨subversión¨, del imperio de las ¨masas¨; que absorben y que anulan las ¨minorías dirigentes¨, y se colocan en su lugar. Entonces, se produce el fenómeno del ¨lleno¨. Por eso, como observó ¨O. Spengler¨ (1880-1936); hubo que construir, al mundo de ahora, con enormes edificios; pues la época de las ¨masas¨, es la época de lo ¨colosal¨.

Acotación del autor de estas notas: Y si… recordamos épocas pasadas, cuando se vivió bajo el ¨imperio de las masas¨; aunque suene ¨raro; pero, la verdad histórica; es que fueron días amargos; que, si nos adentramos en el tema, sorprendentemente (con escalofrío) vemos como, en esos días, en los cuales la vida no valía nada; la ¨pena de muerte¨ estaba a la ¨orden del día¨; la ¨guillotina y la horca¨; que fueron sus instrumentos preferidos; entonces, miles de miles de cabezas rodaron; ensangrentado las banderas, con la sangre de los mártires de la ¨revolución¨; o, cuando miles de miles de personas, fueron enfrentadas a pelotones de fusilamiento; por el solo hecho, de estar ahí, en ese balcón de la ignominia.

Solo, viendo por dentro el macabro espectáculo; a través de las ¨plumas¨ de los escritores; es cuando, se retuerce uno, leyendo líneas, repletas de injusticia, de dolor, y de ruina; provocadas por gentes sin alma; que olvidando a Dios, fueron capaces de todo. Así fue, el triste advenimiento de las ¨masas¨, a la superficie de la historia; que no inspiró, sino repugnancia. Lo cual, no significa, que se deba ser ¨aristócrata¨; pues al parecer, fue su sangre, la que limpió al mundo, de sus crímenes; de sus aterradoras acciones. Fue, como si el ¨estado¨; la ¨sociedad¨ misma, entendiese, que para llegar a la ¨modernidad¨ del mundo feliz (del neo-socialismo, del S XXI); se tuvo que pasar, por tanto vejamen y dolor. Cuando, de los ¨motines¨ se pasó (casi sin darse cuenta) a la ¨revolución¨. Que, con cantos patrios; y, verdaderos ríos de sangre, se superó algo… que hoy, no deja de ser, un ingrato y penoso recuerdo.

Pero, esa ¨aristocracia¨ (insensible) del pasado; no se parece en nada; al ¨grupo¨ de privilegiados (oligarcas); que hoy, han tomado su lugar, reviviendo tramos ya caminados; y, también (como ellos) revolcándose, en la sangre del ciego, e inútil desvalido perenne. Que olvidando a Dios, ha obtenido su resultado. Tampoco, se trata, de la apología del crimen; se trata, de la apología de la ¨matonería¨ de los poderosos (de siempre); que encapuchados, en piel de cordero, han sabido esclavizar (económicamente) a los pueblos; que como niños, les entregaron las armas; y, con ellas el poder; y lo que es peor, su ¨voto¨; en algunos casos ¨vitalicio¨; con el cual, se esculpen nuevamente, penas, vergüenza y dolor; que, en el nombre, de una ¨sociedad¨ moribunda, escuálida y enferma; que, a pesar de todo, aún grita (pidiendo amor); como su única misión.

Pues, el ¨virus¨ de la ¨burocracia¨; no sale tan fácil, del cuerpo, de la nueva clase dominante, dentro del vasto mundo del Siglo XXI. Reclamando (por derecho); reivindicaciones ya perdidas; y en su lugar, derramamientos de sangre; con más derramamientos de sangre; además, con miles, de miles de bocas hambrientas, como fiel testigo, de sus iniquidades. Que hacen, nuevamente preguntar; ¿donde está Dios, donde, los curas? que se supone; solo, recogiendo limosnas y tributos; en ingratos alfolís; sobrecarga, de más impuestos; y, cuentas por pagar; dejando, huellas imborrables, a las generaciones del futuro; con el solo hecho, de ver, sus múltiples y valiosas propiedades; sus casas, mansiones y autos de último modelo (como producto, de su negocio redondo.)

No, obstante, debemos rechazar, toda interpretación (del desamor); en nuestro tiempo (pues, así como necesitamos a Dios; él también, nos necesita); que, aún no se descubra, el significado oculto, bajo el actual ¨imperio de las masas¨; son aceptadas ¨beatamente¨; sin siquiera, estremecerse de espanto. Y quién, no haya sentido, en su propia mano, el rápido palpitar del tiempo; es porque no ha llegado más, que a acariciar su mórbida mejilla.

Y en el encuentro, el ingrediente terrible que opone a la arrolladora y aún violenta ¨sublevación de las masas¨; impotente, indomable y equívoca… como lo es, todo destino infalible. Pero, a pesar de todo, todavía nos preguntamos: ¿A dónde nos lleva; es un mal absoluto; o, acaso un bien posible? Que ilusos, por creer todavía en el hombre. Pero, ahí está, instalada la colosal ¨duda¨; que, como un ¨gigante¨ atravesado en el camino de la vida; es, como quisiese ser: ¿un mal absoluto; o, un bien posible? El cual, siempre tiene una forma inequívoca; como algo que aspira a ser; como un ¨arco triunfal¨; puesto como ¨meta¨ de la existencia humana.

Acotación del autor de estas notas: Mas, solo ya, nos basta, con formularnos (para someter nuestra anatomía); algunas consideraciones y reflexiones: Primero. Las ¨masas¨, ejercitan un repertorio vital, que coincide en gran parte, con el que antes, parecía reservado exclusivamente a las ¨minorías¨; formando parte, de toda aspiración personal. Segundo. Al propio tiempo, las ¨masas¨, al crecer, tanto, como lo han hecho; han mejorado su ¨indocilidad¨; frente a las ¨minorías¨; y no las obedecen, ni las siguen; y en consecuencia, no las respetan, y solo quieren suplantarlas (echando mano a todo.)

Para esto, debemos detenernos en el camino; y, analizar un poco más, la situación (aunque parezca absurdo): Si, por ejemplo, hoy las ¨masas¨ gozan de los placeres¨; y, usan, los utensilios inventados por los ¨grupos selectos¨; que antes, solo ellos usufructuaban. Si, es menester, que hoy sientan los apetitos; y, las necesidades, que antes, eran calificados, como ¨refinamientos¨; pues, eran patrimonio de unos pocos. Y, finalmente, aunque parezca, hasta risible: Acaso, las ¨masas¨, conocen y emplean, con relativa suficiencia; muchas de las técnicas, que antes, solo manejaban individuos especializados.

Acotación del autor de estas notas: Y no solo las técnicas materiales; sino, las jurídicas y sociales. Por el camino, de los ¨derechos¨; o sea, simplemente: ¨tener derecho a tenerlo¨; por el solo hecho, de haber nacido, en la presente época. Al parecer, el resultado de tales reflexiones es positivo. Luego, ya es tarde, para todo arrepentimiento; no hay salvación (pues se acabaron los privilegios); por el camino de la mal llamada ¨democracia¨; que protegida por un ¨capitalismo¨ despilfarrador y ostentoso, falaz y lleno de injusticia (que con su indolencia, dejó morir de hambre, a los niños y a los viejos.) El pueblo, al saber ¨votar y escoger¨, a sus auténticos representantes; ya, exige; no pide, ni ruega, como antes. Todo, logrado sin revoluciones sangrientas; solo, con el ¨voto¨; como el principal milagro de la ahora sí: auténtica ¨democracia¨; que proporciona, el (anti-militarista); ¨Neo-socialismo¨ del Siglo XXI.

Volviendo al S. XVIII (el Siglo, que inspiró y permitió, en las ¨masas¨; la llegada al poder – de los hijos de la revolución - Napoleón I; y III); cuando, ciertas ¨minorías¨, descubrieron que todo individuo humano, por el solo hecho de surgir a la vida, sin necesidad de transigir cualificación especial alguna; ya poseía, innegables ¨derechos¨ políticos; y, del ¨ciudadano¨; y que en rigor, estos ¨derechos¨ comunes a todo; son los únicos existentes. Consecuentemente, como ¨parodia¨, todo otro ¨derecho¨, que afectó otras dotes especiales; quedando condenado, como ¨privilegio¨. Y fue esto, primero, un puro teorema; e idea de unos pocos. El ¨pueblo¨, según, en ese entonces, lo llamaban; se sabía ¨soberano¨; pero, aún no lo creía. Hoy, aquel ideal, se ha convertido en una realidad; no ya en las ¨legislaciones¨; esquemas externos de la vida pública; sino, en el corazón de todo individuo; cualquiera que sean sus ideas; inclusive, cuando sus ideas ¨machaquen y trituren¨ instituciones; donde, aquellos derechos se sancionan.

Acotación del autor de estas notas: Y quien, no entienda, esta curiosa situación moral de las ¨masas¨; en la que sostiene (a pesar de todo) una gran ¨minoría¨ en los parlamentos del planeta. No podrá explicarse, tampoco, lo que le espera al mundo; y, que ya ha empezado a ocurrir, en algunos países. La soberanía del individuo (común); ha pasado de ¨idea¨ a ¨ideal¨ genésico y jurídico. Como tal, ha pasado a ser un ¨estado psicológico¨; constitutivo del hombre medio. Los derechos, niveladores, de la generosa inspiración democrática; se han convertido, en democracias ideales; y por supuesto (como en todo); en apetitos y supuestos inconvenientes; al sacar al hombre medio, de la servidumbre y proclamar, una conciencia ¨señorial¨ de su dignidad; y, de su vida; con todas las consecuencias, que esto concibe. Realmente, fue, como un súper-salto con garrocha, en una sola generación; el que traspasó el muro, que dividía a la humanidad.

ALTURA DE LOS TIEMPOS.

Acotación del autor de estas notas: El imperio de las ¨masas¨; presenta una vertiente favorable, en cuanto significa, una subida, en el nivel histórico; revelando que la vida media, se mueve, ahora, en una altura superior, a la que ayer pisaba; y, al darnos cuenta, de tal posibilidad; desde ya, impresa, como carácter, de la época; hoy decimos: que esto; o, aquello; no está, a la altura de los tiempos. En efecto, no es el tiempo abstracto de la cronología que es todo el llano; sino, el tiempo vital, lo que cada generación llama ¨nuestro tiempo¨; y tiene siempre cierta altitud, que se eleva sobre el pasado; o, se mantiene a la par; o, se cae, por debajo. Y la imagen de caer envainada, en el mismo vocablo; o sea, ¨decadencia¨, procede de esta situación; asustando al arcaico, que se siente náufrago, en la velocidad del tiempo; lo que requiere, al ¨súper-hombre¨; que se está formando para el futuro; tan anunciado desde hace mucho, quizá ya, desde Trajano.

Pero, al descubrir, en el ¨génesis¨, que realmente, sí fuimos creados a imagen divina; que, no es otra cosa, que la misma energía prístina, con que se generó todo. Loamos al Creador; y, lo amamos; pues, así, más lo necesitamos; como él, a nosotros. Entonces, como parodia, resulta, un viejo aficionado a la historia; y, empedernido tomador del pulso, de los tiempos; que no puede dejarse alucinar, por la óptica de las viejas plenitudes. Pues lo ideal, para que exista, la misma plenitud de los tiempos; es un buen deseo (o conocimiento); que por fin lo deje satisfecho. Entonces, como decía Cervantes en su Quijote: ¨vamos, que el camino, es siempre, mejor que la posada¨. Luego, una vez satisfecho, el deseo; el ideal, es que, ya no sea nada más; pues se ha llegado a la plenitud.

Acotación del autor de estas notas: Resumiendo: Un deseo, tan lentamente gestado,; que por ejemplo, en el S. XIX; al parecer se realizó. Es lo que se denominó como, ¨cultura moderna¨. Ya de por sí, el nombre, nos resulta inquietante; puesto, que un ¨tiempo¨; sea llamado, a sí mismo ¨moderno¨; es decir: último y definitivo; frente al cual, todos los demás tiempos; son puros pretéritos. Como, modestas preparaciones; y, hasta, como ¨saetas sin brío, que fallan al blanco¨. No se palpa ya aquí, la diferencia esencial entre nuestro tiempo; y en efecto, no se siente ya definitivo; al contrario, en su raíz misma, encuentra oscuramente, la intuición, de que no hay tiempos definitivos, y seguros, para siempre cristalizados; sino, que al revés, esa presunción, de que un tipo de vida, llamado ¨cultura moderna¨; fuese definitivo; nos parece, una obcecación y una estrechez inverosímiles, del campo visual. Y, al sentir así, percibimos una deliciosa, impresión, de habernos evadido, de un recinto angosto y hermético; de haber escapado y salir de nuevo bajo las estrellas, al mundo auténtico, profundo, terrible, imprevisto, e inagotable; donde todo es posible; es lo mejor y lo peor. Pues, intuimos, que posiblemente, en el terreno filosófico, ya no habrá un mañana; todo será un eterno presente. Lo que Fujiyama llama: ¨El último hombre¨; en lo que, la ¨madurez¨ llegó a su etapa final; o, sea, la famosa ¨síntesis¨ de E. Kant. Finalmente, contentos, de haber sido como niños; y madurar como hombres; estaremos felices, de convertirnos, de la mano de Dios, en súper-hombres.

CRECIMIENTO DE LA VIDA.

Acotación del autor de estas notas: El imperio de las ¨masas¨; el ascenso de nivel; y la altitud del tiempo que él anuncia; no son a su vez, más que verdaderos síntomas de un hecho, más completo y general. Este hecho, es casi grotesco e increíble, en su misma y simple evidencia. Es sencillamente, que el mundo, de pronto, ha crecido; y con él y en él, la vida misma. Por lo pronto, esta se ha ¨mundializado¨ efectivamente; o, sea, que el contenido de la vida, en el hombre de tipo medio, es hoy en todo el planeta; y cada individuo, vive habitualmente en todo el mundo. Y el mundo, ha creado también, temporalmente; la prehistoria y la arqueología, que a su vez, han descubierto ámbitos históricos de longitud quimérica.

Civilizaciones enteras; e, imperios, que hace poco, ni de nombre, se sospechaba que existían; han sido anexados a nuestra memoria, como nuevos ¨continentes¨. Los libros; el periódico ilustrado; la radio; la pantalla; y la ¨red internet¨; por lo pronto, han traído estos remotísimos pedazos del mundo; a la ¨visión¨ inmediata, del vulgo; matando el espacio-tiempo, con la velocidad; y, creando el sistema ¨oferta-demanda¨, para proporcionarle todo lo que le plazca; dándole a la vida, en todo instante, conciencia de tal posibilidad; permitiéndonos decidir qué circunstancias tomar; con todo, solo llegamos a ser, una mínima parte, de lo que podemos ser; dándole al mundo; y al universo su verdadera dimensión; y haciendo de esto, nuestro verdadero destino.

Acotación del autor de estas notas: Al asomarnos por la ventana de la vida, hoy vemos todo un mundo, completamente desarrollado, en proyección y potencialidad; tanto en el campo, como en la ciudad; y, más cuando, se retraigan mutuamente. Así que, la física de A. Einstein; y, la filosofía de C. Marx; hoy se mueven, por espacios infinitos; en un crecimiento extensivo; que se debe, a lo intensivo y preciso de las matemáticas; y, de la ciencia. Demostrando, que el crecimiento de las potencias subjetivas, que todo esto supone; es mayor que la misma ¨libertad¨. Pues, la libertad, por ejemplo: del espíritu, es lo mismo, que la del intelecto; y está, medida por su capacidad de disociar ideas, tradicionalmente inseparables. Disociar ideas, cuesta mucho más, que asociarlas; como ha demostrado Köhler W. (1887-1967); en sus investigaciones sobre la ¨inteligencia¨ de los monos. «Nunca, ha tenido el entendimiento humano, más capacidad de disociación, que ahora».

No quiere decir esto, que la vida humana, sea mejor hoy, que en todos los tiempos; Pues no se ha hablado de la ¨cualidad de la vida presente¨; sino, solo de su crecimiento; de su avance cuantitativo; o, potencial. Para con ello, describir rigurosamente, la conciencia del hombre actual. Su tono vital, que consiste, en sentirse con más potencialidad que nunca; y parecerle, todo lo pretérito, como afectado de enanismo; esto, sin hablar de ¨decadencia¨, ya que conciencia y sensación, en una determinada época, tienen su altitud vital. Esto, fue lo que nos llevó a hablar, de la ¨plenitud¨; que han sentido algunos ¨Siglos¨; frente a otros; que inversamente se veían a sí mismos, como caídos de mayores alturas; de antiguas y relumbrantes ¨edades de oro¨. Y se concluía, haciendo notar el hecho, de que nuestro tiempo; se caracteriza, por una extraña presunción de ser, más que todo otro tiempo pasado; más aún, por desentenderse de todo pretérito; no reconocer épocas clásicas y normativas; sino, verse a sí mismo, como una vida nueva, superior a todas las antiguas; e, irreductible a ellas. El hombre y sus descubrimientos, cada vez más sorprendentes, lo hacen interactuar, y a la vez trascender, en el espacio-tiempo.

Comienzo, de la disección del hombre-masa.

Acotación del autor de estas notas: ¿Cómo es este ¨hombre-masa¨; que domina (hoy) la vida política y no, la misma política? ; ¿Por qué es, como es? ; ¿Cómo se ha producido?

Conviene, responder conjuntamente a ambas cuestiones; porque se presta a un mutuo esclarecimiento. El hombre, que ahora intenta ponerse al frente de la existencia europea (y del planeta); es muy distinto, del que dirigió al Siglo XIX; pero, fue producido y preparado, en el mismo Siglo. Cualquier mente perspicaz, de: 1820-1850-1880; pudo, por un sencillo razonamiento ¨a priori¨; prever, la gravedad de la situación histórica actual. Y en efecto, nada nuevo acontece, que no haya sido previsto, cien años antes. «Las masas avanzadas»; decía, el apocalíptico Hegel.

Sin un nuevo poder espiritual, nuestra época, que es una época revolucionaria, producirá una ¨catástrofe¨; anunciaba el fundador del ¨Positivismo¨. A. Comte (1798-1857); «Veo subir la plenamar del nihilismo». Gritaba F. Nietzsche (1844-1900); quien ideó el ¨súper-hombre¨, transformador de todos los valores, que alcanza la libertad. Ahora, es falso de toda falsedad, decir que la historia no es previsible. Es más, la historia es ¨cíclica¨; e, innumerables veces, ha sido profetizada con éxito. Si el porvenir, no ofrece su flanco, a la profecía; no se la podría comprender; y cuando esta se cumple, es porque ya ha pasado. Así, la idea, de que el historiador, es un ¨profeta del revés¨; resume, toda la filosofía de la historia.

Ciertamente, que solo cabe anticipar la estructura general del futuro; por eso mismo, es lo único que es verdad. Comprendemos del pretérito; o, del presente, por esto se quiere venir y ver… que esta época, se debe ¨otear¨ de lejos. Y entonces: ¿A qué distancia? Pues, por ejemplo: a la distancia justa, que no le impida al observador… ver la pequeña nariz de Cleopatra. Sin embargo, jamás en toda la historia, había sido puesto el hombre, en una circunstancia; o, contorno vital, que se pareciera, ni de lejos, al que esas condiciones determinan. Se trata, en efecto, de una innovación radical, en el destino humano, que es implementada en el Siglo XIX; cuando, se crea un nuevo escenario para la existencia del ¨hombre nuevo¨, en lo físico y social. Tres principios, que han hecho posible ese nuevo mundo: La democracia liberal; la experimentación científica; y, el industrialismo. Los dos últimos, pueden resumirse en uno solo: La técnica.

El Siglo XX; fue especialmente revolucionario (un poco menos, de como fueron los Siglos: XVI-XVII-XVIII-XIX); Lo que tuvo de tal, no ha de buscarse en el espectáculo de sus barricadas; que sin más, no constituyen precisamente, una revolución; sino, en que colocó al hombre medio (a la gran ¨masa¨ social); en condiciones de vida, radicalmente opuestas a las que siempre le había rodeado (de la anarquía, paso a la dictadura); volvió al revés la existencia pública. La revolución, no es la sublevación, contra el orden preexistente; sino, la implantación, de un nuevo orden, que tergiversa el tradicional. Haciendo del hombre de la revolución, uno diferente de los demás. Ahora, el Siglo XVIII; se diferencia del dominante Siglo XVII y aún más del XVI; pero todos ellos, resultan parientes similares; y aún idénticos, en lo esencial; si, se confronta con ellos, este ¨hombre nuevo¨.

Acotación del autor de estas notas: En contrapeso, por muy rico que sea un individuo, en relación con los demás; se considera, que como en aquella época, casi todo el mundo estaba sumido en la pobreza (y más en las ciudades); la esfera de facilidades y de comodidades, que sus posibilidades exiguas, podían adquirir, eran muy reducidas. Entonces (paradójicamente, por la revolución industrial) la vida del hombre medio, de hoy, es más fácil; cómoda y segura, que la del más poderoso, de otro tiempo. Luego, no le importa, no ser más rico que otros; si el mundo lo es; y le proporciona magníficos caminos; ferrocarriles; aviones; autos; un buen transporte masivo; telégrafo; teléfono; televisión e internet; hoteles de la calidad que exija; y seguridad corporal; como también, grandes inventos a su disposición.

Vida noble y vida vulgar; o esfuerzo e inercia.

Acotación del autor de estas notas: Somos aquello que nuestro mundo nos invita a ser; y las facciones fundamentales de nuestra alma, son impresas en ella; por el perfil del contorno, como por un molde. Naturalmente vivir, no es más que tratar con el mundo. El ¨cariz¨ general, el que nos presente; será ¨cariz¨ general de nuestra vida. Por esto, se debe hacer notar a toda costa; que el mundo, en el cual han nacido las ¨masas¨ actuales, mostraba una fisonomía radicalmente nueva, en la historia. Mientras, en el pretérito; vivir, significaba, para el hombre medio… encontrar en derredor, dificultades, peligros, escaseces, limitaciones del destino y dependencia del mundo nuevo; que aparece como un ámbito de posibilidades, prácticamente ilimitadas; seguro, donde no se depende de nadie. En torno, a esta impresión primaria y permanente, se va a formar cada alma contemporánea, y como en torno a la opuesta; se formaron las antiguas. Pues, una voz interior murmura… «Vivir, es sentirse limitado y por lo mismo tener que contar, con lo que nos limita»; «vivir, no es encontrar limitación alguna por tanto, abandonarse tranquilamente, a sí mismo. Prácticamente nada es imposible; nada es peligroso y, en principio, nadie es superior a nadie».

Contra lo que suele creerse, es la criatura de selección; y no, la ¨masa¨; quien vive en esencial servidumbre. No le sabe su vida, sino la hace consistir en servicio a algo trascendente. Por eso, y solo por eso, no estima, como una opresión, la necesidad de servir. Cuando, ésta por azar, le falta, siente desasosiego, e inventa nuevas normas difíciles; y más gentes que le opriman. Esto es la vida, como disciplina ¨la vida es noble¨. Y la nobleza se define, por la exigencia; por las obligaciones; no por los derechos. Ya que los privilegios de la nobleza, no son originariamente… concesiones; o, favores. Son, por el contrario, ¨conquistas¨. Los derechos privados; o, ¨privilegios¨; no son pues, una pasiva obsesión; y, un simple goce; sino, que representan, el perfil a donde llega el esfuerzo de una persona.

Acotación del autor de estas notas: En cambio, los derechos comunes, como son los «del hombre y el ciudadano»; son propiedad pasiva, usufructo y beneficio; un ¨don¨ generoso del destino; con que todo hombre se encuentra; y que no responde (hoy) a esfuerzo alguno (ya que se tiene derecho, a tener derecho); como no sea, también, el del respirar; y, el de entrar en la demencia. Se diría pues, que el derecho impersonal… se tiene; y el personal, se sostiene. Por lo cual, es irritante, la degradación sufrida en el vocabulario usual; por una palabra tan ¨inspiradora¨, como es ¨nobleza¨; Pero ¨nobleza obliga¨; para ser ecuánime. El ¨noble¨, se lo ganó exponiendo su vida, esforzándose para ganarlo; y significa que haciéndolo se hizo conocido, se destacó. Pero, en sus ¨descendientes¨, la cosa es muy diferente; ya que esto, sería puro beneficio; y, un reflejo (muchas veces inmerecido.) Al noble originario, se obliga a sí mismo; y, al noble hereditario, le obliga la herencia. Así que (si de nobleza se trata); la cuestión, debe ser al revés; o sea, que son los hijos, con su excelente comportamiento, los que ennoblecen a sus padres.

Nuevamente en esto, surgen connotaciones importantes a subrayar. Resulta que antes (y hoy también); el (proteccionismo personal); era cuestión de honor; que solo los ¨nobles¨ tenían la obligación suprema de ofrecer (después de todo, eran los poseedores de las armas y del personal guerrero); y el pueblo, en caso de peligro, se agazapaba debajo de la nobleza, para ser defendido, generalmente del invasor. Costumbre, que se quedó impresa, en las gentes del común. Luego… por ejemplo: hoy vemos a Presidentes, que se reeligen muchas veces; pues saben mantener el ¨orden¨; y con él, la tranquilidad ciudadana; que a la larga, viene siendo, la principal, de sus necesidades: la protección de sus vidas.

Y adentrándonos, en peligrosas sutilezas, comentemos, otra de las fases del problema: Resulta, que desconociendo de plano, si las ¨masas¨ pueden, o no, representarse personal y adecuadamente, ante un ¨Parlamento¨; en el obvio, caso negativo… sería ilusorio (por decir lo menos) pensar que el ¨hombre-medio vigente, por mucho que haya ascendido su nivel vital, en comparación con el de otros tiempos, no va a poder regir, por sí mismo; el proceso de la civilización. El simple proceso de mantener la civilización actual, es superlativamente complejo y requiere sofismas incalculables. Entonces, mal podría gobernar el ¨hombre-medio¨; que solo, ha aprendido (en el mejor de los casos) a medio-manejar muchos de los aparatos de la civilización; pero, además (y lo más terrible) que se caracteriza, por ignorar de raíz los principios mismos de la civilización. Duro… pero es la verdad rampante. Luego, lo que se necesita, es la ¨mano de Dios¨; representada, en sus pastores y maestros; mientras el ¨pueblo¨ madura y aprende a gobernar; ya sea por medio de sus mejores (exponentes) representantes; o, dar con alguien (naturalmente, auto-suficiente, honesto e incorruptible); que exponiendo su vida, ejercite el mando, con mano dura, pero segura; y excelentemente bien encaminada. Fácil de recetar, pero desafortunada y materialmente, no hay otra; para no entrar, en otra ¨utopía¨; de las tantas, que acompañan la historia humana.

¿LAS MASAS INTERVIENEN EN TODO?

¿SOLO VIOLENTAMENTE?

Acotación del autor de estas notas: Bien, algo natural y paradójico ha acontecido; mostrado abiertamente al mundo y a la vida; al ¨hombre-mediocre¨, que se le ha cerrado el alma; y en esa obstrucción, de ¨almas-medias¨; consiste la misma rebeldía de las ¨masas¨; en las que a su vez, consiste el gigantesco problema planteado (hoy) a toda la humanidad. Y, también, al tener derecho, a tener opinión sobre el asunto; aún, sin esfuerzo para ganarlo; manifiesta, que su ejemplar pertenecía al modo absurdo, de ser hombre; que se ha llamado «masa rebelde»; esto es precisamente tener obstruida y hermética el ¨alma¨. En este caso, se trataría de hermetismo intelectual (o sea, el peor); y se halla confundido y lleno de ideas; pero, decide confrontarlas intelectualmente.

El ¨hombre-masa¨ se siente en perfecto estado. Se siente un hombre de selección, que para sentirse ¨perfecto¨, necesita ser vanidoso; y la creencia, en su perfección, no se halla consustancialmente unida a él; le llega de su misma vanidad; aún para su carácter ficticio, imaginario y problemático, que lo hace vanidoso; pero, necesitado de los demás y busca en ellos confirmación de su idea de sí mismo. De suerte, que ni aún así, se siente completo. En cambio al hombre mediocre de hoy, no se le ocurre siquiera, dudar de su propia plenitud. Su confianza en sí mismo es como la del mismo Adán, aquel del paraíso. Pero, el hermetismo nato de su alma, le impide, como condición previa, descubrir su insuficiencia: compararse con otros seres y salir de sí mismo, para trasladarse a su prójimo. Pero, su alma mediocre, es incapaz de lograr transmigraciones.

Entonces, nos encontramos con la misma eterna diferencia, existente, entre el ¨tonto y el perspicaz¨. Y este, se sorprende de sí mismo, pero, siempre a dos dedos, de sentirse ¨tonto¨; por ello, sin embardo, hace un esfuerzo para escapar, a la inminente tontería; y en este esfuerzo, precisamente, consiste su inteligencia. El ¨tonto¨, en cambio, no se sospecha así mismo. Se parece discreto y de ahí, la envidiable tranquilidad, con que el ¨necio¨, se asienta e instala, en su propia torpeza. Se posesiona de ella, sin posicionarse en ella; tal como aquellos insectos, a los que no hay manera de sacar del recinto; no hay manera de desalojar al ¨tonto de su tontería¨; llevarle de paseo un rato más allá de su ceguera; y obligarle a que contraste su torpe visión habitual, con otros modos de ver, más sutiles. El ¨tonto¨, es vitalicio; y un ¨necio¨, es mucho más funesto que un malvado. Porque el malvado, descansa algunas veces; el ¨necio¨ jamás. Nota: Cualquier parecido (en relación con su credibilidad y populismo) con (algunos de) los presidentes de finales del Siglo pasado; es pura coincidencia.

Acotación del autor de estas notas: Pero, volviendo al tema, no se trata de que el ¨hombre-masa¨, sea ¨tonto¨. Por el contrario, el actual, es listo, tiene más capacidad intelectiva, que el de ninguna otra época. Pero esa capacidad, no le sirve para nada; y en rigor, la vaga sensación de poseerla, le sirve sólo para cerrarse más en sí mismo; no para usarla. De una vez para siempre, consagra el surtido de tópicos, pre-juiciosos, cabos de ideas; o, simplemente, vocablos hueros, que el azar, ha amontonado en su interior; y esto, con una audacia, que solo, por ingenuidad, se explica; los pondrá donde quiera. Esto es lo que se le llama: como ¨característico¨ de nuestra ¨época¨. No que el ¨vulgar¨, proclame, e imponga el derecho a la ¨vulgaridad¨; o, que ésta sea (per sé) un derecho. El imperio, que sobre la vida pública ejerce (hoy) la ¨vulgaridad intelectual¨, es acaso el factor de la presente situación; más nuevo y menos asimilable, a nada del pretérito. Por lo menos, en la historia ¨europea¨; hasta la fecha, nunca el ¨vulgo¨ había creído tener ¨ideas¨ sobre estas cosas.

Lamentablemente, solo tenía… tradiciones; experiencias; proverbios; hábitos mentales; pero, no se imaginaba, en posesión de ¨opiniones teóricas¨, sobre lo que las cosas son; o, deben ser. Por ejemplo: sobre política; literatura; etc., le parecía bien o, mal, lo que el político proyectaba y hacía; entonces, aportaba o, retiraba su adhesión; pero, su actitud, se reducía a repercutir, positiva o, negativamente, la acción creadora de otros (como ver los toros, desde la barrera.) Nunca, se le ocurrió, oponer a las ¨ideas¨ del político, otras suyas. Pero, ni siquiera juzgarlas. Pues, tenía una innata conciencia de su limitación, de no estar calificado para teorizar; y se vedaba completamente. Pero, teniendo en cuanta, aquel viejo adagio de que ¨opinar es teorizar¨; en las ¨urnas¨, paradójicamente, sí fue superior a sus dirigentes. Lo demostró, cuando algunos de ellos, pretendieron la ¨reelección¨; y, al fin y al cabo (para bien o, para mal) no fueron consagrados.

La cuestión automática, de esto, era que el ¨vulgo¨, no pensaba, ni de lejos, decidir en casi ninguna de las ¨actividades públicas¨, que en la mayor parte, son de ¨índole teórica¨. Hoy en cambio, el ¨hombre medio¨, tiene las ¨ideas¨ más taxativas; sobre cuanto acontece y debe acontecer, en el universo. Por eso, ha perdido el uso de la ¨audición¨. ¿Para qué oír, si ya tiene dentro, cuanto hace falta?; pues, ya no es sazón de ¨escuchar¨, sino, al contrario, de ¨juzgar¨; de sentenciar; de decidir. No hay cuestión de la ¨vida pública¨, donde no intervenga, ciego y sordo, como es, imponiendo sus ¨opiniones¨. ¿No es esto una ventaja? ; ¿No, representa un progreso enorme, que las ¨masas¨ tengan ¨ideas¨; es decir, que (al fin) sean cultas? Además, se supone que, en manera alguna, las ¨ideas¨ del ¨hombre medio¨, no son auténticamente ¨ideas¨; ni su posesión, es ¨cultura¨. La ¨idea¨ de un ¨jaque¨ a la verdad, no es ni ha sido ¨suprema¨. Quien quiera tener ¨ideas¨, necesita antes, disponerse, a querer la ¨verdad¨ y aceptar las ¨reglas de juego¨ que ellas imponen.

Acotación del autor de estas notas: Cuando la ¨cultura¨ está en crisis; o, sea, cuando las normas que la regulan, son desconocidas; entra la ¨barbarie¨ a imponerse; es sin lugar a dudas, lo que significa, la ¨rebelión de las masas¨. Sin tapujos, es lo que significa: el dominio de la ¨sin-razón¨; o sea, imponer la ¨democracia¨, al dominio de un solo ¨partido¨. Entonces, para qué el ¨Parlamento¨. En aquel momento, cuanto ¨loco¨ quiera, gobernará un pueblo, sin dar a nadie razón de sus actos. Lo peor, es que ya son muy pocos los países, en donde, existe la ¨oposición¨; en casi todos, pesa una ¨masa homogénea¨ sobre el poder público; y aplasta, aniquilando a la oposición; ya que la ¨masa¨, no desea la convivencia, con lo que no es ella; odia a muerte, lo que no es ella.

PRIMITIVISMO Y TÉCNICA.

Ahora, que la ¨rebelión de las masas¨ (per se); pueda en efecto, ser el tránsito, a una nueva y sin par ¨organización¨ de la humanidad; pero, también, que pueda ser una catástrofe, en el destino de la humanidad. Esto, sin lugar a dudas, es un artificio, un galimatías, que no entra en la ¨razón democrática¨ de nadie; que, además, crea en Dios. Así se manifieste, con el apoyo (económico) de ¨desconocidas¨ fuerzas de opinión (material y espiritual.) No hay razón, para negar la realidad del progreso; pero, es preciso corregir la noción que cree seguro, este progreso. Más congruente, con los hechos; es pensar, que (sin fe, y amor a Dios) no hay progreso seguro; ninguna ¨evolución¨, sin la amenaza de ¨involución¨ y retroceso, puede ser posible. Reinará pues, la más efectiva unidad; con una sola diferencia: que unos pensarán, que la vida es un proceso existencial del alma; y, otros, que es una sucesión de reacciones químicas. Pero, vida, no solo es biología, es sustancialmente biografía; y, también es biología; es un capítulo de la biografía; y además, otra cosa; es la abstracción de la fantasía y el mito.

Acotación del autor de estas notas: Así, los síntomas de nuevas conductas; que bajo el imperio actual de las ¨masas¨; se van apareciendo y agrupando, bajo el título de ¨acción directa¨; que pueden anunciar futuras perfecciones. Es claro, que toda vieja cultura, arrastra en su avance, tejidos caducos; y no pura cargazón de materia; estorbo a la vida y tóxico residuo. Hay instituciones muertas; valoraciones y respetos supervivientes; ya sin sentido; soluciones indebidamente complicadas; ¨normas¨ que han probado insustancialidad. Todos, estos elementos de la ¨acción indirecta¨ de la civilización; demandan una época de frenesí simplificador.

La ¨levita¨ y el ¨peto¨ romántico (hoy el frac); necesitan una venganza, por medio del actual ¨deshebillé¨; y el ¨mangas de camisa¨ moderno. Pero, en este caso, la simplificación, es higiene y mejor gusto; por lo tanto, es una solución perfecta; que como siempre, indica, que con menos medios, se consigue más. El árbol ¨del amor romántico¨, exigía también, una poda, para que cayeran las ¨magnolias¨ falsas. Es el porvenir, quien debe imperar sobre el pretérito; y de él recibimos la orden para nuestra conducta; frete a cuanto fue. Además, sino, fuese prolijo, podría demostrarse una pareja incongruencia en: política; arte; moda; moral; religión; y en todas la formas cotidianas de la vida.

Acotación del autor de estas notas: El hombre de hoy, es como un ¨primitivo¨, emergiendo en medio de un mundo civilizado. Lo civilizado, es el mundo, pero sus habitantes no lo son; ni siquiera ven en él, a la civilización, sino, que la usan, como si fuese natural. El hombre nuevo, desea el automóvil y lo goza; pero, cree que es como una ¨fruta¨ espontánea, para su deleite; el fondo de su alma, desconoce el carácter artificial, casi inverosímil, de la civilización; y no alargará su entusiasmo por los aparatos, hasta los principios que los hacen posibles. El ¨hombre masa¨, actual, es en efecto, un ¨primitivo¨, que entre bastidores, se desliza, en el viejo escenario de la civilización.

No es absurdo, pensar, que muchos desconocen el fondo de las cosas; solo, las usan, en un medio espontáneo; sin prédicas o, fervor superlativo, guiado por la ¨propaganda¨, que cada día, no ve, sino, el modo de hacer efecto en el ¨hombre masa¨; haciendo hasta problemático, toda injerencia descuidada y normativa. Así, la ciencia, cada día le ofrece un invento, que es utilizado descuidadamente, sin siquiera preocuparse, de su funcionamiento, uso y reparación. Solo, lo usa y lo tira, adquiriendo uno mejor.

Cada día, se produce, un muevo analgésico; o, una vacuna, de la cual ese ¨hombre medio¨ se beneficia: Todo el mundo sabe que no cediendo a la inspiración científica, si se triplicasen o, duplicasen; los laboratorios se multiplicarán automáticamente; riqueza; comunidades; salud; bienestar; todo lo que si no existiese el hombre, desaparecería completamente, sin dejar huella. Magnífica, divulgación, contundente a favor de un solo principio vital; el hecho de existir. Pero, la ¨pos-guerra¨ convirtió al hombre de ciencia, en el nuevo ¨paria social¨, como son los físicos; químicos; biólogos; mas nunca, los filósofos.

Acotación del autor de estas notas: La filosofía, no necesita protección, ni atención, ni simpatía de la ¨masa¨. Cuida su aspecto de perfecta inutilidad; y con ello, se libera de toda supeditación al ¨hombre medio¨; se sabe a sí misma por esencia, problemática y necesaria; abraza alegre, su libre destino, como de ¨pájaro de Dios¨; sin pedir a nadie que cuente con ella, ni recomendarse, ni aún defenderse. Si a alguien, buenamente, la aprovecha para algo, se regocija, por simple simpatía humana; pero, no vive de ese provecho ajeno, ni lo premedita, ni lo espera. ¿Cómo va a pretender que nadie la tome en serio, si ella comienza por dudar, de su propia existencia? Dejemos, pues, a un lado la filosofía, que es aventura de otro rango. Pero, las ciencias experimentales, sí necesitan de la ¨masa¨; como esta necesita de ellas, so pena de sucumbir, ya que en un planeta sin fisicoquímica, no puede sustentarse, el número de hombres (hoy) existente. Lo peor, es que un hombre sin ella, se destina al holocausto de su exterminación mutua.

PRIMITIVISMO E HISTORIA.

Acotación del autor de estas notas: La ¨naturaleza¨ está siempre ahí; se sostiene a sí misma; En ella (en la selva), podemos impunemente, ser salvajes; podemos inclusive, resolvernos, a no dejar de serlo nunca; sin más riesgo, que el advenimiento de otros ¨seres¨, que no lo sean. Pero, en principio, son posibles los pueblos perennemente primitivos. Los hay, se los ha llamado: «Pueblos de la perpetua aurora»; los que se han quedado en una alborada detenida, congelada, que no avanza hacia ningún medio día. Pero, esto pasa en los pueblos ¨naturaleza¨; mas no en aquellos solo ¨civilización¨; los que no la dejan nunca (la civilización.) Pues la naturaleza, reaparece re-prístina; y la selva siempre es primitiva; solo pertenece a los románticos; que frente a lo ¨colosal¨ del universo (en tiempo y espacio) solo le dejan campo. Pues, el ¨hombre masa¨, cree que la ¨civilización¨, en la que ha nacido y que utiliza… es tan espontánea, a la postre, primitiva; como la naturaleza misma; entonces… se transforma en primitivo. Sencillamente, la civilización entre más avanza, se hace aún más complicada y compleja; más difícil. Los problemas que se plantea, son archi-intrincados; y desafortunadamente, cada vez, es menor el número de personas, cuya mente, esté a la altura de esos problemas. La verdad, si antes sobraban ¨cabezas¨ para gobernar (bien); hoy lamentablemente, faltan.

Este desequilibrio, entre la sutileza complicada, de los problemas y de las mentes; será cada vez mayor; si no se pone remedio a lo que constituye la más elemental tragedia de la civilización. De puro ser fértiles y certeros los principios que la informan, aumenta su cosecha en cantidad y en agudeza, hasta rebosar la receptividad del ¨hombre normal¨. Y (hoy) no se cree que esto haya acontecido nunca en el pasado; pero, todas las civilizaciones han fenecido, por la insuficiencia de sus principios. La europea, por ejemplo: amenaza sucumbir por lo contrario; en las naciones (recordemos) no fracasó el hombre, sino, sus principios. Al parecer (pensando aristotélicamente) solo los sabios y (hoy) los técnicos; profesores (pastores) y científicos; son la solución a nuestros problemas; pues, infortunadamente, da grima, oír hablar, sobre los temas elementales del día; a las personas relativamente cultas y dirigentes representativos; que más parecen toscos y lóbregos; que con dedos gruesos y torpes, quieren coger las agujas (problemas) puestas sobre la mesa de la vida.

Acotación del autor de estas notas: Se manejan temas: ¨político-econo-sociales¨; con un alto contenido, apropiado de un instrumental de conceptos ¨romos¨ (algunos de ellos muy antiguos); con el objeto de afrontar situaciones, de hecho mucho menos sutiles. Siendo la civilización avanzada, una misma cosa, con problemas arduos. De ahí, que cuanto mayor sea el ¨progreso¨, más en peligro está; pues, la vida, es cada vez más compleja; pero, es claro, que al complicarse, los problemas, irremediablemente, se van perfeccionando (con base en el error); indudablemente, para llegar a los ¨cero errores¨.

Pero, por lo pronto, es menester que cada nueva generación se haga, como dueña (y aprenda) de esos problemas y medios adelantados para resolverlos; ya que es la experiencia, la única dialéctica, elementalmente docente; pues, es la historia la única dueña de tales adelantos. El saber histórico, ya de hecho es una técnica de primer orden, para conservar; y, sobretodo, continuar un civilización proyectada al futuro. No porque, dé soluciones positivas, al nuevo cariz de los conflictos vitales; ya que la vida, no es siempre diferente, de lo que fue, sino, por lo que se evita cometer ¨errores¨; verdaderos maestros del futuro. De ahí el peligro de perder la memoria y perder así experiencia, dejando a la ¨ciencia¨ falta de experimentación, en todos los campos. Dejando a las gentes padeciendo la ignorancia de la historia, y poniéndolos en coma; aprovechable, por la ¨oligarquía fascista¨ de todos los tiempos; que solo garantiza involución y caos; principal causa del egoísmo y la entestecía (anti-Dios); con doctrinas militaristas, aislantes de la verdad histórica, que solo a ellos interesa, para aplastas la ¨democracia¨.

RESUMEN.

Acotación del autor de estas notas: Un nuevo hecho social (de los últimos minutos históricos); parece entregar la decisión (electoral) del (muy numeroso) ¨hombre vulgar¨ y desafortunadamente, hoy convertido en ¨hombre masa¨; que pretende así gobernar… con esta actitud social; al dejar (y potenciar) elementos (piel de oveja); que no dudan, por un instante, en colarse y colocarse en el poder, como avalancha retardataria por un tiempo indefinido.

Acotación del autor de estas notas: Resumida aquí (su estructura psicológica social) así: Primero, una impresión nativa y radical, de que la vida es fácil, sobrada, sin limitaciones trágicas; por lo tanto, cada ¨individuo medio¨, encuentra en sí, una sensación de dominio y triunfo. Segundo, Una invitación a afirmarse a sí mismo, tal cual es, a dar por bueno y completo, su haber moral e intelectual. Este contentamiento, consigo mismo, le lleva a cerrarse, para toda industria exterior; a no escuchar, a no ponerse para toda instancia exterior, a no escuchar; a no poner en ¨tela de juicio¨ sus opiniones; y, a no contar con los demás. Su sensación intima de dominio, le incita constantemente, a ejercer predominio. Actuará, pues, como si solo él y sus congéneres existieran en el mundo. Tercero, intervención, en todo, imponiendo, su ¨vulgar¨ opinión, sin miramientos; contemplaciones; trámites, ni reservas; es decir, según un régimen de ¨acción directa¨.

LA BARBARIE DEL ESPEJISMO.

La tesis era, que la civilización del S. XIX; produjo automáticamente, al ¨hombre-masa¨; y conviene, no cerrar su exposición general, sin analizar, mediante, un caso particular, la mecánica de esa producción. De esta suerte, al concretarse, la tesis, gana fuerza persuasiva. Por ende, esa civilización del S. XIX; puede resumirse, en dos grandes dimensiones: Democracia: liberal y técnica. Ahora, tomemos la última, la técnica contemporánea, que nace de la copulación, entre el ¨Capitalismo¨ y la ¨Ciencia Experimental¨; pero como, no toda ¨técnica¨ es ¨científica¨; el que fabricó, por ejemplo: las hachas de ¨silex¨, durante el período ¨chelense¨; carecía de ¨ciencia¨; y sin embargo, ¨creó¨ una ¨técnica¨. Así, La China, llegó a un alto grado de tecnicismo, sin sospechar en lo más mínimo, la existencia de la ¨física¨. Solo la técnica moderna europea, tiene una raíz científica; y de esa raíz, le viene su carácter específico, y la posibilidad futura, de un limitado progreso.

La maravillosa técnica occidental, ha hecho posible la fabulosa proliferación de la ¨casta¨ europea. Así, del S. V al S. XIX; Europa no consiguió tener una población mayor de 180 millones de seres; pero, de finales del S. XIX al S. XX; su población, ascendió a 400 millones; o sea, que según, se multiplique por 2.2; lo hizo, a una tasa del 22%; y esto en un Siglo. El brinco, es único, en la historia humana; no cabe duda de que la ¨técnica¨ - junto con la democracia liberal – ha engendrado al ¨hombre masa¨; en el sentido cuantitativo de esta expresión. Pero, también es responsable de la existencia del ¨hombre-masa¨; en el sentido cuantitativo y peyorativo del término. Lo que hace (en el tiempo moderno) que el ¨hombre-ciencia¨, también sea considerado como ¨hombre-masa¨; teniendo en cuenta, que la ¨ciencia¨, es la raíz de la civilización; en la cual científicos, de todas las ramas, se saturaron mutuamente de cada especialización; lo que marcó, el nacimiento de la ¨Cibernética-inteligente¨.

Acotación del autor de estas notas: La especialización, pues, hizo posible el progreso de la ¨ciencia experimental¨; durante un Siglo; y se aproximó, a una etapa en la cual, el hombre, no podrá avanzar por sí mismo; sino, que se encargará toda una generación, de constituirle un nuevo ¨espetón¨; mucho más poderoso. Pero, si el especialista, desconoce la ¨fisiología interna¨ de la ciencia que cultiva; y mucho más radicalmente, ignora las condiciones históricas de su perduración; es decir como tienen que estar organizados; la sociedad y el corazón de los hombres; para que puedan seguir haciendo más investigadores; en una mezcla de lo inclusive, con lo exclusive; de lo in, con lo ex; de los De la Hoz, con los Rodríguez; y del carpintero con el profesional. Pero, el descenso de vocación científica, que por estos años se observa, con una frecuencia inusitada, como síntoma preocupante, para todo el que tenga una idea clara, de lo que es en sí, la civilización, como idea, que suele faltar al típico ¨hombre ¨de ciencia¨; cima de la actual civilización. Que simplemente está ahí, como la corteza terrestre y la selva primigenia.

EL MAYOR PELIGRO, EL ESTADO.

Acotación del autor de estas notas: En una buena ordenación de la ¨cosa pública¨; la ¨masa¨ es lo que actúa por sí misma. Tal es su misión. Ha venido al mundo, para ser dirigida, influida, respetada, organizada; hasta para dejar de ser ¨masa¨; o, por lo menos, aspirar a ello. Pero, no ha venido al mundo, para hacer todo eso por sí. Necesita, referir su idea, a instancia superior, constituida por las ¨minorías excelentes¨; pero sin que ellos – sean unos u, otros – la humanidad, no existiría, en lo que tiene de más esencial; es cosa sobre la cual conviene que no haya duda alguna, aunque lleve a Europa; todo un Siglo, metiendo la cabeza, debajo del alón; al modo de los estarcíos; donde lo uno, figura con lo otro, sin distinciones; y ver, cómo se consigue mover tan radiante evidencia. Porque, no se trata de una opinión, fundada en hechos; más o, menos, frecuentes y probables; lo son, en una ¨Ley¨ de la ¨física social¨; mucho más inconmovible, que las ¨Leyes¨ de la física de Newton.

El día que vuelva a imperar, una auténtica filosofía (pedagógica); sería lo único que pueda salvarla; se volverá a caer en la cuenta, de lo que el hombre es; y aún, tenga ganas de ello; o, ser forzado, a buscar una instancia superior. Si logra, por sí mismo, encontrar, que es un ¨hombre excelente¨; sino, que es, ya, un ¨hombre-masa¨; y necesita recibir la condición de aquel. «Estos revueltos, son los que me matan, decía el ¨cura¨ enguayabado, al levantar el cáliz, durante la consagración». Pero, pretender la ¨masa¨ actuar por sí misma, es ya revelarse contra su propio destino. Y como de eso, es de lo que ahora se habla; de una ¨rebelión de las masas¨; a la postre, lo único que sustancialmente es una verdad que pueda llamarse auténtica ¨rebelión¨; es la consistencia, de no aceptar, cada cual, su propio destino; y rebelarse consigo mismo.

En rigor, la rebelión del Arcángel ¨Luz-bel¨; no la hubiera sido… menos; si en vez de empeñarse, en ser Dios – lo que no era su destino – se hubiera empecinado, en ser, el más ínfimo de los ángeles – lo que no tampoco era - (siendo un imposible, lo perseguido; ya que, de lo que se trataba, era de ser el dueño, del corazón de los hombres); así la ¨masa¨, no puede ser ¨Estado¨, pues ya de por sí, lo es… pero, lo que no puede ser es ¨Gobierno¨. Pues, una cosa es la ¨Nación¨ y otra el ¨Estado¨. Hoy una nueva clase social, repunta en el horizonte… la ¨neo-burguesía¨; que poseída, se inclina ante todo, y por sobre todo; se siente así misma gigantesca, poderosa, invencible; pero resulta, que se dio cuenta de que apenas si tenía ¨burocracia¨.

Acotación del autor de estas notas: Pero, con la ¨revolución¨; ésta, se adueñó del ¨Estado¨; en poco más de una generación… creó un ¨Estado¨ poderoso; en lo que podría llamarse: la segunda generación de gobiernos ¨burgueses¨ (vuelve la burra al redil); siendo el centralismo, el ideal de los gobiernos; y un ¨Estado¨ absoluto, con su ¨carismática¨ enseñanza militarista; donde manejando varios íconos, y estandartes nacionalistas; todos… y solo ellos… son los que mandan; haciendo de las ¨palancas¨, la nueva maravilla del ¨cuerpo social¨, destinado ahora, únicamente, a ser solo áulico. Producto visible y notorio de la nueva ¨civilización¨; procurando astutamente, la admiración del ¨hombre masa¨ que solo ve, como se asegura, su seguridad; y sobretodo, sus intereses. Por otra parte, ve en el ¨Estado¨, la aplicación de su poder ¨anónimo¨; ahora convertido en ¨vulgo¨; como la única solución a sus problemas; sin darse cuenta, de que se trata, del mayor peligro, que ofrecen a la civilización (y a la democracia); amenazándola, perdiendo espontaneidad y retórica historicidad; que solo, al mover las palancas del poder, se inspira, resopla; y vuelve a decir: «El estado soy yo»; sin percatarse, de que el ¨Estado¨… ya es la misma ¨masa¨, ahora perfectamente convertidos en un fuerte abrazo de anónimos.

Además, el caso, es que el ¨hombre masa¨, cree, en efecto, que él y solo él, es el ¨Estado¨; y cada vez más, lo hace funcionar así; aplastando, en ello, a toda ¨minoría intrusa¨ y perturbadora, en todos los órdenes. Así la sociedad, cada vez más, obtendrá conciencia, de que solo debe vivir, para el ¨Estado¨; y el ¨hombre¨, para el ¨Sistema¨. Encontrando (los astutos dictadores de turno) un admirable escenario, construido, no por él; sino por el mismo ¨hombre masa¨; que ahora (hipócritamente); desconociendo de plano, todo orden global; democrático y de bien; que tiene la filosofía Marxista; se hace llamar, disque: ¨Neo-socialista¨ del Siglo XXI. Pero, estos cuentos y otros… son solo, para que se los traguen, los tontos; y bien enteros.

CAPITULO VI

CONCEPTOS BÁSICOS DEL ORDEN ECONÓMICO.

Por: Schüller – Krüsselberg.

(Ed. Folio. 1997.)

Bases económicas tomadas en resumen; y, para-fraseos de su texto original; además, agregándoles comentarios personales.

I. Conceptos generales.

A - Teoría del orden económico.

Acotación del autor de estas notas: El conjunto, de ¨reglas¨ promulgadas y aceptadas, procedentes del derecho, del comportamiento ¨ético-cultural y político¨; de las tradiciones y convenciones; que pueden formarse en torno a unas determinadas realidades económicas; y que, junto con estas formas del ¨orden económico¨, delimitan de manera permanente, el espacio de decisión y actuación económica, de los hombres. A una, con el potencial de los factores de producción; y con la organización estatal normal, del acontecer económico; a través de la política económica, y el orden de la economía. En cuanto el orden global; reviste, una importancia fundamental, para la naturaleza; y, el carácter, de los sistemas económicos.

La teoría del ¨orden económico¨, puede centrar sus esfuerzos. En primer lugar: En la comprobación de la multiplicidad de las formas del ¨orden existente¨; en la realidad de sus características, sus aplicaciones y sus cambios, en el curso futuro de la historia. En segundo lugar: Interrogarse, sobre las ¨formas de orden¨, que son parte constitutiva del ¨orden económico¨ total. Y, sobre esta base, distinguir los diferentes ¨órdenes económicos¨ globales; y, analizar su funcionamiento y sus problemas.

Entre las tareas, de esta ¨teoría del orden económico¨ por decirlo así, positivas; se cuenta, la de analizar, la capacidad de combinación, de las diversas formas de ¨orden económico¨, así como sus consecuencias para la capacidad de funcionamiento del ¨orden económico global¨; cuando, determinadas formas, no se adapten entre sí; o, no puedan ponerse en práctica. En este contexto; se plantea la pregunta, de la estabilidad y la capacidad de rendimiento, de determinados ¨ordenes económicos¨; sus ventajas y desventajas comparativas; frente a la competencia de otros ¨ordenes globales¨. En tercer lugar, la teoría del ¨orden económico¨; puede tener una orientación normativa. En este caso, se trata de la configuración; o, modificación de un concreto ¨orden económico; según¨, unos determinados ideales, principios y objetivos, de la política económica. El ¨orden económico¨, se convierte así, en tarea de la ¨constitución económica; o, ¨régimen económico¨ de un país; en cuanto, a que es una decisión global, sobre el ¨orden económico¨, que desea darse una colectividad.

El primer, método; carente, de enfoque teórico, transmite – tal como ha mostrado la ¨Escuela Histórica de la Economía Política¨ - conocimientos, sobre las distintas clases de ¨órdenes económicos¨; y permite, una visión profunda de las condiciones; y de los problemas de su funcionamiento. Ahora, es más bien, el segundo método; el que propone estos objetivos cognoscitivos; a partir, de las hipótesis, de que existen formas de orden, que marcan, el carácter de un orden total; y posibilitan, de este modo, una clasificación de los ¨órdenes económicos¨.

Primero: C. Marx, propone, las fuerzas productivas, y las relaciones de producción (con relación, al ¨orden¨ de la propiedad.) Distingue pues, los siguientes principales ¨modos¨: La sociedad primitiva; la esclavitud; el feudalismo; el capitalismo; el socialismo; y el comunismo. Y todos estos ¨órdenes¨ desaparecen y aparecen, en la concepción marxista; a causa de las relaciones, entre las fuerzas productivas, y la producción misma (o, contradicciones, entre las clases de ¨orden¨.)

Segundo: La teoría del ¨orden¨ desarrollada por R. Eucken (1846-1926), sigue, por el contrario, el pensamiento en ¨ordenes¨; aceptando, que el curso de la historia, es abierto, sin olvidar, las influencias de ciertas coyunturas históricas específicas; sobre, el acontecer económico; de la mano, de una fecunda explanación, de este método, presentada por K. P. Hensel.

Primero: Dada, la escasez de bienes, es indispensable, desde todo punto de vista; la ¨planificación¨ (especialmente, aquella ejecutada, de abajo hacia arriba; o sea, de lo particular a lo general); del acontecer económico. Que a su vez, permite la relación, entre los planes y la coordinación; o, sintonización, con esos planes; además, con el objeto de establecer, un ¨sistema económico¨ de planeación global; lógicamente que, partiendo de lo particular a lo general.

Segundo: La planificación ¨global¨ de los procesos económicos, llevados a cabo, por medio del ¨centralismo¨; donde el ¨plan central¨; por la vía de la subordinación. O, conjunto de cálculos, guiados por saldos de planificación; como, lógica explanación de los sistemas. Llevan a cabo, las cuatro tareas fundamentales de la economía (centro de análisis de la ¨teoría del orden¨): A) Comprobación, de valores adecuados a la escasez. B) Organización, de la producción y su adaptación a la ¨oferta y la demanda¨. C) Distribución, correcta, de los bienes producidos. D) Desarrollo de métodos, para mantener en movimiento el proceso económico; y, conseguir progresos, sin acumulación de información.

Acotación del autor de estas notas: Luego, si se consideran las ¨planificaciones económicas¨ y su intervención, para formar, un conjunto de cálculos de la ¨economía nacional¨; como punto de partida, decisivo, para la solución de las cuatro tareas antes mencionadas; entonces el interés por el contenido de esos planes económicos, debe convertirse, consecuentemente, en el centro del análisis de la ¨teoría del orden¨.

Según R. Eucken, los ¨parámetros¨ de acción de un ¨plan económico¨; se refieren, al derecho, a definir las necesidades, que deben satisfacer, los derechos de disposición; y, de utilización, de los factores de producción; a los bienes económicos; a los conocimientos técnicos organizativos; y, a las limitaciones económicamente significativas; puestas, a las actividades; en virtud, de la ¨organización jurídica y social¨ (incluidas, las normas ético-culturales.) Igualmente, los ¨derechos de planificación¨, determinan, el campo de posibilidades económicas, de los titulares del ¨plan¨; y, son, como, la consecuencia de la realidad básica de la escasez; elementos, constitutivos de todo ¨orden¨; o, ¨régimen económico¨.

Pueden, distinguirse, los siguientes tipos básicos de ¨órdenes¨ de la economía. La economía de mercado privada; o, la capitalista; con planificación descentralizada, de los procesos económicos, guiados por los precios del mercado, y los derechos de disposición; preferentemente individuales, sobre los medios de producción (tipo C.) La economía estatal (socialista); de administración centralizada, con planificación predominante central, de los proyectos económicos, con ayuda del método del balance; y, los derechos de disposición, sobre los medios de producción, básicamente, en manos del ¨Estado¨ (tipo A.) Economía de mercado socialista, con planificación descentralizada de los procesos económicos (tipo B.)

a) Con propiedad sobre los medios de producción fundamentalmente, en manos del ¨Estado¨; unida, a una amplia regulación estatal de los precios (economía de mercado socialista, del tipo ¨socialista estatal¨ tipo B.)

b) Con propiedad social, sobre los medios de producción a disposición; y, utilización de los colectivos de trabajadores; en conexión, con cálculos económicos, guiados por los precios que se forman de una manera casi siempre espontánea, en los mercados de bienes y de trabajo; en principio, libres (economía socialista de mercado, del tipo sindicalista participativo tipo B.2)

Desde el punto de vista ¨normativo¨, se deriva de aquí, un primer problema de ¨interdependencia¨. La decisión, a favor de un determinado tipo básico del ¨orden económico¨; pide a la vez, una decisión general, sobre las formas ¨complementarias¨ del ¨orden¨; y, limitan, por consiguiente, el campo de elección de las formas del ¨orden¨; si se desea, crear un ¨sistema económico¨, dotado de capacidad de ¨funcionamiento¨.

Surge, un segundo problema, de ¨interdependencia¨; a causa de la ¨interconexión¨, del ¨orden económico¨; con el ¨orden estatal¨; y, el ¨orden ético cultural¨; dentro del ¨orden social general¨. La orientación, de este ¨orden global¨, según unas determinadas concepciones ¨socio-técnicas¨; en ese sentido; o, de objetivos fundamentales; pide, que se configuren, los tres ¨órdenes parciales¨ de acuerdos, con principios coincidentes; o, complementarios. Esta tarea, significa, un reto permanente, para cualquier colectividad. Así, la ¨economía de mercado¨; y, la ¨democracia política¨, pueden complementarse, desde el punto de vista conceptual; aunque, sus relaciones, de hecho, y a menudo, cargadas de ¨tensión¨; y, amenazadas por ¨fuerzas centrífugas¨.

Sistema económico.

Abarca, primero: los ¨elementos económicos¨; es decir, los recursos naturales; así como a los individuos, en cuanto productores y comunicadores. Segundo: las ¨relaciones económicas¨; es decir, los ¨procesos¨ de producción, distribución y consumo; entre y dentro de las unidades. Tercero, el ¨orden económico¨; o, la ¨organización¨; que se constituye, a partir de la normativa jurídica, e institucional, necesaria para el ¨proceso económico¨. Las regulaciones, fijadas con carácter normativo, en la ¨constitución¨ (o, el régimen) económico, que junto con las ¨normas¨ no escritas; y, las ¨instituciones¨, fundamentan el ¨orden económico¨.

Acotación del autor de estas notas: Los ¨comportamientos económicos¨; y, las ¨relaciones¨, entre las diversas unidades de la economía; es decir, los ¨procesos económicos¨; están acuñados, por la correspondiente organización, del orden económico. Así pues, el sistema económico, abarca el orden; y, los procesos económicos. Tanto, el orden como los procesos, de todo sistema económico; están esencialmente marcados por la interdependencia, con otros sistemas sociales, parciales; y en especial, con el sistema político. Así, pues, son la ¨constitución política¨ y las ¨decisiones de orden político¨, las que determinan los espacios de juego, para la organización del ¨orden económico¨, y la ¨política de procesos¨, practicada en cada momento; que influyen, en el curso y en los resultados del acontecer económico.

SISTEMA ECONÓMICO Y POLÍTICO.

La clasificación, de los ¨sistemas económicos¨; se orienta, de ordinario, a tenor del orden económico en general; al contexto de la acuñación de las correspondientes formas del ¨orden económico¨. Ésta distinción, se basa en un criterio institucional. (¿Quién planifica; y, mediante qué instituciones, se coordinan, las diferentes planificaciones?) Si se orienta, la clasificación más decididamente, según el proceso económico; y, según las diferentes exigencias de decisión funcional; se llega, a una ¨articulación¨, del sistema económico, en ¨estructuras¨ de decisión, de información y de motivación.

Ofrece, pues, otra posibilidad de clasificación¨ la orientación, según ¨criterios¨ referidos a períodos históricos: según esto, los sistemas económicos, pueden clasificarse en diferentes niveles; o, peldaños económicos; o, - con referencia a las relaciones de propiedad, sobre los medios de producción - en las principales formaciones, por ejemplo: la sociedad primitiva; la sociedad esclavista; el feudalismo; el capitalismo; el comunismo; y el socialismo (moderno, no militarista, ni absolutista, acompañado del cristianismo; o, de otros partidos; o, movimientos políticos de izquierda.) La ¨tipificación¨, difundida, tanto, en el lenguaje científico; como, en el cotidiano, en sistemas de ¨economía de mercado¨; y, sistemas de ¨economía de administración centralizada¨; se apoya, en la combinación, entre el ¨orden de la propiedad¨; y, el de la ¨planificación¨. Mediante, la combinación de sus respectivas formas elementales, se obtienen: Los tipos de ¨sistemas¨ diferentes.

Orden económico mixto.

Orden económico, también denominado «mixed economy»; en el que, existen varios procedimientos; o, mecanismos de decisión y coordinación económica y política. Respecto de las economías occidentales de mercado, se mencionan (siguiendo a R. A. Dahl. Y a Charles E. Lindblon); como procedimientos de coordinación característicos; junto al ¨sistema de mercado¨; la ¨democracia¨ (poliarquía); las ¨burocracias públicas¨; y las: ¨negociaciones de grupo¨, entre asociaciones.

Acotación del autor de estas notas: Esta ¨sistematización¨, requiere modificaciones, en el caso de las economías socialistas, de administración centralizada. Por lo demás (como en el caso del ¨sistema de mercado¨); tampoco, el mecanismo de coordinación básico, del sistema de planificación; y balance, de la administración centralizada; funciona aisladamente; sino, en conexión con los aparatos burocráticos, estatales; mediante negociaciones entre los diversos órganos del Estado; o, respectivamente, los grupos de poder; intervenciones, puntuales de las autoridades centrales, para la ejecución de la planificación; y, la ayuda; en fin, de iniciativas espontáneas; generalmente ilegales (economía, en la sombra; o, sumergida; comúnmente, llamada, economía ¨subterránea¨.) Y como parte, del sistema de planificación y balance de coordinación central; son sistemas que entran, pues, en la categoría: De ¨procedimientos primarios de coordinación¨.

De lo expuesto, se deducen, en disposición a la comprensión de los órdenes económicos mixtos, las siguientes conclusiones: Que son economías ¨socialistas¨ de administración centralizada; que son órdenes mixtos, pero, sus procedimientos primarios de coordinación, no son mezclables a capricho. Que el criterio determinante en las proporciones de mezcla, debe ser, de conformidad con el procedimiento secundario; de acuerdo, a las condiciones de funcionamiento, del mecanismo primario, con las condiciones de funcionamiento, del sistema de mercado. También, se advierte, los efectos de la mezcla de procedimientos primarios de coordinación. Que indirectamente, la tentativa de llevar a cabo una yuxtaposición equilibrada, de los sistemas de planificación y balance de coordinación centralizada; y, el sistema descentralizado, indudablemente, provocaría el ¨caos directivo¨.

II. Problemas y conceptos básicos de la teoría de la ciencia.

Concepto de ciencia.

El objetivo general, del conocimiento científico, consiste en investigar la estructura de la realidad, prescindiendo, de las metas cotidianas, ajenas a preocupaciones científicas; tales como posibilidades de aplicación de la técnica; beneficios económicos; ideales políticos; o, esperanzas ideológicas y aún religiosas. También, los artesanos, los comerciantes, los políticos (y, en algunos casos, los soldados, los banqueros y los curas); tienen que resolver problemas cognoscitivos, en el marco de sus actividades; ya que además, tienen que responder, a preguntas; sobre todo: a lo que es ¨verdadero o, falso¨; en cada caso concreto.

La ¨ciencia¨, entendida como la búsqueda del conocimiento, es una forma especial de la ¨praxis¨ humana. Se diferencia de otras formas, que tiene que resolver, por la peculiaridad de los métodos empleados y, el distanciamiento respecto de objetivos ajenos al conocimiento. La ¨ciencia¨, busca un conocimiento más elevado, del que puede obtenerse en la vida diaria; esto es, un conocimiento, más universal, más humano, más exacto, más profundo y mejor comprobado, que el conocimiento cotidiano. La ¨ciencia¨, así entendida, supera y, aún desborda, los conocimientos normales; es decir, muestra, cómo y porqué, estos conocimientos ordinarios, no proporcionan, casi nunca, un conocimiento adecuado.

REALISMO.

El conocimiento, posible; se expresa, en ¨proposiciones cognitivas¨. Estas, pueden ser verdaderas o, falsas. Por eso, es razonable la tarea de pretender averiguar su verdad; o, su falsedad. La ¨ciencia¨, parte de una realidad, que existe, con independencia del investigador (realismo metafísico.) Hay filósofos que niegan la existencia de tal realidad; o, su cognición – al menos, con los medios de la ¨ciencia¨. – En este sentido, la ¨ciencia¨ no pasa de ser esperanza. El realismo de la ¨ciencia¨, da por supuesto, que la realidad, es un conjunto cohesionado (aunque, dotado de estructura jerárquica); una especie de unidad. El hombre, y sus productos culturales; forman parte de ese todo; lo mismo, que los átomos; las plantas; los seres unicelulares; los animales; los planetas; las estrellas; las galaxias, en fin todo el universo. De esta concepción de la realidad, se sigue que todas y c/u., de las partes, que la constituyen, están sujetas a la crítica, de las restantes partes; cuando se dan contradicciones entre ellas.

ESTILO DE EXPLICACIÓN.

Tiene su principal explicación, en el programa cognoscitivo general, de las ¨ciencias positivas¨ teóricas. Las realidades o, situaciones que interesan en cada momento; se explican a partir de ¨Leyes¨ o, regularidades; que se formulan, con ayuda de expresiones; o, afirmaciones en nomología (estudio de las Leyes.) Contempla, la vieja idea, de que la ¨ciencia¨ reclama universalidad y necesidad; y, que esto, la diferencia, de la simple opinión (a la cual, todos tenemos derecho.) Por lo que debe ser correcta, adecuada, sencilla y precisa. Con una alta capacidad explicativa (para todos.) En virtud de ¨Leyes¨ o, principios generales de situaciones y hechos reales. Pues las teorías, no son instituciones espontáneas; sino, el resultado de tradiciones teóricas, que se caracterizan, por sus específicos programas cognoscitivos, o sea, por sus ideas generales, teóricas y metódicas.

La economía clásica, y la neoclásica; presenta dos programas del conocimiento, de la teoría general de la economía. Son diferentes, pero no, ajenos entre sí. En la primera, se analiza el problema de una dirección social, no autoritaria; en la segunda, se sitúa en primer plano, el problema de la asignación óptima de los (escasos) recursos. La clásica, ve en las instituciones que posibilitan la libertad de los mercados y la estabilidad monetaria; las condiciones de hecho, para conseguir satisfactorias circunstancias de vida. La neoclásica, cree, en que la exposición de las posibilidades lógicas de las asignaciones óptimas de recursos; proporciona suficientes indicaciones, para ponerlas en práctica. Y ello, de acuerdo con el lema: «Lo que es imaginable, es también, con buena voluntad, realizable».

AFIRMACIONES EN NOMOLOGÍA.

Con el estudio de las principales ¨Leyes¨ de la economía; se forma parte de los elementos centrales de las teorías económicas. O sea que existen realidades, que se hallan en la aseveración de la existencia de limitaciones generales, para el acontecer imaginable (o sea, que no caben utopías, de ninguna índole.) Ubica pues, las ¨Leyes de la economía¨, en un contexto real, mediante la planificación; o, resumen de propósitos, convicciones; o, motivaciones; en el orden económico: Así, por ejemplo: el comportamiento, de un empresario, en la industria; se mide (únicamente) por el beneficio y la reducción de costos. Las afirmaciones en ¨nomología¨ (estudio de leyes) son construidas, bajo la forma de proposiciones condicionales generales. Este tipo de sentencias, afirman, que dadas unas condiciones determinadas; debe contarse (siempre) en todas partes; en consecuencias; ya se trate de situaciones, acontecimientos o, procesos (con el leguaje, frío, pero exacto, de las matemáticas.) O sea, que una ¨producción¨ (fuera, de ser de buena calidad) es alta, media o, baja… sin más arandelas.

REGULARIDAD Y NECESIDAD.

Son implicaciones generales sobre las ¨Leyes Económicas¨; o normas generales. Pero, en ellas, no se expresa con claridad, la necesidad de la relación, que de acuerdo con la ¨Ley¨, debe existir, entre los miembros, anterior y posterior, de la implicación material. O sea, que la causalidad, que se afirma (en una transacción); no se da entre dos sucesos empíricos; sino, entre las propiedades; y/o, características, en proposiciones generales.

Acotación del autor de estas notas: En otras palabras, para que las ¨teorías¨, posean una gran capacidad explicativa; se les ¨exige¨: Universalidad, exactitud y profundidad. Lo que comúnmente, se llama información exacta (lo cual, requiere investigación: de arriba, hacia abajo; y, de abajo, hacia arriba); de lo particular, a lo general; y, de lo general, a lo particular. Es tan fría, como que por ejemplo: Cuando, el borracho toma y se cae; considera dos hechos; y, una sola consecuencia: tomar y perder el equilibrio.

TEORÍA MODELO, CALIDAD EXPLICATIVA.

La explicación de unos hechos; o, de unas circunstancias; pide la interpretación, de un modelo aplicable a la situación, formulado en el lenguaje de la teoría; el objetivo, de estos modelos de situación de factores relevantes, esto es, considerados eficaces. La calidad de una explicación, depende, de su grado de aproximación, a la aplicación real (es decir al conjunto de factores realmente eficaces); mediante la situación modelada. Son pues, posibles, buenas explicaciones, cuando puede seguirse el modelo de abstracción decreciente. (En economía, se encuentran no pocas veces, construcciones de modelos, en las que no existen afirmaciones sobre ¨Leyes¨; o regularidades.)

Acotación del autor de estas notas: Pueden ser de alguna utilidad, como modelos didácticos; pero es dudosa su capacidad explicativa. Con cierta frecuencia, se recurre a hipótesis idealizadoras; o, simplificadoras, para la construcción de situaciones, a las que aplicar la teoría. Estas hipótesis, pueden afirmar que el curso de un acontecimiento, ofrece una unidad cerrada en sí, e inmune a influencias exteriores. Si unas determinadas magnitudes pueden, en teoría, tener una gran influencia; pero, esta es en la práctica, muy pequeña; tanto, que se las puede pasar por alto, a la hora de construir un modelo, de la situación de aplicación. Pero, la teoría, también puede afirmarse como ¨Ley¨; que determinadas magnitudes de la realidad, no ejecuten ningún influjo, sobre la situación, que se pretende explica; es decir, que las convicciones ideológicas de los hombres, respecto de la función de dirección del mecanismo de los precios; son irrelevantes; o, que los sentimientos de injusticia, no ejercen ninguna influencia, en las decisiones, sobre la utilización de los recursos económicos.

B - Lenguaje, realidad y verdad.

Afirmaciones y conceptos.

La función expositiva del lenguaje humano, tiene una excepcional importancia, para el conocimiento. Solo las proposiciones o, afirmaciones, contienen declaraciones que pueden ser verdaderas o, falsas. O sea: concretas o, singulares. - Cuando el precio de un artículo, de primera necesidad, desciende, aumenta su consumo. - Hay proposiciones, que no tienen ningún sentido, aunque sean gramaticalmente correctas. Aunque, el sentido de una frase, depende esencialmente, de la significación de los conceptos que emplea, los conceptos en sí, no tienen valor de verdad. Según la concepción moderna, los conceptos, no expresan la esencia, o la verdadera naturaleza de un objeto; o, de una cosa. Los conceptos, tienen un contenido (intensión); y un alcance (extensión); a veces empíricamente determinable.

Acotación del autor de estas notas: Los conceptos, tanto científicos como cotidianos, pueden referirse, a un solo individuo; o, bien a determinados objetos; o, series de objetos. Se les llama ¨objetos individuales¨; en el segundo caso: se habla de ¨conceptos generales¨. Los nominalistas, niegan la exigencia independiente de los ¨universales¨; mientras, que los esencialistas, opinan que los ¨conceptos universales¨, designan objetos generales del mismo modo, que los ¨conceptos individuales¨; se refieren a objetos, asimismo individuales.

Para, los ¨esencialistas¨, la pregunta; de si, los ¨conceptos¨ encierran valor de verdad; no solo es lógica, y natural; sino, que es la más importante. Creen, que puede llegar a conocerse, la esencia o, la naturaleza del ¨dinero¨; de la ¨libertad¨; de la ¨verdad¨. Con relación a esto, los ¨nominalistas¨ manifiestan que esto es puro disparate; el ¨nominalismo metodológico¨, solo renuncia, a plantearse la pregunta, de la esencia de la ¨justicia¨; del ¨dinero¨ etc. Puesto, que no lo ve, con ¨métodos objetivos¨; podría someter a comprobación, de la verdad de este tipo de ¨conocimientos¨.

Los ¨conceptos generales¨ o, ¨universales¨, solo son imprescindibles, para las ¨ciencias¨; porque, se tiene que recurrir a ellos, para cualquier descripción elemental. Ha llevado, a lo que se conoce, como ¨trascendencia de la exposición¨. Toda descripción, supera lo inmediatamente percibido; porque los conceptos generales, expresan cualidades; o, mecanismos generales de objetos; o, de instituciones concretas.

Concepto y objeto.

La concepción de que las ¨ciencias¨, se refieren a un objeto que puede definirse y determinarse con mayor; o, con menor facilidad; ha generado ¨la opinión¨, de que una buena ¨ciencia¨; solo, puede emplear conceptos adecuados a su objeto; es decir, que no solo, no deforman, ni mucho menos, falsean. Al parecer, puede verse, una confirmación de estas ideas, en el hecho, de las ¨ciencias sociales¨. Se producen vivas discusiones, en torno a conceptos centrales, como: valor; poder; bien; capital; dinero; competencia; rentabilidad; eficiencia; bienestar; racionalidad; democracia; etc. En general, las ¨ciencias¨ afectadas, conceden una gran importancia, a la comprobación, de que el concepto que ellas prefieren: es mejor; más adecuado; más correcto; que el empleado anteriormente; o, el utilizado, por el programa cognoscitivo de las competencias. Sin que la adecuación de los ¨conceptos¨, coincida, con la adecuación de las ¨teorías¨ que los utilizan.

CONCEPTOS Y TEORÍAS.

Acotación del autor de estas notas: Recordemos, que Platón prefería un gobierno de sabios; olvidando, a los ¨prudentes¨; que pueden transmitir al gobierno, y a los mejores exponentes; tal, sabiduría de gobierno. Pero estas ¨mayorías¨ de sabios; pueden eternizarse en el poder; y, decidir lo que conviene a la mayoría. Y así, dar paso… al ¨tirano¨; generalmente muy astuto (cualidad, natural, heredada, y digna de sus seguidores); y sin siquiera, ser sabio (hay tantos… ejemplos en la historia, siendo quizás, el principal: el de Lenin y Stalin.) Luego (ante el fracaso, producido, por el mal manejo de ¨exponentes¨; disque, intelectuales y altamente democráticos); debe elegirse una ¨constitución¨ (corta, básica, general y sobre todo fija.)

Con razón, Pooper, definió la ¨democracia¨, como el «gobierno, al que puede enviarse al olvido, mediante elecciones generales»; y la dictadura: como «el gobierno, que solo puede rechazarse, mediante el triunfo de una revolución». Increíble… como después de miles de años, esto no ha cambiado… ya que la manifiesta ¨voluntad del pueblo en las urnas¨; se ha instituido, en la mejor forma de ¨engañar al pueblo¨; eternizándose… en el poder; haciéndolo, de solo, unos pocos (los ya, famosos, áulicos del tirano, generalmente, un militar sagaz.) Igualmente, en términos generales, discurre… Schumpeter (también, él presentó, un nuevo concepto de ¨democracia¨): Como: «El método ¨democrático¨, que es aquel orden de las instituciones, para conseguir decisiones políticas; en el que, cada uno, de los ¨individuos¨; adquiere, capacidad de decisión, en virtud de la competencia, por los votos del pueblo».

Ahora, puede darse diversas respuestas a la pregunta, sobre la naturaleza del ¨dinero¨. Hubo quienes pensaron en él, como el medio de pago legal de cada época; por ejemplo, ¨piedras de oro¨. Otros, considerando que era ¨verdadero dinero¨; los ¨billetes de banco¨; no convertibles; que no eran, los convertibles. Un tercer grupo, opinaba que debería considerarse también, como dinero; los ¨fondos bancarios¨; creados, mediante créditos; o, ¨billetes de banco¨, producidos, mediante este mismo ¨sistema de crédito¨. Estas cuestiones debatidas, no pueden solucionarse, intentando definir el verdadero concepto del dinero.

Aquí, sirven de poca ayuda, los análisis, puramente conceptuales. Dado que el ¨agregado¨, de determinadas obligaciones, del ¨sistema bancario global¨ de un país; bajo la forma de ¨billetes¨; y de ¨activos bancarios¨; tiene, además, unos concretos efectos; respecto de la ¨capacidad de compra¨; y dado, que ejerce influencia, sobre: el ¨nivel de precios¨; la ¨tasa de inflación¨; y, los tipos de interés y de cambio; tiene sentido, a nivel teórico; esto es, con fines explicativos; dar un nombre a todo este conjunto. Entonces, « ¿porqué no, llamarlo ¨dinero¨? »

El ¨trabajo¨, no es una mercancía, dicen algunos. Pero, quien demanda un trabajo, por ejemplo: de empleada auxiliar del hogar; debe pagar alto, por estos servicios. Por otro lado, el demandante, debe estar dispuesto a ofrecer algunos bienes – en dinero; o, en especie – por los servicios que desee. El comportamiento de las partes interesadas; muestra que tanto, el que ofrece trabajo, como el que lo acepta, es tratado, como si fuese mercancía; esto es, como un bien. Solo dejarán de hacerlo en algunos casos especiales; pero, generalmente, lo entenderán como un complejo, de ¨prestaciones útiles¨ que tiene (obligaciones y algún) valor.

Acotación del autor de estas notas: Si se pretende explicar el comportamiento del ¨trabajo¨ en el contexto de la economía de mercado; y averiguar, si su precio está regulado por la ¨oferta y la demanda¨; entonces, una vez más por razones teóricas; es decir, para poder explicar los ¨procesos sociales¨; resulta oportuno, considerar el triunfo como una mercancía; o, mejor explicado, como un ¨bien¨; bajo ciertos aspectos escasos. El hecho, de que en las sociedades modernas, exista una normativa legal; que trata, a los titulares de las prestaciones laborales, de manera distinta, a los propietarios de cosas (que pueden adquirirse en propiedad; mientras, que a los titulares del trabajo, solo se las puede alquilar) en nada modifican la realidad, de que desde varios puntos de vista, se trata de una misma manera; las ¨prestaciones del trabajo¨ y las ¨prestaciones de las cosas¨.

CONCEPTOS Y PERCEPCIONES.

Hay quienes creen, que todos los conceptos racionales, deben reducirse, en última instancia, a solo ¨inspecciones¨ de las percepciones señoriales. Pero, esto es falso. Existen numerosos conceptos, que por un lado, son imprescindibles para las ¨ciencias¨; y, por otro lado, desbordan las meras ¨experiencias sensitivas¨. Por ejemplo: los llamados conceptos de disposición… como ¨convertibilidad¨; o, ¨elasticidad de precios¨. Gracias a ellos, puede describirse, las reacciones, que cabe esperar, cuando, se dan determinadas circunstancias; o, una vez, que se han dado. Se trata en este caso, de ¨predicciones¨ de experiencias… a partir de ¨Leyes¨. Estos conceptos, son desde el punto de vista conceptual, nuevas creaciones; que no pueden reducirse, lógicamente, a solo vivencias. No constituirse, sobre la experiencia, el concepto mismo de ¨Ley¨. En el mundo de las experiencias; en efecto, nunca se repiten las mismas cosas. Por consiguiente, en el mejor de los casos, como una regulación ¨imperfecta¨ de lo experimentado. Pero que haya ¨Leyes¨, es ya una hipótesis verdadera.

VERDAD, HECHO Y REALIDAD.

Se debe tener en cuenta, una importante distinción: Se trata de dar, por un lado; con el sentido; o, la comprobación (o, la mera posibilidad de comprobación); de la ¨verdad habitual¨ (o, el criterio de verdad.) El concepto de ¨verdad habitual¨; en tales circunstancias; parte del problema del ¨conocimiento¨ de la ¨verdad¨. Luego, se trata de la «adecuada captación de los hechos reales, que se cristalizan, en la correcta presentación de estos hechos; a través del lenguaje». Por ejemplo: Los políticos, creen que el ¨mercado libre¨ de la vivienda, desemboca, en un aumento de los alquileres; que la mayoría de los inquilinos, no podrá soportar. Luego, el predicado de ¨verdadero¨; no tiene o, recae propiamente, sobre las afirmaciones; sino, sobre los hechos afirmados (todas las proposiciones; o, afirmaciones, que respectivamente expresan un mismo hecho, tienen el mismo valor de verdad.)

Debe, pues, distinguirse, entre ¨el hecho¨; es decir, lo afirmado, por una proposición; y la ¨realidad¨, a la que, la proposición se refiere. En definitiva, el ¨hecho¨ afirmado, y la ¨realidad¨… son dos cosas muy distintas. Una ¨realidad¨, es lo que acontece; y un ¨hecho¨, es lo que se afirma. Si, un ¨hecho¨ es afirmado… con ¨realidad¨… se considera siempre; que nunca habría afirmaciones falsas. Pero, las hay. Son las afirmaciones de un ¨hecho¨ (falso); que no corresponde a la realidad.

AFIRMACIONES IDEALES; VERDADES RACIONALES Y AFIRMACIONES REALES.

Acotación del autor de estas notas: El problema epistemológico (científico-doctrinario); de las ¨ciencias positivas¨ – la adecuada exposición de hechos reales – tiene su réplica… en la llamada ¨teoría de la correspondencia¨… de la verdad. La que consiste, en una propuesta, para un determinado concepto de verdad: la verdad, como conciencia con la realidad. Pero, este concepto de la realidad, solo se presenta, en las afirmaciones de realidad; y solo tiene sentido, respecto de las verdades ¨reales¨. Para las afirmaciones ¨ideales¨, para, lo meramente pensado; no tiene aplicación… el concepto de verdad, de la ¨teoría de la distribución¨, entre afirmaciones ¨sintéticas¨ y ¨analíticas¨.

Son ¨afirmaciones analíticas¨, aquellas cuyo valor de verdad, es independiente de los hechos. Solo la forma de estas proposiciones; o, la significación de los signos empleados; permite decidir, si se trata de proposiciones: ¨Analíticas; verdaderas; o, falsas¨. Ninguna ¨realidad¨, puede contradecir, a una ¨proposición analítica¨, porque este tipo de proposiciones; no contiene afirmaciones sobre la ¨realidad¨. Las ¨afirmaciones analíticas¨, no se identifican, con las ¨afirmaciones ideales¨.

Las primeras, pueden referirse a la ¨realidad¨, es decir, pueden tener una referencia a la ¨realidad¨; pero, sin afirmar nada, sobre ella. Por ejemplo, la proposición: «Si los costos marginales, son mayores que los beneficios marginales; todo aumento de la producción, eleva las pérdidas»; incluye una referencia a la ¨realidad¨; pero no tiene ningún contenido informativo; no afirma nada. Ninguna ¨realidad¨, puede contradecirla o, refutarla. Es una proposición ¨analítica¨, en cambio, la proposición: «Toda firma, debe contar con costos marginales crecientes, cuando se acerca a su capacidad de producción». Tiene referencia a la ¨realidad¨; y, a un contenido informativo. La ¨proposición¨, podría ser ¨falsa¨; y cabe imaginar, que el hecho puntual (el hecho atómico); afirmado, por la ¨proposición¨; no sea aplicable, a todas las firmas. A las afirmaciones analíticas (verdaderas); se les da, a menudo, el nombre de ¨verdades racionales¨; o ¨verdades de la razón¨. Algunos economistas, ven, en el desarrollo de ¨verdades racionales¨, contenidos económicos; y el sentido de la ¨teoría de la economía¨. Pero, quien tenga ideas claras, sobre la falta de ¨contenido de realidad¨, de las verdades de ¨razón¨; apenas, si podrá aceptar, este punto de vista.

PROPOSICIÓN Y REALIDAD.

Acotación del autor de estas notas: La verdad, entendida como coincidencia o, como adecuación, entre el hecho afirmado, y la realidad; no puede significar, que se pida una coincidencia plena y perfecta, entre la proposición y la realidad. La proposición, no es la imagen, o el reflejo de las realidades. Lo que un hecho afirmado, contiene; son relaciones, entre los objetos y sus propiedades. Una realidad, se compone de una enorme cantidad de características y relaciones. Así, pues, en un hecho, el sentido de una afirmación, no puede ser la imagen, o la fotografía de una realidad. Lo que presenta la realidad, aparece partido; en el hecho de una afirmación; lo concreto, se disuelve y vuelve, a unirse con otras cosas disueltas.

El acoplamiento, de los diversos aspectos concretos de la realidad, es un producto de la razón. Con todo, estos acoplamientos, no son fruto del capricho, porque la naturaleza de la realidad, impone limitaciones a los hechos posibles (e imaginables.) Por consiguiente, es la realidad la que determina, cuáles son relaciones adecuadas. Este es el tipo de coincidencias que se da, entre el hecho y la realidad.

LÓGICA Y VERDAD.

Ayudan a demostrar su autenticidad y su necesidad; tanto en sus premisas como en su conclusión. Igualmente, en cuanto a la veracidad y deducibilidad de sus argumentos, entonces, ya convincentes hasta la saciedad. El carácter, atribuido a los argumentos deductivos válidos; de que conservan la verdad, puede favorecer, en las ciencias no experimentales; el mantenimiento de puntos de vista tradicionales. Contribuye, siempre a ello, el desconocimiento de otra propiedad de la lógica deductiva: de afirmaciones falsas, pueden diferirse afirmaciones verdaderas. Lo que finalmente, significa: descubrir, que de un conjunto de premisas, se derivan consecuencias no fundamentales, en modo alguno; la verdad de las premisas. Por consiguiente, sí, puede demostrarse que la ¨Ley¨ de la ¨oferta y la demanda¨, se deriva de la teoría de la ¨utilidad¨.

Todas las afirmaciones, pueden derivarse de una cantidad interminable de premisas alternativas. Cabe pues, imaginar perfectamente, que la ¨Ley¨ dentro del ¨mercado¨, pueda no explicarse de otra manera. Sin embargo, su argumento deductivo válido, no garantiza, ni la verdad, de las premisas; ni la de la conclusión; las cualidades matemáticas y lógicas de la ciencia; solo son útiles (a menudo imprescindibles) en orden, al descubrimiento de nuevos argumentos: que todo se sigue, de unas determinadas premisas – a veces, cosas incluso increíbles – es pues, la misión del virtuoso matemático. Las matemáticas, como medio de la fantasía constructiva y crítica; no como garantía de la verdad. (Predomina, pues hoy, la filosofía del ¨justo medio¨; y la ¨neo-ingeniería¨, de la ¨cibernética inteligente¨; constructora, de las grandes súper-maravillas de la modernidad; y rectora, del neo-socialismo del S. XXI.)

Acotación del autor de estas notas: Que no sea una utopía, pensar que se pueda llegar al equilibrio, tanto social, como económico; así, para ello, se tenga que reversar el sistema. Creo, que si no lo es, estamos salvados.

B - TEORÍA Y EXPERIENCIA.

Hay en ¨economía¨, un buen número de ¨teorías¨; que sirven, casi siempre, para describir la inabarcable interconexión de precios, producción y distribución de las rentas. Pero, tales descripciones (raras a veces); responden a los hechos; de ahí que haya que calificarlas, de falsas. ¿Qué sentido tienen, unas ¨teorías económicas¨ que están en contradicción con los hechos?

TEORÍA EXACTA.

En la ¨teoría económica¨, puede entenderse, como… ¨teoría exacta¨; en el sentido de C. Menger. (1840-1921); que define ¨tipos¨ estrictos; haciendo de la ¨ciencia económica¨; poseedora del carácter de la geometría ¨euclidiana¨. Lo cual, hace una insensatez, la pretensión de querer confrontar las proposiciones de la teoría; con la plena realidad (de aquí, el orgulloso economista titulado; frente, al hecho, en la lectura, o, empírico. Como, muchos del Siglo pasado; que si pudieran hoy, se sorprenderían de tal falacia.)

Pero, si se sigue la interpretación de Menger - en la economía, como teoría exacta; o, pura - no es posible, la comprobación empírica de la teoría; ya que ésta, es inmune, respecto de toda crítica empírica. Si la experiencia, está de acuerdo con los teoremas (conclusiones); de la teoría económica; que puede ser verdadera, pero, también falsa. Si la experiencia, no responde a los teoremas; las premisas, no tienen validez; en este caso concreto. Si no se afirma, la validez empírica general, de la teoría; un resultado negativo, no tiene ninguna consecuencia; en orden a la admisión de la teoría. Se desconoce, cómo poder someter a comprobación, la pretensión de verdad (coinciden con la realidad) de la teoría pura, en el sentido, en que la entiende Menger.

TEORÍA EXACTA Y APLICACIÓN.

Toda aplicación de la ¨teoría¨, con fines de explicación de los hechos; o, con objetivos ¨econo-políticos¨; lleva implícito, la aceptación, de que existen proposiciones económicas; que responden a una normas regulares (o, están muy cerca de ellas.) Por consiguiente, quien aplica la teoría, deberá enfrentarse; cuando los resultados, sean negativos, con el problema de la ¨incoherencia¨; entre, afirmaciones teóricas y, hechos reales. Una, de las posibilidades, consiste, en intentar hallar para los hechos nuevos; premisas nuevas, a partir de las cuales, poder deducirlos. Esto, es en principio, siempre posible. Pero la ¨teoría¨ se convierte en juego, sin sentido, en orden al conocimiento de la realidad; si no se lleva a cabo, la modificación de las premisas, con intención de sustituir las premisas (generales) falsas, por otras verdaderas. La pretensión de verdad, resulta razonable, buscar los fallos de la teoría, para reemplazar las premisas, supuestamente falsas; por otras, que supuestamente, se acerquen más a la verdad.

INTERPRETACIÓN REALISTA.

Acotación del autor de estas notas: La teoría pura, puede interpretarse también, en sentido realista. Por consiguiente, debe entenderse, que la maximización de las utilidades y de los beneficios; es una hipótesis mono-lógica (ciencia de las ¨Leyes¨, y su interpretación.) En tal caso, hay que contar con la objeción, de que la afirmación: «Todas las personas, son siempre maximiza-dores (egoístas) de las utilidades, y todos los individuos, son siempre, en su función de empresarios, maximiza-dores de los beneficios»; debe rechazarse por falsa.

Dada la ausencia de tradición de comprobación empírica sistemática de la teoría económica; se desconocen los límites de estas hipótesis centrales. Las ¨Leyes¨ teóricas, sobre los precios que de acuerdo con la coyuntura de los ¨mercados¨, establecen determinadas relaciones, entre los beneficios y los ¨costes marginales¨, de cada uno de los ¨productos¨; por ejemplo: «Si en una empresa, con excedentes de producción; el precio de la mercancía (I); cae, por debajo de los costes marginales; dicha empresa, produce al menos, una mercancía (J); para la que el precio, cuando hay grandes ventas; se sitúa (muy) por encima de los ¨costes medios¨»; dan por supuesta, la dominancia de los intereses patrimoniales, de los participantes en el mercado.

Estas teorías rigen, porque, bajo condiciones institucionalmente garantizadas, de libre intercambio de bienes; predomina, presumiblemente la tendencia, según la cual, las actividades de las personas, están marcadas; no tanto por intereses religiosos, militares, políticos o, dinásticos; cuanto más bien, por intereses individuales de rentas y bienes. Las ¨Leyes¨ del mercado, serían entonces un producto cultural; y su vigencia, estaría vinculada a determinadas condiciones de la cultura.

REALISMO Y SIMPLICIDAD.

El interés, por adquirir conocimientos, sobre el funcionamiento real de las sociedades de mercado; pide, que no se ignore la importancia del problema, del realismo de las premisas. Las simples opiniones personales, y las meras reflexiones; sobre, la plausibilidad o, credibilidad; no bastan por supuesto, para determinar la verdad, y el campo de validez, de las hipótesis económicas generales. Pero, la suposición, de que bajo determinadas circunstancias, la maximización de beneficios, de una firma, puede ser un objetivo imposible; podría dirigir la atención hacia otros aspectos de las decisiones empresariales (disminución del riesgo, renovación de los comportamientos, estrategias de competencia); y, estimular una explicación acaso mejor; de la conducta de las firmas en el mercado. Es perfectamente posible, que la hipótesis del beneficio, sea la más sencilla, y en este sentido, la mejor, para el acontecimiento del mercado, en su conjunto. Puede, también recurrirse, cuando se aplica la teoría económica, para valorar las medidas de política económica, a hipótesis de comportamiento, cuyas pretensiones de verdad, son más bien problemáticas.

ESTRUCTURA Y COMPORTAMIENTO.

Acotación del autor de estas notas: La concentración en los supuestos de conductas; y, la petición de sustituir las hipótesis, de comportamiento irrealista de la economía, por otras más adecuadas; hace pasar injustamente a un segundo plano; un proceso de los modelos económicos. La detención y registro de la estructura del acontecer económico: «Sin demanda, no hay producción; sin producción, no hay asignación de factores; sin asignación de factores, no hay rentas; y sin rentas, no hay demanda. » ; O, también: «Sin precios que cubran los costes, no hay beneficios; sin beneficios, no hay reinversión; sin reinversión, descienden los pedidos; con menores pedidos, mayores despidos; con mayores pedidos, menores rentas; y con menores rentas, menores precios de la demanda».

Mientras, los bancos comerciales, dispongan de las reservas (excedentes) de dinero del ¨Banco Central¨; buscarán, prestatarios convenientes. En este punto, el mercado monetario, se cuida de una distribución del dinero del ¨Banco Central¨; entre los bancos capaces de descubrir estos ¨prestatarios¨ adecuados. Estas suposiciones deben, obviamente, ser contratadas con el ¨test¨ de la realidad.

Es claro, que la estructura de la población; la distribución regional de las riquezas del suelo; la composición del ¨capital¨ de una firma (tanto, desde el lado del ¨activo¨, como del ¨pasivo¨); el porcentaje de los costes salariales; la magnitud de las cuotas de mercado; la distribución regional de las ramas económicas; la contribución de la industria del ¨capital¨; y de las materias primas. La creación del valor bruto del entramado industrial de un país; la proporción del gasto de la población, en vivienda; y la densidad de la población, etc., desempeñarán un papel en el acontecer económico de un País; aunque, estos datos estructurales, no son ¨Leyes¨; que con todo su alcance y tenacidad les confieren el carácter de ¨cuasi-varianzas¨; cuyo conocimiento, tiene a menudo, una extraordinaria importancia, para las medidas de tipo político-económico.

TEORÍA INEXACTA.

Acotación del autor de estas notas: Si el ¨justo medio¨, entre dos puntos, manifiesta el equilibrio total; hoy vemos como, esto, no es exacto, pues todo… depende del ¨punto¨ en el cual se encuentre el ¨justo medio¨; y de, cuál, es el ¨justo medio¨ entre dos puntos; si el matemático; o, el humano (muy poco considerado en las frías… matemáticas de la ¨economía del corazón¨; que le da todo… al dueño; y muy poco, al trabajador.) Ejemplo de ello: Las irreflexivas y antinaturales circunstancias, de los pueblos más pobres del mundo – vergüenza – de los ricos sin corazón. Que los esconden, como quien esconde, a un hijo defectuoso. Que hoy, como ayer, pretenden ¨tapar¨, con razones, ya desconocidas por el hombre moderno. En las cuales las principales ¨Leyes Económicas¨; tienen gran parte de la culpa. Pues, la explotación persé… se está acabando, poniendo punto final, a penosas edades de la humanidad. El despilfarro al orden del día; y, hasta la ¨competencia justa¨ es intervenida por el ¨dinero¨; para traicionar la cultura y las buenas costumbres; humillando con sus lujos al pobre; y hastiando a los ¨justos¨, que al parecer, son ya la inacostumbrada ejemplaridad de vida; que apartada de del licor, ve solo en Cristo, a su salvador.

Probablemente, la ¨economía¨, no pueda ser una ¨ciencia exacta¨ (como nada, en lo que intervenga el hombre); además, si por ello, se entiende, la explicación total y extensiva, solo, de una clase de fenómenos de la ¨vida económica¨. Fuera de la cual, fuere la descripción del conjunto de interconexiones y repercusiones, para desviaciones solo respecto a lo preanunciado. El ¨modo¨ frío, de enfrentarse con el problema, consiste en introducir parámetros o, magnitudes de perturbación. Abarcan la desviación del valor teórico de una variable respecto del valor observado. A la relación así obtenida, se la trata con el nombre de «regularidad estadística». Pero, se trata solo, de un nuevo nombre. Aquí, se confunde a menudo, los resultados de la comprobación empírica – la desviación – con lo que la ¨Ley¨ económica afirma. Las ¨Leyes¨ económicas usuales, no contienen afirmaciones estadísticas. Muchas veces, se atribuyen a las magnitudes de perturbación, propiedades estocásticas (valor de expectativas, varianza, distribución) etc., pero que desde el punto de vista económico, se trata tan sólo de hipótesis «ad hoc»; sin fundamento alguno, en la verdadera teoría económica.

La antigua, economía de J. Mill. (1773-1836); que se refería a que las ¨afirmaciones universales¨ de la economía; no eran ¨Leyes¨ auténticas válidas y sin excepciones. Que presentan solo grandes generalizaciones del ¨valor aproximado¨. Como lo normal de las ¨ciencias sociológicas¨. Afirmaciones que podrían ser falsas, pero que con adicciones, como que la ¨oferta y la demanda¨ influyen en los precios, y resultan irrebatibles, al preguntarse, en que se basa la ¨pretensión de verdad¨ y cómo puede demostrarse.

J. Mill., además dice: «Si nuestra teoría no exacta, permite un cierto pronóstico y luego, no se produce de hecho, el efecto, anunciado; debemos ser capaces de proponer una hipótesis comparable, que debería ser, la explicación del porqué en este caso, ha fallado el pronóstico». Así, la exigencia de J. Mill, de que las ¨Leyes Económicas¨, inexactas, deben ser empíricamente fiables y además justificables; si no se cumplen, ofrecen un excelente remedio contra el descuido, con que se hacen afirmaciones de modelos, en el ámbito de la teoría económica.

EXIGENCIAS.

En este tipo, de vagas generalizaciones, se expresa el hecho de que aparte de las causas (arriba citadas, respecto a la capacidad de juicio de las personas); se dan otras muchas, sólo en parte conocidas; o, sospechadas. Pero, también se afirma, que el hecho de sentirse personalmente afectados, por los precios; se produce efectivamente, los efectos formulados, en una afirmación tendencial. Sus afirmaciones como ¨Leyes¨, de ciencia ¨inexacta¨, presupone además, unas adicciones cualificado-ras, generalmente válidas bajo una adecuada circunstancia, sólo desde el punto de vista formal. Que postula la valides, de por ejemplo: La ¨oferta y la demanda¨ para todos los productos; los créditos y hasta, las fuerzas de trabajo.

Justo a la fiabilidad de tales ¨Leyes¨ inexactas o, incompletas, deberían ser también, las partes constitutivas de las convicciones teóricas, que permiten suponer que clase de factores de perturbación, se dan; aunque dichas actitudes, perturben un conjunto expresado en la afirmación tendencial. Luego una ciencia inexacta, debería incluir la posibilidad de explicar los hechos, que afectan una afirmación tendencial.

D – VALORES, REALIDADES Y ECONOMÍA POLÍTICA.

Afirmaciones cognitivas y normativas.

Las primeras, se refieren a la realidad, y expresan hechos verdaderos o, falsos. También, las segundas, se refieren a la realidad, pero, sirven para fijar una serie de normas, de la praxis humana; en orden, a los problemas que se deben resolver. En ellas, se expresan las exigencias, que se cree, deberían imponerse, en determinadas situaciones. El grado de cumplimiento de estas exigencias, en cada caso, permite hacer una valoración de los hechos, desde el punto de vista de las exigencias planteadas. A estas exigencias valorativas, se les llama también, ¨juicios de valor¨. Con los métodos de las ¨ciencias positivas¨, no se puede llegar a conocer, que las exigencias, que constituyen el fundamento de los ¨juicios de valor¨, deban gozar de general reconocimiento. Realidades y valores, son dos cosas diferentes; ya que las manifestaciones de valor y las normativas, forman parte de las realidades más importantes de la cultura humana. Pero es todo, puede negarse, con buenas o, malas razones, que la pretensión de verdad de una afirmación permanece inalterada.

REFERENCIA DEL VALOR, Y CIENCIAS POSITIVAS.

La ¨economía política clásica¨, es inimaginable, sin referenciar su valor. Los principios normativos, son sus derechos individuales; el aumento generalizado de la libertad, y del bienestar. La idea, de que la implantación, de un ¨orden social¨; permite libertades individuales, garantiza los derechos de las personas; y tiene, al mismo tiempo, repercusiones positivas, sobre el bienestar general; contiene una hipótesis de las ciencias positivas, sobre el comportamiento de las sociedades de masas. Aunque, los valores o, las normas, desempeñan un gran papel, en el programa epistemológico (doctrina, del conocimiento científico) de la economía normativa. Incluso, en el caso, de que alguien se creyera… en la obligación de tener que rechazar libertades individuales y bienestar, por razones éticas; libertades individuales y, bienestar material; podría admitir perfectamente, la verdad de las libertades clásicas. Por supuesto, la persona en cuestión querría extraer de ella, consecuencias prácticas, totalmente distintas, de las que saca una política económica liberal. Pero, el ¨fundamento científico-positivo¨, de ésta nueva filosofía social; es la teoría clásica, de la libre competencia, que explica, cómo funciona, en principio, la autodirección de la producción de bienes.

Imagina-habilidad y factibilidad.

Puede analizarse a sí mismas, es decir, con independencia; de, cómo puede ponerse en práctica, las asignaciones de ¨bienes y factores¨. A toda la multitud de asignaciones imaginables; se puede, además, dividir en dos clases: Las asignaciones ¨óptimas; y las no óptimas¨. La definición de ¨optimar¨; utilizada, por la ¨economía neoclásica¨, es el llamado ¨óptimo¨ de V. Pareto (1848-1923): «Según, éste método matemático, de la ¨economía política¨; no es ¨óptima¨, una asignación, siempre que quepa imaginar; a otras personas, que mejoran, la posición, de al menos un individuo. En el caso contrario, nos hallaremos ante una asignación ¨óptima¨». Pero, presenta un problema: La ¨libertad de competencia¨, no es condición, insuficiente, ni necesaria, para la existencia lógica de asignaciones ¨óptimas¨. Es suficiente, en la competencia perfecta; además, que la imagina-habilidad, no sea suficiente, para cultivar una política adecuada, a la realidad referida, a los valores.

Acotación del autor de estas notas: El problema clásico, de la posibilidad de una ¨dirección, no autoritaria¨, en la vida económica; se identifica, con la cuestión de la asignación óptima de los bienes, en el sentido explicado. El problema clásico, gira en torno al tema de las causas institucionales de determinadas consecuencias o, tendencias de realización de ¨situaciones sociales¨. El derecho general, al ¨libre intercambio de bienes¨; es la causa institucional, del esperado aumento del ¨bienestar material¨. Este derecho, frente a una situación, en que tal derecho no exista; significa un aumento de las libertades personales. Abre además, a todos, la posibilidad de descubrir, los mejores usos de sus propias capacidades adquisitivas; incluidas, aquellas en las que nunca antes se había pensado. La fantasía creadora de algunos; y el interés material de todos los presupuestos, para la expectativa, de que el derecho al ¨libre intercambio de bienes¨, será capaz de elevar el bienestar general.

Un derecho generalizado, al ¨libre intercambio¨; sin impedimentos de todos los bienes; es decir, de todos los usos de los recursos humanos, reales y potenciales; no ofrece, la seguridad de un aumento, de bienes de todos los agentes económicos; pero, si abre oportunidades para modificaciones beneficiosas; y riesgos, para cambios perniciosos de la situación patrimonial, de los miembros de la sociedad. Estas oportunidades, y estos riesgos; se derivan, del hecho de que el valor productivo; o, valor del mercado de la capacidad laboral, de una persona; depende, esencialmente de la opinión de otros, y puede mejorar; o, empeorar, sin méritos y sin culpas propias. Esta inseguridad, incentiva a quienes no pueden evitarla; o, incluso, la buscan, a mayores rendimientos.

INTERVENCIÓN DEL ESTADO.

Ahora… quien sienta una verdadera estima, por la ¨libertad individual¨; con independencia de su valor instrumental; para los resultados de las ¨actividades económicas¨; apostará siempre a favor de un estricto principio del ¨laissez-faire¨; que ponga coto a las intervenciones del Estado. Los economistas clásicos, fueron sus partidarios; pero, no defensores dogmáticos, de este principio. ¨El dejar hacer; y dejar pasar¨; sólo estaba en los corazones del pueblo; o, del dirigente pueblerino; mas nunca, en los de los ¨economistas de la época¨. O sea, en el pueblo. De ello, solo un ¨barniz¨ no tamizado, fue el que con la: ¨Revolución Francesa¨, se coló.

J. S. Mill (1806-1873); en sus ¨principios de economía política¨; estimó, que podría darse, situaciones, en una sociedad… con tal estructura de incentivos; que empujaran, a los individuos, a actuar de tal modo; solo buscando su propio interés, en el marco de las ¨Leyes¨; que los resultados, de sus acciones, fueran, finalmente, perjudiciales para todos. En lo que hoy, se denomina el ¨dilema social¨ (o, el dilema del prisionero.) Pueden, además, presentar rasgos de auténticas ¨tragedias sociales¨. (Lo que pasa hoy.) Tanto, que hasta demandan, una muy fuerte intervención ¨estatal¨; entonces, es preciso, poner límite a las ¨libertades individuales¨ y a los ¨derechos tradicionales¨; a favor de la humanidad. Estas situaciones extremas, muestran claramente, como los análisis de los hechos, pueden modificar las ¨convicciones del valor¨. Y si bien es cierto, que las afirmaciones normativas, no pueden ser refutadas, por un análisis de las realidades; no es menos cierto, que las convicciones normativas, están sujetas a la crítica, de los conocimientos fácticos (verdaderos.)

E – HISTORIA Y LEY.

Universalidad, necesidad y cultura.

Las ¨Leyes, de la Naturaleza¨; tienen una validez universal; y, describen conexiones; o, interrelaciones necesarias. ¿Rigen, también la universalidad y la necesidad, en el ámbito de las relaciones de la economía y la sociedad? En el acontecer económico de la ¨antigüedad¨; de la ¨edad media¨; de la ¨moderna¨; así como, en el de los países subdesarrollados, los capitalistas y los socialistas. Se distingue, a veces, orgánicamente de las condiciones de la vida económica, de la moderna sociedad industrial de ¨economía de mercado¨. Parece, pues, justificada la pregunta de si puede darse: ¨Leyes generales¨; especial y temporalmente ilimitadas; que rijan el acontecer de la ¨economía¨, del mismo modo que se admite, que las ¨Leyes Naturales¨ gobiernen la así, llamada naturaleza.

La producción de bienes; los precios; el empleo; la distribución de rentas; las inversiones; las exportaciones; los tipos de cambio; y de intereses… etc., deben considerarse - contrariamente a los nacimientos, las enfermedades, la muerte, las capacidades lingüísticas y mentales – como el resultado, de decisiones y de acciones. ¿Puede admitirse realmente, que las regularidades de la economía, tengan el carácter de necesidades?

VINCULACIÓN UNIVERSAL.

Acotación del autor de estas notas: No obstante… existen correlaciones empíricas, como en la ¨industrialización capitalista¨; y en las ¨crisis coyunturales de la industrialización¨. Un ¨derecho privado¨ adecuado, a las exigencias de la financiación; y a las restantes necesidades de las empresas. La apertura de las comunicaciones; y, la creación de aglomeraciones urbanas; la ¨renta per-cápita¨; y, el nivel de industrialización, la racionalización, y burocratización, de numerosos ámbitos de la vida en los estados modernos etc. Forman (cíclica e históricamente, además…) una verdadera masa inseparable de situaciones correlacionadas.

Cabe ahora… sospechar, tras correlacionar, la existencia de más causalidades. Pero, resulta que antes debemos preguntarnos; dentro del marco de una tesis de vinculación universal: ¿Qué ¨Leyes¨ generales deberían servir de fundamento, para las correspondientes suposiciones de causalidad? ; ¿No se debería admitir más bien, que los aspectos parciales del acontecer económico, se hallan insertos, en un contexto histórico más amplio, de una evolución general de toda la cultura; de modo, que cada individuo, solo puede ser entendido, como parte de un complejo mayor; y que, solo la comprensión histórica del todo, hace posible la misma comprensión de los individuos?

Sin embargo, es innegable, en una sociedad; que las magnitudes económicas dependan de otros elementos. Luego, es preciso precaverse de exageraciones: Pues, existe, muchos ejemplos, en el sentido contrario. Si la masa… monetaria, crece más rápidamente que el ¨producto social bruto¨, aumenta, el ¨nivel de los precios¨. Entonces, si el ¨nivel de los precios¨, en un País (A) crece de manera constante, con mayor rapidez, que en el País (B); disminuye el valor exterior de la ¨divisa¨ del País (A) esto, medido en unidades de la ¨divisa¨ del País (B).

Respecto de los ¨bienes públicos¨; o, de aquellos, en los que existe derechos de utilización pública; las personas, se encuentran menos cuidadosas, que con los bienes privados, de su pertenencia. Estos y otros ejemplos, en sentido contrario; indican que la tesis de la ¨vinculación universal¨, es (todavía) un ¨mito¨. Ya que, en el acontecer de tipo social y cultural; existen elementos aislables, que pueden entablar relaciones regulares entre sí; aún, bajo múltiples y diversas circunstancias.

LIBRE VOLUNTAD E INEVITABILIDAD.

Acotación del autor de estas notas: Pero, ¿Qué hay de necesario, en estas relaciones; o, qué tipo de necesidades, pueden darse en ellas? De ordinario, cuando se plantean estas preguntas; la atención, se centra en las intenciones; antes, que en los hechos, ocasionados por las personas. Entonces es fácil encontrarse, inevitablemente, con el problema… de la ¨libre voluntad¨ (en religión, el ¨libre albedrío¨.) Y, si de ¨libre escogencia¨, se trata; todo aquel que piense, que respecto, de las ¨acciones humanas¨; puede, evitarse un total ¨casualismo¨; parece, verse obligado, al mismo tiempo, a negarse que las verdaderas ¨relaciones sociales¨ existan; o, que en ellas, haya siquiera, algo parecido, a la necesidad propia de las ¨Leyes¨; de la naturaleza. Pues, de ser esto así, no se podrían proponer, explicaciones ¨causales¨, paralelas, a las acciones humanas; o, encadenamiento de ellas.

Luego, habría que recurrir, a explicaciones, que conciban ¨acciones¨; como medios, para alcanzar ¨objetivos¨, concordantes con determinadas convicciones; teniendo en cuenta, que éstas, no pueden explicarse en forma ¨causal¨; ni tampoco, los ¨objetivos¨; y, menos, las convicciones que los rodeen. No obstante, dentro de la ¨relaciones sociales anónimas¨; y en las de forma especial de ¨mercadeo¨, parece darse algo así, pero ya, como una ¨necesidad social¨. (No se puede comprar ni vender, nada, por la mala.) Pues, es literal y económicamente, imposible, llevar al ¨mercado¨, en corto tiempo; una gran oferta, sin que, automáticamente, desciendan los precios.

Entonces, es igualmente, ¨imposible¨, el otorgamiento de créditos (bancarios); sin las debidas, elementales, garantías; salvo que exista algún engaño; o, que el banco, siga ¨consignas¨ estatales (generalmente secretas.) Luego, se hace imposible: Demostrar culpabilidades; y funcionamiento… de firmas, sin pérdidas superiores a sus patrimonios. Y finalmente, para el ¨Estado¨, es imposible regular precios. Son pues, consecuencias, tanto previstas, como imprevistas, de acciones; o, de medidas, tomadas con deliberada intención. Tal vez, el mejor modo de definir, tal situación (en las ¨Leyes de las ciencias sociales¨) al menos de momento, sea mediante, los atributos de ¨universalidad e inevitabilidad¨, en lugar de las de ¨universalidad y necesidad¨; propios de las ciencias naturales; se esquivaría así, el problema de la ¨libre voluntad¨.

VINCULACIÓN.

La tesis de la ¨vinculación universal¨; respecto, de los restantes ámbitos sociales; es tan aceptable, como la de, la desvinculación del ¨espacio económico¨. El orden ¨jurídico¨; el tipo de ¨Estado¨; o, el tipo de ¨Gobierno¨. Los contenidos de las tradiciones religiosas y los de moral; generalmente aceptada y practicada por una población; tienen a todas luces, una considerable importancia, para apreciar la capacidad del ¨rendimiento económico¨. Pero, es de todas formas, más fácil, ver la naturaleza de éstas dependencias, en cada caso concreto. La construcción de una ¨teoría sistemática¨, que cohesione entre sí, de manera generalmente aceptable, a todos los elementos esenciales de la vida social; parece ser una ¨empresa utópica¨; tal como, lo ha demostrado ser (por muy difícil de entender); y no en último lugar, la (mal interpretada y adelantada en – dos Siglos – de su tiempo) magistral obra: de K. Marx. – Perseguida, a muerte por Hitler (y mal) adoptada por Lenin y Stalin; para convertirla, en la bolcheviquita y comunista-militarista que fue. En otras palabras, al quedarle grande a la humanidad, fue presa, de los más avispados, de siempre.

TIPOS IDEALES.

Acotación del autor de estas notas: No tiene pues, nada de extraño. Que hayan fracasado, en la ¨economía¨, las tentativas de formar ¨Leyes, de producción y distribución¨; recurriendo a suposiciones, de modelos simplificados y carentes de realismo; en la ¨economía clásica¨. Se supone, además, que el motivo de las acciones, que le siguieron, fue del puro interés individual; y se describe, el medio institucional, a través de la ¨propiedad privada¨, la libertad de contradicción, el orden social de intercambios económicos y la libre competencia.

No ha existido tal modelo de economía, en ninguna época histórica. Pero, si se prescinde de la estructura matemática de estos modelos; es preciso constatar, que no responden a las ¨teorías¨ de las ¨ciencias naturales¨; debido sobre todo, a que en ¨modelos económicos clásicos¨, no parece darse aún, ninguna auténtica hipótesis monolítica: La ciencia, en el sentido en que la interpretó M. Weber (1864-1920) – en su estudio, de las relaciones del calvinismo y el capitalismo – de su tiempo; estos modelos como ¨tipos ideales¨ que muestran más bien el carácter de lo ¨utópico¨; y que deberían considerarse, como solo ¨ideas¨ de los fenómenos históricos.

Acotación del autor de esta notas: Qué tristeza, relegaron al ¨cajón del olvido¨, tales arranques magistrales del ingenio humano. Triunfando, una vez más los curas; los milicos; y, los banqueros (hoy – en una curiosa repetición de la historia - enfrentados al presidente – Demócrata - Obama, de los E. U.)

RELATIVIDAD HISTÓRICA Y VERDAD.

Los modelos de la ¨economía clásica¨, generalmente, encierran todas a una; a las instituciones empleadas a menudo, de forma implícita y con la ¨maximización de las rentas¨, como principio de actuación general. Dos, elementos sujetos, al cambio histórico y cultural. Si, se quiere liberar a la ¨teoría económica¨, de la ¨relatividad histórica¨; debe establecerse, una relación de dependencia, entre la validez de las proposiciones teóricas; y la existencia de ciertas instituciones. Como R. Eucken (1846-1926) en su ¨reacción, contra el naturalismo¨, ha señalado: Se puede, por este camino… distinguir, entre la actualidad de las hipótesis económicas, y sus verdades (no solamente, se deber ser, sino, aparentar ser.)

En una ¨economía¨ basada en los ¨intercambios naturales¨, son inactuales, las hipótesis teóricas sobre el ¨dinero¨; lo que no quiere decir, que sean necesariamente falsas. Otro requisito, para superar la ¨relatividad histórica¨, de los ¨modelos económicos¨; es, sustituir, la máxima, de la ¨acción clásica¨, por una ¨teoría general de las acciones¨. La tesis desarrollada, en el ¨neoclasicismo¨, sobre la ¨elección racional¨; a partir de un ámbito limitado, de posibilidades; es, en principio, un camino correcto. Pero, es discutible, que esta teoría, pueda explicar correctamente, el comportamiento en las ¨situaciones de incertidumbre¨. Es probable, que para la ¨teoría económica¨; se requiera, una ¨infraestructura sicológica¨; o, un complemento similar; por ejemplo: en el sentido, propuesto por Schumpeter; para, explicar la dinámica capitalista.

VALIDEZ GENERAL.

Acotación del autor de estas notas: Según las teorías modernas, que investigan, con creciente intensidad; la gran importancia, que se obtiene de ¨los derechos de propiedad¨; ya sea, de utilización común; de propiedad estatal; propiedad colectiva; o, en fin, de propiedad privada; y del uso que se hace de los bienes; existe, una correlación sistemática, que puede explicar, las diferencias de productividad; de las diferencias económicas nacionales. Sobre todo, desde el punto de vista, del ¨deber social¨ que ésta (la propiedad) tiene (impuesto, a base de grandes revoluciones.)

Luego, la ¨teoría moderna¨, ha acometido, la tentativa de explicar, mediante la formulación de ¨hipótesis generales¨; probablemente basadas en ¨Leyes¨ fundamentales, de naturaleza humana; el acontecer económico, es hoy, un marco cultural variable. Con independencia del valor que merezca, los aspectos concretos de esta iniciativa. La ¨teoría económica¨, muestra, pues, que puede cultivarse, una ¨sociología teórica¨ y que por consiguiente, pueden superarse; tanto el punto de partida, de la ¨relatividad histórica¨, de profundos, ¨conocimientos sociológicos¨, como el ¨mito¨ (que cada vez más, cobra una fuerza inusitada) de la ¨vinculación universal¨.

Discusión sobre el método.

Acotación del autor de estas notas: No obstante, la situación mundial, con relación a estos temas… es tan delicada, que ya… hasta se teme… iniciar más argumentos; sin la anuencia del pueblo, del que no tiene nada. Pues, éste sabe de antemano; cómo y porqué, se adquirieron, grandes extensiones de terreno cultivable (o sea, aquel rico en agua y de fácil custodia. Igual pasa, con las grandes industrias, que no correspondan, con la escala social.) Las teorías, que no absuelvan, los estragos humanos, causados por el despilfarro, y la ostentación de los ricos; ya no son recurrentes, en el Siglo XXI. Si no, que lo digan, los ¨Estados¨; que han padecido contravenciones, a las necesidades básicas del pueblo. La respuesta (en las urnas) ha sido inmediata, contundente y avasalladora.

El tema central, era la ¨estrategia de investigación adecuada¨ a la ¨economía política¨; Mientras que Schmoller, como defensor de la joven… ¨Escuela Histórica¨; se pronunció a favor del método inductivo, según el cual los estudios empíricos de orientación histórica, deberían proporcionar los peldaños previos, para una teoría que fuera capaz de estudiar la evolución, de las formaciones socioeconómicas; C. Menger (1840-1921); en su teoría margina-lista del valor; ya daba primacía a la teoría abstracta deductiva.

Y… aunque (hoy); se está muy lejos, de haber sido resuelto, el tema abordado en la controversia; a saber, cómo conseguir armonizar un objeto que evoluciona, a lo largo de la historia; con una teoría general. Desde el actual punto de vista; ninguna de las dos posiciones, está libre de suposiciones problemáticas. Así, que en el método, de proceder, de Schmoller; existe el peligro (latente) de que, la recopilación del material histórico; se convierta, en simple, centón inconexo de datos; si aún les falta, el adecuado, planteamiento de inspiración teórica. Pero, tampoco, resulta conveniente, la propuesta de Menger, de distinguir entre las ciencias, que explican lo general; y las que explican, lo individual; porque, lo segundo, solo se manifiesta, en lo primero.

La teoría se enfrenta así, con la compleja tarea, de analizar situaciones históricas cambiantes. W. Eucken, intentó superar esta ¨gran armonía¨; al bosquejar, sobre la base de su enfoque, del orden teórico; el concepto de una teoría general, cuyas partes constitutivas serían: ¨actual¨ o ¨inactual¨. Un objetivo parecido, persiguen los nuevos planteamientos de la teoría de los derechos de ¨propiedad¨. También la economía y la econometría, a su manera, pretenden salvar el foso, entre la teoría abstracta; y la situación ¨histórica¨, descrita, mediante valores estadísticos.

Acotación del autor de estas notas: (Por ejemplo: en cuanto al valor intrínseco de los comestibles; una cosa, es consultarlos directamente desde el punto de origen; y otra, en las plazas de mercado.) ; (igual, en cuanto a la tierra. Una cosa es clavarle impuestos, de acuerdo a mapas aéreos; y otra, ir al sitio a evaluarla.)

CAPITULO VII

¨Raíces del Capitalismo¨.

Por John Chamberlain.

Ed. Folio. 1996

(Tomado del texto original, en resumen, y en paráfrasis; más, comentarios personales, entrecomillados.)

Acotación del autor de estas notas:

- ¨Sabemos, por la historia, que todas las guerras, se han producido por la ¨riqueza¨; por ella, se inventaron las ¨rutas¨ (tanto, terrestres como, fluviales) de los diferentes materiales de exportación; por la disputa, a causa de querer dominarlas, se entretejieron las grandes batallas; amén de otros problemas; bifurcados, de tales circunstancias. Además, por el dominio de los ¨mercados¨; todavía hoy, nos amenazan más reyertas; principalmente, por los ¨derivados¨; de algunos materiales necesarios, en el ¨desarrollo industrial¨; fueron efectivas, no menos apremiantes batallas; tanto, en la era moderna (como hoy; y de pronto, lo más terrible y temible; disfrazadas, conflagraciones, en el próximo futuro.) En esto, el hombre, no se diferencia del animal¨. -

Hombre Libre.

Acotación del autor de estas notas:

- ¨Se dice, que A. Smith (1723-1790); en su trabajo sobre ¨Riqueza de las Naciones¨; cayó en la ¨fosa¨, de una curtiduría; cuando explicaba la ¨división del trabajo¨, a su amigo y benefactor, el honorable Charles Townshend (famoso por asesorar al Rey Jorge III; cuando E. U. se separó de Inglaterra); Cuando A. Smith, inició sus lecciones, sobre ¨sentimientos morales¨; a mediados del S. XVIII; ya hacía mucho tiempo, que había desaparecido la necesidad del ¨orden feudal¨, dentro de los continentes de las ¨naciones-estado¨; en la Europa occidental. Persistía sin embargo, el entorno institucional; a pesar de las revoluciones, del Siglo, anterior; en el ¨arte del gobierno¨; a pesar del surgimiento, de las ciudades; aún no habría penetrado realmente, la idea, de ¨abundancia¨, como producto del ¨libre flujo de energía¨. -

Al igual, que con los ¨fisiócratas¨, la ¨economía¨, con A. Smith, empezó, como parte, de una más amplia ¨ciencia de elección¨; ya que, solo, secundariamente, es una ¨ciencia de la riqueza¨. A. Smith, veía claramente, que el hombre, como ¨animal capaz de elegir¨, entre distintas posibilidades; es, sobre todo, un ente (creado por Dios); perfectamente autónomo, que contribuye más eficientemente, al total de la riqueza humana; si se le permite, actuar, sin estar sometido a imperativos ajenos. Entonces, la libertad natural, dirá que la ¨Riqueza de las Naciones¨, es buena, porque, libera al ¨soberano¨ de la obligación de supervisar la ¨actividad privada¨, dirigiéndola, hacia las ocupaciones más ventajosas, para la sociedad.

Luego, sólo después, de más de un Siglo, que se ha descrito a la ¨economía¨, como el ¨estudio de la riqueza¨; los economistas, finalmente, han vuelto, a la idea, de que su disciplina, es simplemente, una subdivisión, de una ciencia mucho más amplia, la ¨ciencia de la elección humana¨. Pues, al elegir, el hombre, no solo escoge, entre diversos ¨bienes y servicios¨ materiales. Además, es innegable, que todos, los ¨valores humanos¨, están a la venta. En otras palabras, menos crudas, el santo que decide abstenerse del consumo; influye sobre la ¨curva de venta¨; o, de la disposición de energía de la misma manera, que el glotón que se desmadra en cada elección; sea o, no estrictamente económica, influye sobre todas las demás elecciones. Pero, no podemos limitar las opciones, dentro del ámbito de los derechos de todo individuo, sin desvalorizar, al ser humano, como ente moral: pues, cada uno tiene el deber moral, de decidir, por sí mismo, entre las diversas posibilidades, buenas y malas. De esta manera, con la escuela de Von Mises; la ¨rueda económica¨, completa su vuelta: Lo que empezó casi inadvertidamente, como un subproducto de la ¨filosofía moral¨, ha retornado a ella. La elección, es fundamental, para la naturaleza moral del ser humano.

Acotación del autor de estas notas:

- ¨Aquí, hacemos constar que estamos de acuerdo, con la forma de evolucionar el ¨progreso agro-industrial¨; pero, en lo que no estamos de acuerdo; es con la explotación brutal, que conllevó, con relación al obrero (rural y urbano); quien, solo hasta la ¨robotización¨; fue liberado, del tedio, de la producción en serie. Quien, aunque haya engrosado, los desocupados; hoy, es beneficiado con ¨subsidios¨, ganados a pulso, por los Sindicatos. Pero, la verdad, lo que pasa, es que éstos, no son lo suficientemente eficaces para sobrevivir decentemente; mientras que los dueños del ¨sistema¨, se hunden en la abundancia, el desperdicio y la vida ostentosa (muchos, con limusinas de media cuadra, que ni siquiera caben en el espacio urbano. Sin hacer cuenta, de sus aviones privados y yates de lujo; y cuentas millonarias de hoteles.) Como, si la ¨sangre de las revoluciones¨, se hubiese regado en balde¨. -

Pero, sigamos con éste enriquecedor relato resumido, de cómo se llegó a ésta situación. La maquinaria de vapor y la ¨riqueza de las naciones¨; indudablemente, fueron pues, productos independientes de la misma matriz universitaria; hecho que claramente, refuta la tesis, de que, las ideas son una mera ¨súper-estructura¨, de fuerzas materiales. Más bien, es la ¨mente¨, la que obliga a la materia, a cumplir su voluntad. Pero, para dar rienda suelta a la ¨mente¨ y a la materia; debe presumirse el principio del ¨libre albedrío¨, incluso, ante la oposición de restricciones gremiales.

Acotación del autor de estas notas:

- (Y, aunque no descargue obligaciones incumplidas, de parte de los mismos ¨curas; milicos y banqueros¨; se ha debido tener en cuenta, que gracias al ¨obrero¨, se llegó a la ¨cima¨ de la ¨producción en serie¨.) -

La creciente ¨energía inglesa¨, por ejemplo; dependía de una sola cosa: El debilitamiento, de la inveterada idea, de que el ¨gobierno¨, puede ser algo más que un freno, para las actividades humanas. A la vista de visitantes expertos del Siglo XVIII; estaba el progreso campestre; e industrial; tanto, que el ¨capital¨ fluía en dos direcciones: Súper Ricos Industriales; Terratenientes y agricultores, que enriquecidos por los mayores rendimientos del suelo; invertían sus ganancias en fábricas, molinos y bancos provinciales; los cuales generaban una corriente de riqueza que frecuentemente se reinvertía, en la explotación de nuevos métodos del arado, drenaje, siembra, fertilización, cría y engorde de ganado, reconstrucción de instalaciones agrícolas y finalmente, grandes fábricas; naturalmente, creadoras y generadoras de grandes riquezas.

Acotación del autor de estas notas:

- ¨Pero, a lo largo de la ¨Riqueza de las Naciones¨; se encuentran alusiones, al omnipresente ¨contrabando¨.; principal supresor de gananciales, clasificados, dentro de presupuestos nacionales. (Que lo único que hacen hoy, es engordar ¨economías subterráneas¨ configuradoras de las ¨mafias del mal¨.) A pesar de ello, muchos ¨piratas¨; arruinaron economías importantes, del mapa mundial. Pues, importantes sumas de dinero; no fueron encasilladas hacia (benefactores) impuestos. – Vimos, estupefactos, como inclusive, hasta los ríos, han sido utilizados, como ¨autopistas¨ para entrar (y sacar) grandes cantidades de armas; y demás materiales, contribuyentes, a la anarquía y al desorden nacionales¨. -

Igualmente, solo, después de la publicación de la ¨Riqueza de las Naciones¨ (1776); los industriales, basándose en los principios de la ¨libertad natural¨ de A. Smith; demostraron la relevancia de dichos principios, para el mundo moderno. La aplicación, por ejemplo: Del carbón, en las fábricas de acero, en los primeros puentes; y en general, de las grandes construcciones de hierro; y piezas, para maquinaria pesada. La primera máquina a vapor comercial; vendida en 1777; que dio inicio, a la ¨Revolución Industrial¨.

Acotación del autor de estas notas:

(Lo que, en mi País Colombia S. A., solo fue posible, el primero de enero de 1900; o sea, más de Siglo y medio después.)

La teoría de A. Smith, sobre los ¨beneficios de la libertad¨, claramente, fue anterior, a sus propias observaciones, sobre la vida económica del Siglo XVIII; Pero, estaba basada, en una correcta idea, acerca de la personalidad humana. El hombre, podría no tener una propensión innata a ¨comerciar e intercambiar¨; como se suponía; pero, nadie puede esperar decisiones de juntas de comerciantes; fabricantes o, de banqueros; de cuyos vicios privados fueron convertidos (a la brava) en virtudes públicas. Así, el ¨amor propio¨ (o, el ¨thimo¨); fue convertido en virtud; motor del desarrollo; y competencia entre los hombres.

Acotación del autor de esta notas:

- ¨Había nacido pues, el despilfarro, la ostentación y tantos otros defectos (virtuosos) que llevaron a la humanidad, casi al colapso final. Pues no entendemos por ejemplo: Como hoy, lo que, con unos pocos dólares, suple, al hombre común; estos barbaros… oligarcas, requieren de millones, esto solo, para lo que se ponen encima diariamente¨. (Hablo, de reloj y vestimenta de marca, más carro.) –

Pero, como, todo… en el mundo económico, está tristemente enlazado; la verdadera cuenta, la pagan los pobres trabajadores, generalmente mal pagos. Igual… pasa, con las barrigas deformes de los congresistas, que ya no les caben en sus ¨curules¨, mientras, millones de niños, mueren diariamente, de física hambre. Esto… no es lucha de clases; es lucha, por los ¨derechos humanos¨. Por el ¨humanismo¨ declarado y consagrado, por la ¨masonería¨. Y hoy, mostrado al mundo, por la ¨Red Internet¨; con el fin de dar ¨mate¨ al declarado ¨cinismo de clases¨; que obligaron al campesino a ¨medrar¨; y que por el momento, está desocupando los campos. Mientras, los presidentes, verdaderamente demócratas, como lo es, el de los E. U., B. Obama, declara… no dejarse vencer, por la ¨banca¨ estadounidense. -

Sigamos, con éstas fugas de perlas, sobre el raizal del capitalismo. Era… la ¨economía planificada¨; en una de sus peores manifestaciones; según el diseño de los ministros franceses, del Rey Luis XIV… y de sus sucesores. En Inglaterra, bajo los ¨whigs¨ (antiguo liberalismo) del siglo XVIII; el movimiento, fue en sentido contrario. A pesar de ello, A. Smith, conocía muy bien, el pensamiento ¨mercantilista¨ británico. Sus pasajes sobre la ¨falacia mercantilista¨ de la ¨balanza comercial¨; la idea de que un país, debe dedicarse a acumular reservas de ¨oro y plata¨; en el ¨tesoro central¨, subsidiando, la exportación, y gravando prohibitivamente las importaciones… son de las más memorables, de toda la literatura económica. – Una ¨economía mercantilista¨, es por definición, una economía de bajos salarios; porque al mantenerlos ¨bajos¨, los costos laborales interiores; los extranjeros, se verían inducidos a comprar sus mercancías, pagando en oro. - Y cuando, Smith, examinaba la aplicación del sistema mercantilista, en el contexto de las colonias americanas; la precisión de sus detalles, nos proporciona, un espléndido cuadro, sobre cómo la ¨planificación¨ del Rey Jorge III; obligó a los ciudadanos británicos, a emigrar a los E. U.

Acotación del autor de estas notas:

(Y la ampolla, se levantó… entre la ¨oligarquía mundial¨; tanto que mañosamente… puso en tela de juicio, hasta la sabiduría del econo-filosofo escocés, A. Smith, acusándolo de distraído y de falaz. Y tanto, ayer como hoy; la misma ampolla… se levantó hoy, en la oligarquía mundial, tanto de Europa, como de los E. U., contra el actual mandatario norteamericano B. Obama; quién como J. F. Kenedy, sólo quiere defender al pueblo. Un ejemplo que caracteriza lo expuesto, es la personificación propuesta por ellos, para dar poder económico al conjunto organizado, en detrimento de los elementos aislados. O sea, que pesarían más las partes unidas - por dinero - que las unidades aisladas. En lo que demuestra, las verdaderas y grandes características; entre Republicanos y Demócratas.)

Adam Smith, defensor del libre juego de la ¨oferta y la demanda¨ y la ¨competencia¨, como pilar económico; murió a los 67 años, en vísperas del ciclo napoleónico, de las guerras y disturbios que descabezaron ¨testas reales¨, en toda Europa. Y terminando (desafortunadamente, no para siempre) con la heredad, en la situación económica; en lo que se llamaría más tarde: ¨la doctrina Smithiana¨. Pero, a medida que Inglaterra, se dedicó a emplear las nuevas maquinarias, la nueva clase industrial, se tornó impaciente por las restricciones. Mientras en América, sus nuevas ¨naciones libres¨ encontraban, formas de frustrar las ideas económicas, que permitirían más tarde, el surgimiento de ¨ricas naciones¨ de libre juego comercial. La estrella de Smith, ascendía en un mundo, donde la libertad de elección, de pronto parecía tan natural, como la respiración. Sin embargo, era preciso, crear previamente, un entorno político que permitiera que la acción libre, pudiera alcanzar la opulencia, tan preciada por A. Smith.

Base de la propiedad.

El ¨mercado¨; institución y característica principal del ¨capitalismo¨; expresa una estrecha relación entre ¨comprador¨ y ¨vendedor¨. En efecto, lo que resulta, cuando la ¨libre elección¨, se aplica a la disposición de la ¨propiedad¨; o, de lo que se hace con la ¨propiedad¨, mezclada con el ¨trabajo¨; tanto que constituye una de sus bases. Las comparaciones, que posibilitan el ¨mercado¨, conducen a la creación del ¨valor¨; como compromiso de juicios individuales. Y de todo este conjunto, surge victorioso el ¨dinero¨. El ¨vendedor¨, busca recuperar el ¨trabajo¨ y la ¨energía¨, que ha invertido; además de un ¨intercambio¨. Dos subjetividades, que se encuentran, en un ¨precio¨ objetivo. Pero, antes de la creación del valor, debe haber… ¨propiedad, entendida, como un ¨derecho¨ a disponer de un ¨bien¨; o, de un ¨servicio¨. Así volvemos a la ¨propiedad¨… como base de la ¨libertad¨.

En la ¨Riqueza de las Naciones¨; obra pionera, sobre el ¨mercado¨; A. Smith, tenía mucho más que decir sobre la ¨libertad de elección¨; y, acerca del sencillo sistema de la ¨libertad natural¨. Pero, al igual que otros ¨economistas¨ del pasado; Smith, tendía a suponer la existencia del ¨derecho de propiedad¨; como algo anterior a la ¨economía¨, como tal. Allí, expresaba su disgusto… cuando la ¨propiedad¨, no podía ser ¨intercambiada¨, libremente. Por ejemplo: en sus ataques a la ¨primogenitura¨ y a la ¨herencia¨, perpetuas. ¨Leyes¨ que impedían… que, gran parte de la ¨tierra¨, pudiera ser ¨negociada libremente¨, en el ¨mercado¨. Pero, a pesar de las restricciones feudales, que aún sobrevivían en su tiempo, A. Smith, daba por ¨supuesta¨ la existencia de la ¨propiedad privada¨; en su aspecto puramente político. Ahora, es discutible, si en una ¨obra de economía¨, deba figurar una cuestión, sobre los derechos: ¨naturales o, legales¨. Pero, estos derechos, tienen un importante papel, sobre el flujo de la energía humana; y por lo tanto, sobre la creación de la ¨riqueza¨, que llega al ¨mercado¨, para ser valorada, mediante intercambios.

Acotación del autor de estas notas:

- Luego, no sería exagerado afirmar, que la ¨economía¨ no existiría, sin el previo establecimiento de los derechos a la vida; a la libertad; y al patrimonio. (Solo, que estos derechos, inicialmente, fueron patriarcales y comunales.) Ahora, aplicados, además con adelantos; como, los que ofrece de la ¨econometría y la estadística.

El ¨derecho a la vida¨… se debe suponer, si no ha de perecer la raza misma: Sin él, la ¨existencia humana¨, sería efectivamente, ¨desagradable, brutal o, corta¨. Y solo quedarían unos pocos ingeniosos asesinos consumados, para poblar la Tierra. Los otros elementos de la famosa ¨tríada¨; se deducen, primero: Si uno tiene ¨derecho a la vida¨; debe tener también libertad para trabajar y sostenerse; y también, debe tener acceso a los medios de producción, concretamente: Tierra y herramientas. Si uno pudiese perder (legalmente) el derecho a adquirir estos elementos; entonces el ¨derecho a la vida¨; se convertiría, en un ¨permiso¨, revocable; según, el capricho del político; o, del militar.

Desde el punto de vista de la ¨economía¨; estos tres ¨derechos básicos¨; son necesarios, para que exista cualquier ¨cálculo económico¨. Bajo un ¨sistema de esclavitud¨; o, bajo la ¨asignación planificada de bienes y energía¨; que constituyen; parte importante de todo ¨sistema permisivo¨; el ¨mercado¨, simplemente, deja de funcionar. Bajo la ¨planificación¨, el individuo, acepta lo que le dan; de acuerdo con los criterios de algún superior; y se acabó, la discusión. Los ¨precios¨, se fijan, según el capricho; o, las estimaciones del patriarca; o, del planificador; o, del tirano y sátrapa de turno; sin referencia, a los deseos de compradores; o, vendedores; y, la mediación del ¨valor¨; resulta, entonces, imposible. Sin el ¨método de medición¨ (registro, de la fuerza comparativa, de los deseos humanos); la ¨economía¨, como ciencia, dejaría de existir.

Al olvidar que los tres derechos, están ligados indisolublemente (de hecho, son tres aspectos de una misma cosa); los intelectuales de moda, adoptaron el hábito de contraponer los ¨derechos humanos¨; y, los ¨derechos de propiedad¨. T. Jefferson; o, Franklin; o, F. Roosevelt; defendían la ¨propiedad¨; por lo tanto, fuera de Hamilton; o, Hoover, anteriormente, a pesar de esta moda intelectual; el ¨derecho de propiedad¨, era un derecho como cualquier otro; y, donde éste no existía, invariablemente, se abusó de los seres humanos; en parte, por los políticos; como pasó en la URSS; o, por parte, de algunas castas sacerdotales, como en el Perú, incaico.

Con ellos, el permiso, se había convertido en precepto. Daban por supuesto… que la Tierra, les pertenecía, a cambio del desempeño de ciertas obligaciones. (La ¨Carta Magna¨, de hecho, consistió, en derechos de propiedad; y luego, en la protección de las personas; y, en las conexiones; y, canales comerciales; como derechos indisolubles. Al igual que la vida; la libertad y la propiedad.) Pero, Si, esto era mera ¨justicia¨ para ¨barones¨; como han argumentado, frecuentemente, los que tratan de demostrar que el hombre común, no poseía ¨derechos¨; entonces los ¨barones¨, en los tiempos del Rey; y del Clero, que los apoyaba, eran hombres extraordinariamente generosos. Finalmente, el ¨derecho¨ común; existía antes que el Rey; porque se originaba, en el reconocimiento intuitivo, de ¨reglas de conducta¨ que se ajustan a la ¨naturaleza humana¨.

RESUMIENDO:

Acotación del autor de estas notas:

- ¨Antes de seguir adelante, dejemos en claro, a favor de quién estamos. Estamos, a favor del pueblo, desposeído y sustituido por legendarios avispados, que hasta ahora han sabido engañarlo, unidos a curas, milicos y banqueros que alejados de Dios; en apariencia, en su nombre, han hecho de las suyas¨. – A. G.

Luego, de las acciones de los monarcas ¨Tudor¨; y sus hechos en contra de la ¨Carta Magna¨; nuevamente, las máximas autoridades judiciales aceptaron, que la ¨libertad y los derechos de propiedad¨, son factores de una misma realidad. El ejército de Cromwel… panfletario, primitivo, colectivista y militar; desde luego, atacado, en su momento, por partidarios ¨lectores bíblicos¨… como lo expresara Hobbes: La libertad del súbdito… radicó en aquellas cosas que regulaban sus acciones; que obligaron al soberano; a ser justo; o, a perder su ¨testa¨ coronada; proclamando, que el fin de la obediencia, era la protección del ¨nacionalismo¨. Locke, afirmaba… que si el gobierno empezaba a usar la fuerza, por cualquier motivo, que no fuese, la protección de los individuos; en su vida, libertades y propiedades; contra la fuerza ejercida por otros; entonces, se degradaba, y ya no merecería, la lealtad de los hombres. En lo que equivaldría, a reservarse el derecho de resistencia, siempre que el gobierno conculcara, derechos tales, como la ¨libertad de expresión¨ ; de ¨asociación¨; y de ¨religión¨.

MARCO POLÍTICO DE UNA SOCIEDAD LIBRE.

El ¨capitalismo¨. Presupone una ¨sociedad abierta¨; en la que los fines, los determinan los individuos; o, las asociaciones, formadas por ellos voluntariamente. Es ¨radicalmente incompatible¨, con la idea, de un ¨objetivo global¨, fijado por el ¨Estado¨, como tal; o, de un ¨destino común¨; impuesto oficialmente; aunque es plenamente compatible, con una ¨iglesia¨, cuyos objetivos sean extra-gubernamentales; sean estos ¨espirituales¨; o, en caso de ser ¨temporales¨; se refieran a la dirección, la meditación, y la caridad; en ámbitos, que no sean los del ¨Cesar¨.

Pero, la cuestión, de si el ¨capitalismo¨, vino antes o, después del ¨gobierno libre¨, es una proposición, del tipo: ¨huevo-gallina¨; que sólo conduce a más enredos históricos. Lo único, que podemos afirmar con certeza, es que el ¨capitalismo¨… es como, la libre aplicación de la propia energía; y de la propiedad; en la producción de ¨bienes y servicios¨; destinados al mercado abierto… que florecerá, donde quiera existan fisuras, en un sistema ¨planificado¨; o, controlado; y, una vez iniciado, tiende a concretarse en un gobierno limitado.

Ahora, difícilmente pudo negarse, que muchos de los ¨inmigrantes¨, echaron marcha atrás; algunos lo hicieron de inmediato. Sus ideas, sobre los límites de la inmunidad individual, a menudo eran incompatibles. Algunos erigieron estrictas ¨teocracias¨ temporales; persiguiendo a los disidentes, a los cuáqueros, a los agnósticos, o de pronto, a las mismas brujas. Cuando, la lámpara de la resolución se apagaba, aceptaban el gobierno arbitrario, de gobernadores coloniales, enviados desde Inglaterra, para manejar con firmeza los controles. No obstante, a pesar de los retrocesos y las contradicciones, el fermento de la planificación voluntaria, y la elección individual, hacia su trabajo. América, se convertía, en una sociedad abierta, no en una mera extensión de un estado europeo.

Acotación del autor de estas notas: Entonces, vimos como los ¨colonos¨, fueron los herederos del pensamiento de J. Loke (el filósofo de los derechos inalienables.) Pero, sus escritos, fueron, al fin y al cabo, bastante sofisticados; sus tratados, sobre la ¨tolerancia y el gobierno civil¨, estaban destinados a los líderes de la rebelión contra el Rey Jorge III. Y, puesto que no existía en esa época, las ¨encuestas de opinión¨; es imposible saber, cuántos de los colonos, realmente, leyeron directamente a Loke; sin la intermediación de ¨panfletos populares¨, dirigidos a las multitudes. De una cosa, sin embargo, podemos estar seguros; los ¨colonos¨, de toda clase… sí que leían… ¨La Biblia¨. (Libro, - seudocientífico - que entre otras cosas, ha mantenido cohesionado… a todo un pueblo; por todos los Siglos, de los Siglos. Amén.

Aquí, se encuentra, por extensión; o, por deducción, todo el ¨credo lockiano¨: el derecho a la vida, el derecho a la libertad, y el derecho a la propiedad; tan necesarios, para sostener la vida misma y la importancia de la unidad familiar; que garantiza por medio del amor, y sus posesiones: largos días en la Tierra (otorgada por Dios.)

Acotación del autor de estas notas: Pero, si los ¨colonos¨, llevaron consigo, a toda una ¨tradición¨, lograron descartar aquellas incrustaciones ¨sociales¨ del mundo medioeval… las relaciones de vasallaje del feudalismo y un sistema estático de ¨tenencia de la tierra¨, por causa de herencias perpetuas… que casi, hicieron zozobrar, dicha tradición. En América, no existían ésas incrustaciones. Sólo existía, un mundo abierto. Así, aunque muchos de los ¨colonos¨, se vieron al principio, limitados por las restricciones del ¨calvinismo¨ y su creencia en la ¨predestinación¨ de los ¨elegidos de Dios¨; estaban en posición de aplicar ¨exnovo¨; la ¨Ley Mosaica¨; o, acomodada… Lockiana. No eran hombres dominados. En consecuencia, de un ¨plan maestro¨; salían de sus propiedades individuales, para encontrarse con sus prójimos, en el mercado; y el resultado natural, fue el ¨capitalismo¨ en sus fases primitivas.

Acotación del autor de estas notas:

Pero, definitivamente, lo que si debemos tener en cuenta, es que una cosa son los ¨bienes terrenales¨ y otra, los tesoros de la ¨otra vida¨. «Mi reino, no es de este mundo, dijo Cristo.» Y en esto, debemos dejárselos, a ellos, los pecadores; para que se pudran con ellos; que en cuanto a nosotros, los creyentes… Dios proveerá.

Ya pronto, llega… la ¨siega¨; que separará, lo bueno de lo malo. No sea, que por amor a lo terrenal, no queramos partir en su momento, con ¨Él¨; que todo lo quita, que todo lo da. En cuanto a mí, gracias a Dios, ya dejé los vicios; entonces, por qué no he dejar el resto. Solo, que duele saber, que se salvará ⅓ de la humanidad; o, sea, casi dos mil millones de almas, en toda la historia mortal. A. G.

CAPITALISMO Y LIBERTAD DE CONTRATACIÓN.

Al formular sus teorías, sobre: la ¨libre elección¨; la ¨propiedad¨ y los ¨orígenes del Estado¨; que debe ocuparse de proteger a los hombres, en sus libertades. Los filósofos de los Siglos XVII y XVIII; no creían poder basar su argumentación, en la lógica de la naturaleza evolutiva del hombre. Más bien apelaban, a orígenes distantes y oscuros, sin que se pudiese contar con especiales conocimientos, sobre historia y antigua prehistórica. Por lo tanto hicieron varias conjeturas. A Smith, postuló una propensión innata a ¨cambiar, permutar y negociar, una cosa por otra¨. Propensión, que no se encuentra, por ejemplo, entre los indios ¨Potlatch¨; o, en los ¨melanesios¨… y/o, en todos ellos; Hobbes, Rousseau, Locke, y el mismo Smith; postularon la idea, de un gran pacto originario; que estableció una relación contractual; se concretó en la obediencia total, a cambio de la protección del derecho a la vida; con Locke, el ¨pacto¨ también, comprendía la protección de la libertad y la propiedad. Con Rouseau, el contrato implicaba someterse a la ¨voluntad general¨ que podría respetar los ¨derechos del hombre¨; pero, también podría no hacerlo.

Pero, el elemento de verdad, en todas estas teorías; radicaba, en su correcta apreciación de la ¨naturaleza del hombre¨, en cuanto a ¨ente autónomo¨; al no someterse, ni a un tirano; ni a una mayoría sanguinaria; sin reconocer, que se podría llagar un momento crítico, en el que, el ¨contrato social¨; se consideraría inválido. La verdad es que el ¨mundo antiguo¨, no conocía al ¨individuo¨ como tal; así pues, el ¨individualismo¨ pertenece a una edad madura del hombre. Luego, el concepto de ¨propiedad¨ surge del mismo ¨gens¨ (tribu o, clan.)

Hoy, si el individuo, no pudiera realizar contratos, para disponer de su trabajo y de su propiedad, en un mundo complejo; difícilmente, podría considerarse libre, en el concepto moderno. Pero, por supuesto, los contratos son respaldados por el ¨estado¨; pues es esta seguridad, lo mismo que la simple confianza, en la honestidad y el amor propio del hombre común; lo que permite la realización de miles de transacciones inconclusas, en cada hora hábil de cada día. En el derecho antiguo, sin embargo, no existía ningún medio que obligara al cumplimiento de una propuesta, y las ¨transferencias incompletas¨, requerían alguna sanción religiosa con ritualidad, mediante solemnes ceremoniales, para garantizar el cumplimiento de una obligación. Resumiendo, en una sola frase, dos mil años de historia Maine dijo: ¨Partiendo de una condición social, en la que todas las relaciones, entre las personas, se compendia en las relaciones de la familia; nos hemos ido acercando gradualmente, hacia una fase del orden social, en donde todas estas relaciones, surgen del libre consenso de los individuos¨. O, como lo expresara, Sir Henry, en otro contexto: el ¨contrato es el nexo, entre el hombre y el hombre; que reemplaza gradualmente, aquellas formas de derechos y publicaciones recíprocas, que tienen su origen en la familia¨.

La confianza, de que el intercambio de ¨trabajo por dinero¨, será complementado en una fecha futura; contradice, la idea de que las empresas carecen de moralidad; y podría ser más utilitaria que idealista. No es tanto el hecho de que la ¨Ley¨, hará respetar el acuerdo; siempre que la ¨empresa¨, retenga suficientes activos, para pagar su planilla. No, la empresa, cree que la honestidad, es una buena política; por el simple hecho, de que los estafadores crónicos, no podrán continuar haciendo negocios, en una comunidad, que los llega a conocer bien. De modo que el ¨capitalismo¨, en general, consiste en: ¨promesas¨; enormes ¨contratos¨; y, ¨garantías bancarias¨; amén de créditos beneficiados por el sistema de ¨seguros¨, como el ¨seguro de cosecha¨ etc. Igual, pasa en los demás ¨sectores de la producción¨.

Pero, sin ¨crédito¨; aún podría existir el ¨capitalismo¨ (libre); no obstante, que este sería un ¨capitalismo¨ de ¨venta al contado¨; un retoro a una especie de transacciones antiguas de intercambio; ya sin abrir nuevas rutas para el transporte de materiales, a través de grandes viaductos, con infraestructura; túneles y puentes de fácil acceso; en el paso de grandes aparatos de transporte. Hoy, por ejemplo, la ¨protección arancelaria¨, deja en libertad, al ¨industrial¨, para contratar la disposición de su propio producto; pero también le otorga un ¨status¨ especial, eximiéndole de las ¨fuerzas del mercado¨; y aún violando, los ¨derechos contractuales¨; de aquellos que prefieran comprar productos extranjeros aún otorgándoles subsidios. Así, el ¨estado intervencionista¨, al asumir, el equivalente moderno, de la antigua ¨patria potestad¨; se ve obligado a conferir ¨status¨, a todas las personas con capacidad de librar presiones (electorales); de este modo, se reduce al mínimo, el ámbito para el ejercicio del ¨poder social libre¨; bien sea, mediante ¨contratos individuales¨, o, por medio de ¨asociaciones voluntarias¨.

En Europa, son los partidos obreros de ¨izquierda¨; los que han dirigido el movimiento del retorno, al ¨status¨. En los E. U., la presión más insidiosa, sobre el ¨derecho contractual¨, no proviene de los colectivistas dogmáticos (que tuvieron su momento, en los años 30); sino, de un movimiento sindical, que aún respeta nominalmente, los derechos del hombre. Nada asusta más al moderno ¨dirigente sindical¨, que el éxito paulatino, que en varios ¨estados¨ van teniendo ¨Leyes¨, a favor del ¨derecho del trabajo¨. La sindicalización obligatoria (o, sus diversas variantes); viola dos libertades contractuales básicas: el derecho del individuo a trabajar libremente, en las condiciones que el mismo elige; y el derecho, del empleado a contratar a un empleado no sindicado, si proporciona servicios satisfactorios. Si no se logra reconciliar éstas dos libertades contractuales, en una sociedad madura; entonces, efectivamente, nos encaminamos a un ¨retorno¨ a la condición de ¨status¨, que quiera el hombre; la dignidad de tomar sus propias decisiones.

Acotación del autor de estas notas: Pero, si el empresario, vuelve al viejo sistema de rechazar los sindicatos, lo que equivale a interferir en la ¨libertad contractual¨ del trabajador; o, si se niega a negociar con los ¨sindicatos abiertos¨; entonces, tendremos, la ¨sindicalización obligatoria universal¨; o, una situación de ¨caos y esclavitud industrial¨. En ambos casos, deberá intervenir el ¨estado¨. En el caso, de la ¨sindicalización obligatoria¨; el ¨estado¨, debe intervenir para proteger, tanto a los afiliados; como, al empresario; contra posibles ¨mafias¨, en la dirección sindical. En el ¨caos¨ y ¨esclavitud industrial¨, el ¨estado¨, debe intervenir, para garantizar la seguridad social del oprimido. Deberá ir más allá de las ¨Leyes¨ de salarios mínimos y de los subsidios al desempleado, que son en sí mismo, pequeñas violaciones marginales, de la libertad contractual. El ¨estado¨, que se constituye en ¨guardián¨; pronto, se convierte, en un ¨estado¨ predominante; tanto en los sindicatos, como en las empresas; y al final, termina gobernando, sin imaginación política, y con la misma mano burócrata de siempre.

Acotación del autor de estas notas: Sin embargo, los sindicatos, se pueden transformar en una ¨mafia¨, que (por encima de los partidos) puede llegar a dominar al gobierno. Situación, que es aprovechada por los líderes sindicales, para llenar sus bolcillos; sin que nadie, logre hacer algo para impedirlo.

HOMBRES PESIMISTAS Y LEYES DE HIERRO.

Capitalismo enjaulado.

Acotación del autor de estas notas:

¨Hoy, es sabido, que las ciencias ¨econo-políticas¨; son como una serie de laberinto; al cual se puede entrar, pero no se puede salir. Pues, por el alto crecimiento demográfico, los ¨derechos humanos¨ (en el mundo globalizado); se han hecho tan visibles, que ya no operan, las viejas y férreas ciencias ¨econo-políticas¨. A.G.

Nada, resulta más instructivo… que el hecho de leer a los ¨clásicos economistas británicos¨; atendiendo, a que ellos, los consideraban como material de orden secundario. En el mundo de A. Smith, por ejemplo: todo… es grande y esperanzador; las suposiciones menos optimistas, se plantean, humorísticamente (como en el caso, del famoso comentario, sobre los empleadores, que mantienen siempre una tácita conspiración, para no elevar los salarios); o, elípticamente (como en el caso, de la implícita teoría, del ¨valor-trabajo¨; que preparó el camino a K. Marx.) Y si no se presta mucha atención al material secundario; la ¨economía smithiana¨, plantea un mundo abierto: deja suficiente espacio libre, como para que el ¨ingenio humano¨ pueda liberar, a la raza, de casi cualquier apuro; o, dilema.

Ahora… la mayor parte de la obra de Malthus, muestra una humanidad que carga colectivamente con un albatros, es la exagerada fecundidad de la naturaleza que tiende a reproducir a los animales (comprendido el hombre); en números, que exceden la vegetación, que puede cultivarse, en extensiones finitas, para su sustento. O, como lo expresa el mismo Malthus: ¨La causa a que alude… es la constante tendencia, en toda vida animal: a crecer; o, a ir, por encima de los alimentos disponibles¨. La carrera de Malthus, como economista, empezó, casi accidentalmente, al tratar de impresionar a su padre. En sus obras, desembocaba, en un irresponsable exceso. Malthus, aceptó la idea de una fuerza equilibradora; pero, esta fuerza, lejos de ser benevolente, se expresaría, por medio de la multiplicación del vicio y la miseria; e, incluso, por medio de una ¨utopía¨ anarquista-comunista; que nunca sería realidad. Sin embargo, Malthus, ha sido celebrado, como el hombre que aplicó por primera vez, el método inductivo en economía.

Al principio, Malthus, suponía que había forma de escapar al círculo vicioso, creado por la confrontación entre la fecundidad animal y la ¨Ley¨ de rendimientos decrecientes, en la agricultura; como no fueran, los brutales métodos naturales, basados en la guerra; la peste y el hambre. Estos, decía Malthus: ¨son los grandes frenos naturales; o, positivos¨. Malthus, había pintado alguna vez, un vívido cuadro, sobre la ¨Gran fiesta de la vida¨; de la que serían excluidos cierto número de desafortunados, por la naturaleza de las cosas. Esto en sí; era suficientemente pesimista; pero, siguiendo… con el símil, se imaginó que llegaría el día, en que los mejores asientos en la fiesta; no serían ocupados por una élite de terratenientes y de capitalistas; sino, únicamente, por terratenientes… y el recaudador de impuestos.

Acotación del autor de estas notas: Resumiendo, ¨férreamente¨, todas las ¨Leyes de hierro¨: «La acumulación deberá llegar a su fin… el bajo nivel de las garantías, pondría fin a la acumulación; y casi toda la producción del País; después de pagar a los obreros, será propiedad de los ¨dueños de la tierra¨ y de los recaudadores de impuestos y tributos».

David Ricardo, hijo de un judío holandés, emigrado a Londres; sólido empresario, que logró prosperar en la ¨Bolsa de Valores¨; además de convertirse en ¨terrateniente¨; y en miembro de la ¨Cámara de los Comunes¨; fue enemigo de las ¨Leyes de importación de trigo¨, hasta el final de sus días. Si bien, Ricardo, no era un filósofo utilitarista; suponía en sus principios de economía política; que, el ¨homo-economiens¨; actúa por medio de un crudo cálculo de ¨placer-dolor¨. Sus terratenientes, por ejemplo, debían ser siempre explotadores; según la lógica ricardiana; cobrando a sus inquilinos, en toda ocasión, la máxima renta posible. Incluso, el mismo suelo, que daban en alquiler los ¨terratenientes¨; era algo inmutable, con poderes ¨indestructibles¨; no, una capa viva, que podría malograrse por el descuido; o, revitalizarse, por medio de ¨dones naturales¨; como el nitrógeno, tomado del aire (fijado al suelo, por medio de organismos); y, el carbono, liberado por medio de la acción solar.

La gran contribución de Ricardo; a las ¨Leyes malthusianas¨; fue, la explicación, de cómo el ¨terrateniente¨, consigue atrapar tanto al capitalista, como al trabajador. El capitalista, siempre está dispuesto por cierto, a pagar al trabajador; su ¨salario natural¨; que consiste, en dinero suficiente, para mantener unidos, alma y cuerpo; además de un ¨extra¨, que le permita ¨reproducirse¨. Ricardo, expresa así su ¨Ley del salario¨: «El precio natural del trabajo, es el precio necesario, que permita a los trabajadores… subsistir y perpetuar su raza; sin aumento o, disminución».

Sin embargo, con cada progreso en la acumulación de capital, aumentará el valor de la ¨mano de obra¨, existente; al menos temporalmente. La mayor demanda, debe traducirse en mayores salarios, lo que debe tender, en el sistema ¨ricardiano¨; a reducir las utilidades. Pero, puesto que la demanda de ¨mano de obra¨, regula a la producción, pronto habrá más trabajadores en el mercado. Mientras tanto, habrá aumentado, el pecio de los alimentos, cultivándose más áreas marginales; presionando, hacia arriba, la renta de la tierra. El capitalismo, tendrá que pagar a sus trabajadores, lo suficiente, para cubrir el costo (incrementado) de los alimentos; quedarán menos utilidades, con lo que el ¨terrateniente¨, resulta ser el único beneficiario del progreso económico.

Por cierto, que un sistema que explota a sus trabajadores, no puede tener un amplio mercado interior, para el consumo de sus productos; ni una saludable fuerza laboral, para la segunda generación. Pero, por ejemplo, en la visión marxista; si los estampados, no pueden venderse, en un sitio; pueden hacerlo en otro; y, si el capital, no se puede emplear en el interior, por falta de trabajadores y de compradores; puede exportarse a los países nuevos; donde obtiene más ganancia: Al buscar mercados en ultramar, el capitalismo se convierte en hermano gemelo del imperialismo; y el mundo, se disuelve en guerras (disfrazadas); a medida que las naciones antiguas, se peleen por el derecho de explotación de las nuevas.

Hoy, en el caso del ¨Oriente¨; la doctrina ¨malthusiana¨, parece tener validez; y, podría, acaso, tener validez en una futura Norteamérica con 500 millones de habitantes. Pero, curiosamente, podemos confiar plenamente, en Malthus, como el profeta en el largo plazo; cuando un despacho periodístico, nos informe, de la invención, por parte de Maxin Silencer Co., de Harford, Conecticut; sobre un proceso económico, para convertir, el agua marina, en agua dulce.

Y, por lo que respecta, al teorema básico de Ricardo; la teoría del ¨valor-trabajo¨; fue refutada por el inglés, William Stanley Jevons; y el austríaco Carl Menger; quienes hicieron del ¨valor¨, una idea subjetiva y cualitativa… un reflejo del deseo marginal. Puesto que en condiciones de competencia, normalmente, habrá solo un producto de mercado, para un producto. Será la última unidad productiva, por la peor maquinaria, la que determine el precio… y el valor… de la producción total. Así, el valor será la expresión de la conciencia de la ¨demanda efectiva¨ marginal, con la ¨oferta marginal¨ de producir para satisfacer esa demanda.

Cuando se aprecia, que el capitalismo, es un sistema de pérdidas y ganancias; donde todos se encuentran a la merced de los caprichos del consumidor soberano; a medida que pondera sus derechos marginales; se desvanecen las críticas anticapitalistas. El único capitalista que gana dinero en un sistema orientado al consumidor, es el que logra anticiparse a los deseos del consumidor. Las ganancias en este sistema, lejos de ser una ¨plusvalía¨, son la justa recompensa, por el buen tino (lo que no implica dicha recompensa, es que no pueda ser compartida con los trabajadores y los consumidores.)

CAPÍTULO VIII

HISTORIA DE LAS PRINCIPALES DOCTRINAS POLÍTICAS.

Por: Juán Beneyto.

(Ed. Aguilar 1958)

Tomado: Resumiendo y parafraseando el texto original; y agregando comentarios personales. (La historia se repite.)

Crisis del estado liberal.

Acotación del autor de estas notas: Se hace realidad, en el último cuarto del S. XIX; una vez agotadas sus funciones (históricas); de unificar a las ¨sociedades nacionales¨; ya que fue impotente, para dirigir las fuerzas económicas en pugna; debido al sometimiento impuesto, por el dominio del poder, siempre al margen de la ¨obra política¨; y, la incapacidad plutocrática, para mantener un partido; e, imponer sus propias apetencias; bajo el disfraz, de los intereses comunes; al servicio de intereses particulares; que se presentaron, bajo la égida de la monarquía unicameral; o, la república bicameral. Igualmente, regímenes centralizados o, descentralizados; con tolerancia o, cesión de poderes; libertad o, igualdad.

En el fondo (como esquema general); se trataba de lo que el ¨estado¨, debía de hacer; naciendo, líneas liberales, e intervencionistas, con el efectivo triunfo de éstas; no solo en los regímenes totalitarios… y como resultado, resolver su propia crisis de autoridad; ese anhelo, condujo a abandonar el régimen constitucional y parlamentario, para someterse a la dictadura. En una mascarada, crítica, en relación con elementos técnicos y formalistas. En el caso del parlamentarismo; las causas operantes, fueron de carácter esencial; o. la ruptura del fondo nacional (no olvidar que el liberalismo, surge coetáneamente al nacionalismo; en un sistema pluripartidista.) Así, surge la crisis del estado liberal; como la crisis de esencias; de creencias y de instituciones (nada raro, que ocurriese lo mismo, en el tiempo; antes, ahora y después.)

Acotación del autor de estas notas: Pero, el interés desaforado, por la dirección suprema; e, individualista, del ¨estado¨; nos llevará a sus últimas consecuencias; y, sus antecedentes vendrán, de las goteras izquierdistas de ¨Hegel¨; que aunque ¨católicas¨, a su vez, introducen el «yo» en la política; que desfigura más adelante, el ¨nihilismo¨ de F. Nietzsche; que todo lo hace y todo lo destruye.

Esta orientación, enfrenta al individuo con el ¨estado¨; que al fundamentarse en raíces ¨liberales¨; conduce, directamente a la crisis y sus consecuencias. Entonces la voluntad individual y el ¨estado¨, serían potencias mortalmente enemigas, donde el ¨estado¨ tendría siempre como único fin, la limitación del dominio; y, la subordinación del individuo; que desde ya, estaría sentado sobre la ¨anarquía¨; verdadero roedor de toda forma política; al margen de la valoración del trabajo, y en la completa liberación del individuo. Entonces… suavemente, se introduce en la mente individual… para fundir al ¨estado¨; sobre la ¨esclavitud¨ ideológica, con su tufo y verborrea arrolladora, que pierde definitivamente y corrompe al ¨estado¨.

Sin embargo, el S. XIX; no hizo mérito, de estas teorizaciones. Se consideró al margen; y al ¨anarquismo¨; como un caso patológico-social de excepción, derivó en fuertes críticas (aún, dentro del ¨sistema comunista¨); y con ello, se plantearía, la quiebra del ¨sistema político liberal¨ y del ¨estado¨ que lo patrocinara; como una ¨obra maestra¨ de la civilización actual. Luego, el ¨estado¨, sería como un espejismo transitorio; como una forma pasajera de la sociedad; y, ya se anunciaría su completa desaparición; así se muestre agonizante, tanto en su estructura, como en sus funciones; que llevarían peligrosamente al totalitarismo.

Acotación del autor de estas notas: Pero, el ¨liberalismo¨ dulcemente, conlleva, a un estilo de vida pletórico de aspiraciones e ideales de todo tipo; especialmente, para el desarrollo de la burguesía, en íntimo parentesco y contubernio, con el capitalismo; la misma, que paradójicamente, defendió a morir (para luego, olvidarse de ellos); los humanísticos y masones: ¨derechos del hombre¨ que como una melodía: sonaron, suenan, sonarán muy bonito. Entonces, las fuerzas del ¨individualismo¨; y del dominio del dinero, hicieron perder eficacia al ¨estado liberal¨.

EL SINDICALISMO.

Acotación del autor de estas notas: Frente al ¨Estado Liberal¨, la versión más racional y típica; corresponde, al primer esfuerzo, de incorporación, del nuevo estamento, al sindicalismo; bien, que éste lleve la relación; al punto, de prescindir del ¨Estado¨… desintegrando, en sus esencias, el ¨organismo político¨, al apoyarse, en la ¨teoría¨ de la ¨acción directa¨. Pero, visto desde el plano de las ideas, el ¨sindicalismo¨, considera primordial, la ¨función económica¨. Tanto, que se la trató… como al ¨gobierno del futuro¨; dándole, como punto de partida, a la ¨utopía¨ correspondiente, al ¨orden¨ buscado por el ¨sindicalismo¨; consistente, en el ¨estado confederal¨; que se despliega, sobre el esquema de la ¨Confederación General del Trabajo¨.

Un… sindicato… constituye una ¨célula¨, en el ¨nuevo régimen¨; los trabajadores… son clasificados por grupos; cada uno de estos, dispone de las primeras ¨materias¨; mientras el ¨capital¨, queda en común; para los distintos ¨sindicatos¨, agrupados en ¨Federaciones Nacionales¨. La ¨Ley¨, es, suprimida, y reemplazada, por una ¨ordenación jurisdiccional¨; una de cuyas primeras sanciones, es la expulsión de la ¨Ley¨ de territorios; y el ejército (abolido) es sustituido, por ¨milicias locales¨. El trabajo, es colectivo (y obligatorio, al igual que la nutrición, la salud, la educación, la vivienda, la distracción y el descanso.) Los ¨órganos centrales¨ del ¨poder¨, son constituidos, en el ¨Congreso de la Confederación¨; y su ¨Comité Federal¨, viene a ser ¨ejecutivo¨. Donde, no se trata de distribuir la ¨pobreza¨; sino, las comodidades, que brinda la organización.

Luego, como, el ¨sindicalismo¨, que no deja de influir, en ciertos ¨autores¨; como consecuencia, de la aplicación, al campo político; de determinadas actitudes propias del ¨romanticismo¨. El movimiento ¨corporacionista¨; que plantea, las mismas cuestiones, sobre el estudio de los fallos del ¨liberalismo¨. Donde hay que constituir… fuera del ¨estado¨ un ¨haz¨ de fuerzas colectivas; cuya influencia reguladora, pueda ejercerse con mayor variedad. Estas, fuerzas, concretan en ¨grupos ocupacionales¨; o, profesionales, situando a las gentes, no por su ¨pensamiento¨; sino, por las opiniones ciudadanas. Estos grupos, han existido siempre; y, habrán de ser recogidos, mediante, una adaptación de su esquema, a las nuevas condiciones y circunstancias.

MOVIMIENTO SOCIALISTA.

Acotación del autor de estas notas: Es sin duda, el pensamiento de los tiempos modernos… fue este movimiento, el que se presentó (eliminando, a todos los otros); como solución a la crisis política. Antagónico, del (fracasado) ¨liberalismo¨; cuando, durante la mitad de la antepasada centuria; A. Rosmini (1797-1855); defensor, del ¨ontologismo¨ (que define al Creador, como la única, máxima y primigenia inteligencia); en su ensayo sobre el ¨Origen, de las Ideas¨; combatía, también, a (un entuerto militarista, del siglo XX) el ¨comunismo¨. Escribía (refiriéndose a estas ideas): «Estas gentes, no pueden ser liberales». Y en efecto, para él, ser ¨liberal¨, era ser partidario, de un ¨sistema del derecho¨ y de la política, que asegura el precioso ¨tesoro¨ de las ¨libertades jurídicas¨; en tanto, que los ¨socialistas¨, no contentos, con reformas que podrían resolver las bases de la sociedad moderna; fueron considerados, como los promotores del triunfo teórico de las ideas de Marx; que a su vez lo estimaban, como el conductor de la ¨comunidad¨; o sea, la ¨clase trabajadora¨ para que llegasen a dominar al ¨estado¨ , y este, dejase de ser una empresa privada; o, ¨capitalista¨; para posibilitar de lleno la entrada triunfal del ¨socialismo¨...

Pero, frente a la ¨utopía sindicalista¨, el socialismo, no quiso trazar un cuadro… del ¨estado futuro¨; ya que, lo que verdaderamente importaba; era el hecho de poseer un sentido ¨socialista¨; y, una clara conciencia de la situación circunstante; más que programas; y/o, estados espirituales… «El socialismo científico de C. Marx». Ahora, en la intervención (histórica) política, el movimiento ¨socialista¨, está ligado al desenvolvimiento de las ¨Asociaciones Obreras¨. Visto, desde el plano de la ¨historia de las ideas¨; la mayor, personalidad del ¨socialismo¨; es la de Carlos Marx (1818-1883); el mayor ideólogo, de todos los tiempos… (después de Cristo); su formación, debe la más importante ayuda, al filósofo: Fenerbach; en cuyo libro sobre el ¨cristianismo¨ plantea las consecuencias ¨materialistas; con un realismo absoluto; y un racionalismo radical, de evidente huella marxista; a quien más que el derecho, le apasionaron; la filosofía y la historia.

Según Lenin, Marx, continúa tres corrientes: la filosófica clásica alemana; la económico-política clásica inglesa; y, la del socialismo francés. De la primera, Fenerbach, es el puente, entre Hegel y Marx. Y proceden: la versión del hombre como ¨estómago¨; y la postura anti-religiosa, arrancada de la tesis de la divinidad, como obra del miedo. De la escuela inglesa, se acoge a, A. Smith, con su teoría del ¨trabajo¨, como principal fuente de riqueza. También algo de Malthus; y sobre todo de Ricardo, de quien son tributarias, las teorías de la ¨renta y el salario¨, difundida, esta última, por Lassalle, como la «Ley de Bronce». Así, el ¨socialismo francés, recoge la condenación de la propiedad individual de tierras; y de Saint Simon, la visión de la revolución, como ¨lucha de clases¨.

Pero, la fuerte personalidad de C. Marx, supera todas las raíces; cuando en 1845, saca su propia concepción… con sus famosas once tesis, sobre la obra de Fenerbach. Ya Engels (1886); habla de ¨materialismo marxista¨; y que por F. Engels, C. Marx, trasplanta a la historia, lo que Fenerbach, creyó encontrar en la naturaleza. De ahí, su explicación materialista, de la historia; y su concepto de la lucha de clases; que habrá de culminar, con el ¨aniquilamiento¨ de la ¨burguesía¨; y la implantación, de una sociedad ¨a-clasista¨.

Una fracción, de la ¨teoría¨ del ¨estado¨, se debe a F. Engels; quien parte… del estudio de la ¨polis-griega¨. Desde su origen: «el estado, es un órgano de dominación de clase». La posterior elaboración ¨leninista¨; ofrece… al ¨estado¨ la frase estalinista… «Estado-hacha»; como instrumento de ¨decapitación¨; de la burguesía. Así entra plenamente, en esta versión, el ¨sovietismo¨; como aplicación del ¨marxismo¨; mucho de lo que se ha ido recogiendo, para vivificar, los elementos permanentes, encuadrados en la ¨forma liberal¨.

FORMAS ESTATALES TOTALITARIAS.

En el estudio, de la situación política europea, se hizo pensar en una ¨crisis de autoridad¨, y se trató, de vigorizar los instrumentos de la coacción, e incluso, de ¨montar¨ sobre la ¨realidad de la dictadura¨, una nueva ¨teoría del estado¨. Lo cual, condujo, a la creación de nuevas ¨formas estatales¨; llamadas más tarde: ¨totalitarias¨; experimentadas en el ¨sovietismo¨ imperante; o sea, el fascismo y nacionalismo, en la Rusia, de J. Stalin; igualmente, pasó en la Alemania, de A. Hitler; y en la Italia, de B. Musolini. Lo mismo, que en la China, de Mao. En el Japón, de Hiro-hito. Y en otras naciones euro-asiáticas, de las que hoy (todavía) tenemos recuerdos y ejemplos muy amargos. En los cuales, se dio acceso al poder, montados sobre el ¨hambre¨; procurada, por los malos manejos de la ¨economía egoísta del desperdicio y la ostentación¨.

Acotación del autor de las notas: Además, cuando, el poder se ejerce por una clase dominante (militarista); con representación restringida y revocable, de poder limitado y concentrado; que va del centralismo, al federalismo; con pluralidad de órganos de gobierno concentrados. La representación, es censitaria y restringida. La estructura, ofrece el contraste entre el federalismo y el unitarismo. Todo, capitalizado por gentes sin escrúpulos (avispados); que se rodean de áulicos; y se vuelven abusivamente, verdaderos ¨sátrapas¨ de sus semejantes; y saqueadores del ¨estado; aquí, se pregunta uno: ¿Donde estaban los representantes de la Iglesia, y donde, Dios? Ya que en algunos casos, éstos ya no existían; o eran anulados y perseguidos, hasta la extirpación de toda huella y de toda Fe. Pero, lo peor, es que los ¨facinerosos¨ vuelven; o, se permite que vuelvan; bien sea, por el voto; o, por ¨golpes de estado¨ tolerados.

Acotación del autor de estas notas: La ruptura, con el ¨estado¨ liberal, consiguió, sin embargo, en los ejemplos de ¨totalitarismo¨, claridades evidentes. Lo que califica esa ruptura, es la actitud de beligerancia que toma el ¨estado¨, al aplicarse a la política, la ¨teoría militar¨; de la movilización. Ha podido decirse exactamente, que el ¨estado totalitario¨, es un ¨estado bélico¨. Mientras la forma estatal, se acoraza; el individuo, queda desprovisto de las defensas que habían elaborado las ¨Declaraciones de Derechos Humanos¨; y aún de algunas que se reconocían como ligadas a la naturaleza del hombre. Si, ésta actitud, puede aplicarse en un momento determinado, no encuentra sitio en la filosofía de cualquier óptica política. El propio ¨Pontificado de Pio XII¨; condenó el ¨totalitarismo, como en los tiempos de la ¨Unam Sanctam¨. (Pero, no fue lo suficientemente: tenas, firme y fuerte, para criticarlo; y a lo mejor, lo soportó por cobardía; si de jugarse la vida se trataba; lo cual, es humano, mas no divino.)

Desde un ángulo histórico, el ¨totalitarismo¨, mantiene su interés, como consecuencia de la posición absolutista ¨hobbesiana¨; y del ¨democratismo¨, que sigue al régimen de mayoría dominante; partido vencedor, y voluntad de partido (donde, se confunde; a las gentes del partido; con los partidos, de las gentes); sustituida, por voluntad del ¨Jefe¨. La gran quiebra del ¨estado liberal¨; está precisamente, en que haya podido ser ¨asaltado¨, con sus propias armas. Ejemplos de esto, se tienen a porrillo: ayer, hoy, y posiblemente, en el futuro. Cuando gentes (lobos); con piel de oveja, se zambullen, en pérfidas promesas; que posteriormente, degüellan a sus pueblos.

CAMBIO SOCIAL.

El cambio, en la estructura de la sociedad, hace perder ¨perfil¨, a las líneas tradicionales. Nada se concibe y nada se puede explicar, sin contar con hombres tan prolijamente desparramados. La relación sabida entre, sociedad y orden político, encuentra en estos años, auténtico ajetreo; más que en momento alguno de la historia, andan mal trabados, estos dos vectores. A la estabilidad de las comunidades humanas, forjadas en tantos siglos; sucede un avatar, que parece reflejo de la velocidad; no hemos ganado tiempo; con el cambio social; no se desmontaron los esquemas formales de la vida política.

Y seguimos creyendo que el ¨constitucionalismo¨; o el ¨parlamentarismo¨, de hace medio siglo; pueden, mostrarse válidos. Lo que urge al estudioso de la política; es, precisamente, la consideración de la sociedad. De ahí que la ¨teoría de la sociedad¨; se ha subsumido en la ¨teoría de la política¨; advertida la excesiva formalización del fenómeno ¨estatal¨. Importa que se cuente, con los grupos sociales, más que con los partidos; con la tendencia a la supresión de las clases, con la actualización de los núcleos rectores; con el peso mismo de la multitud, con esa masa que nos obliga a la ¨cola¨¨ y al ¨turno¨.

Ahora, si la ¨primera guerra mundial¨ legó a la ¨URSS¨.; la segunda… despertó, un mundo que dormía, bajo la vigilancia de las ¨potencias coloniales¨. Así, el encuentro entre ¨oriente y occidente¨; se vio rodeado del fervor de los pueblos; que han roto las estructuras de la dominación colonial; y que al despertar, golpean las puertas de las ´cancillerías; y de los areópagos; y asaltan las cátedras y las tribunas. Luego, por ejemplo: el pueblo ¨hindú¨ (1946) llevó a cabo, una revolución sin precedentes, por cuanto al ¨cambio social¨ toca. Ya que transformó una sociedad altamente jerarquizada; en una democrática; e igualitaria (y gran trabajadora textil.) Al tiempo que se urbanizó; estableciendo la más alta tasa demográfica, en sus centros de difusión, de nuevos estilos de existencia y coexistencia.

Pero, la ¨nueva arquitectura política¨, no cundió en los pueblos altamente analfabetos; solo lo hizo, dentro de las ¨urbes obreras¨ de las grandes ciudades. Donde, se aprovechó de los intelectuales desocupados; que se movían entre la ¨multitud obrera¨ mal paga y descontenta, por tanta explotación; y lo peor, con una recesión económica, que la hizo conocer el ¨hambre¨. Siendo, ésta la causa principal, de las grandes ¨revoluciones¨. El ámbito de proyección, se amplía, al tiempo, que la porosidad se densifica. Las zonas de las ¨cancillerías¨ eurásicas, presentan el gran telón de las democracias, llamadas… populares; en evidente evasión del pensamiento, que hizo del ¨estado moderno¨, su obra maestra.

Acotación del autor de estas notas: Donde, hasta fueron suprimidos los derechos fundamentales del hombre; cuando, por ejemplo el ¨presidium¨ reemplazó al ¨parlamento¨. Y los koljoses, a las comunas. Donde, todo… fueron dictados e imposiciones militares; que cubrieron a toda la euro-asia; con algunas contadas excepciones; que fueron degenerando y eternizando sus mandatos. Las ¨doctrinas¨, que pretendieron figurar en la historia, tendrían que contar con éstos dos hechos: ámbito universal y cambio social; extensión del orbe y presencia de las masas.

EL PROBLEMA DEL HAMBRE.

Acotación del autor de estas notas: Finalmente, los hombres que saben que el 60%; de la población mundial, está infra-alimentada; lo conocen, dentro de una fina asepsia de los ficheros; y no, dentro del calor sucio, de la fraternidad; de aquel ágape, que antes que llamarse limosna, la llaman amor. Pues la historia, está llena de novedades; regeneraciones; e innovaciones. Y lo que vivimos, no se puede clasificar limpiamente, en categorías, que empequeñezcan su misión; pues, la originalidad, no está, tanto en los hechos, como, en el tiempo, en que estos hechos, aparecen.

Así, nunca, se han visto, tantas catástrofes, como ahora; la versión iluminista, de la invasión de los ¨bárbaros¨; ha sido mil veces superada. Jamás, fueron tan peligrosos los fracasos político-militares; o la expansión ideológica. La debilidad del hombre, ante cualquier acontecimiento; adquiere características mundiales. Ya no se trata de esa guerra que entra en la ciudad, sin mirar murallas; es la penetración del poder público dentro de los dominios radicalmente destinados a la intimidad (que ya no existe); pues ni el derecho natural; ni el de las gentes, significan gran cosa; la Ley es un medio técnico… al servicio de los titulares del tercer poder. Los derechos del ¨Derecho¨; son ya un simple lección o puro ejercicio silogístico. El ¨estado¨ se hace iglesia, olvidando su condición instrumental.

Acotación del autor de estas notas: El hombre de esta hora (final); advierte así, como hubo notado (en el pasado); tres convicciones: La vida política, debe construirse, como proyección, de una dimensión más profunda, de la vida intelectual. Así, la historia, debe re-escribirse, bajo una nueva ingeniería. El ¨Estado¨, y el ¨Derecho¨, ya no son fines; sino, simples tareas; o, quehaceres, de una vocación humana; de cultura, sin valores absolutos, superiores; o. anteriores, al flujo de las contingencias históricas. Pues, la globalización, así lo impone. Hoy, no se escribe (o se lee) libros; se publica artículos resumidos; que optan, por la economía del tiempo; que ya no tiene la humanidad, que vive de prisa y al galope, de las circunstancias; pues al parecer el tiempo, se está acabando (sin siquiera notarse); como la pavesa de una vela.

Acotación de autor de estas notas: No en balde, dicen los astrónomos (según el efecto Doppler); que el ¨universo¨, se está ¨desintegrando¨; a velocidades geométricas; cada vez mayores.

Este sería, en efecto, la causa y el fin de la ¨política¨; y la principal tarea de los dirigentes de la ¨nave del estado¨; que permanecerán a su lado, para conseguir la unidad; y la concordancia, de los ¨súbditos¨ (socios, en el futuro); que así, no han de huir; o, sacar el hombro, bajo ninguna circunstancia; ahora, como directos responsables. Esta será la mejor conclusión del examen de las vicisitudes políticas e ideológicas, bosquejadas en forma panorámica y sintética; y además, el camino para un orden, que a su vez prefiera, la autenticidad, a la arbitrariedad; y sepa concretar la estabilidad… con la verdad. Lo que señala así, más efectividad contra las ambivalencias; e, injusticias que en un modo paranoico afectaron; y, aún afectan, la posición moral de los especialistas y pensadores, en materia política. Entonces, ya no habrá más ¨hambre¨; ni más necesidades básicas insatisfechas; este debe ser considerado, como la significación de la nueva perspectiva, que va a dibujar el hombre moderno; y que el observador deduce, del fluir del mismo cambio social impuesto por las ¨urnas¨; y sostenido por las masas, más necesitadas; y, ahora, ni nunca jamás, engañadas.

FIN

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